Crítica: Storage 24 (2012)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

GB, 2012: Noel Clarke (Charlie), Colin O’Donoghue (Mark), Antonia Campbell-Hughes (Shelley), Laura Haddock (Nikki), Jamie Thomas King (Chris)

Director: Johannes Roberts, Guión: Noel Clarke, Marc Small & Davie Fairbanks

Trama: Charlie y Sheley se están separando. En el fin del proceso están repartiéndose los bienes, muchos de los cuales se encuentran archivados en un depósito de alquiler. Inesperadamente han coincidido en el mismo – un gigantesco galpón dividido en sectores que se arriendan -, el cual se encuentra en el centro de Londres. Pero, mientras pelean y se echan culpas mutuamente, sienten un gigantesco estruendo y salen a investigar su origen. Un avion de carga se ha estrellado en las cercanías y, al parecer, transportaba materiales militares. Al regresar al depósito las peleas continúan pero pronto perciben que no están solos. Algo – o alguien – ha comenzado a acecharlos y a exterminarlos, siendo la primera víctima el encargado del establecimiento. Y, por si los contratiempos no fueran pocos, Charlie, Shelley y sus amigos han quedados encerrados ya que la criatura que los acosa ha destruido los circuitos que levantan las impenetrables persianas. Ahora los chicos se deciden a combatir el monstruo montando improvisadas armas con los materiales que puedan encuentran en el lugar; pero la criatura es mucho más fuerte y poderosa de lo que se imaginan, anticipando una larga y ardua batalla por la supervivencia.

Storage 24 Alien en una baulera. Así se podría resumir la premisa de Storage 24. La acción tiene lugar en uno de esos gigantescos depósitos de alquiler que suelen tener en el primer mundo – en donde todo parece estar dividido en kiosquitos y que uno ha visto en filmes como Primer -, en donde hay un laberinto de pasillos y ninguna ventana. Por allí deambula una troupe de palurdos combatiendo a un insulso alienígena mientras espetan una larga serie de parlamentos no demasiado inspirados. Storage 24 respira mediocridad por los cuatro costados y no hay ningún aspecto que resulte demasiado rescatable. Es carne de cañón de videoclub, ni más ni menos.

La película es inglesa, detalle curioso para notar. En general a los ingleses les sobra mucho menos la plata que a sus pares yanquis, así que suelen ser más cuidadosos a la hora de gastar sus libras en proyectos cinematográficos. Pero acá Storage 24 se les chispoteó. En sí la premisa no es mala – se cae un avión cerca del depósito que le da nombre al filme, y de allí se escapa un bichejo que empieza a acosar a los tipos que quedaron encerrados en el almacén; lo que sigue es una lucha de improvisados MacGyvers contra la criatura, dedicados a fabricarse armas con lo que encuentren a mano en los barracones -, pero la puesta en escena es chata a más no poder. Por ejemplo, el conflicto de fondo – la rubia histérica que rompe con su moreno novio y que, para colmo, se va con el mejor amigo de éste – está escrito para el demonio. Una telenovela mexicana es Shakespeare al lado de los patéticos diálogos que le tocan en suerte a estos actores. Para colmo Noel Clarke (protagonista y co guionista) compone a un héroe bastante antipático, un tipo egoista e infantilizado que hace bromas malas en los momentos mas inadecuados. Al cabo de un rato uno comienza a hinchar por el alien para que se lo devore y evite que produzca otro filme cómo este.

Si el libreto es mediocre, la dirección le va en saga. Hay gore pero no impresiona, y las secuencias de tensión van de lo soso a lo meramente ok. Hay un momento en que el bicho acosa a una rubia que fue a cambiarle el agua a las aceitunas al baño. Lo que podría haber sido un momento terrible – que te ataque un animal mientras estás con los pantalones abajo – es apenas explotado como se debe. Hay alguna que otra persecución por unas tuberías, y alguna correría que otra por los largos pasillos del almacén, pero ninguna de ellas termina por quitarte el sueño.

En varios sentidos – incluyendo el finalStorage 24 me hace acordar a Skyline. Un grupo de palurdos encerrados en un lugar mientras los aliens pululan afuera, con el detalle que la mayoría de los tipos tienen reacciones equivocadas para lo que realmente está sucediendo. Son esos casos en donde uno termina cinchando por el monstruo, ya que ninguno de los humanos que está en pantalla vale demasiado la pena. Aún cuando no se trata de un filme abominable, Storage 24 tampoco es una cinta recomendable, ya que no entretiene demasiado. A lo sumo hay un momento de inspiracion – cuando deciden atacar al bicho con un perrito a cuerda, al que le adosaron 20 petardos chinos y que explota como si fuera una bomba atómica (momento ridiculo si lo hay) – y 99 de monotonía y tedio, sin que ningun personaje del libreto haga algo medianamente excitante o soberanamente estúpido como para disfrutar de ello (o a costa de ello). Por todo eso, Storage 24 es material típico de cable, el único lugar en donde puede prosperar un filme así sin que lo insulten demasiado por su falta de originalidad.