Crítica: Stargirl (2020 – ) (serie, DC Universe)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Calificación pendienteUSA, 2020: Brec Bassinger (Courtney Whitmore / Stargirl), Luke Wilson (Pat Dugan / Stripesy / S.T.R.I.P.E.), Christopher James Baker (Brainwave), Joel McHale (Starman), Amy Smart (Barbara Whitmore)

Creada por Geoff Johns & Greg Berlanti, basada en el comic de DC creado por Geoff Johns

Trama: La vida de Courtney Whitmore no ha sido fácil. Su padre desapareció durante navidad cuando ella tenía 10 años y nunca se supo mas nada de él. Ahora han pasado cinco años y su madre Bárbara ha conocido a un viudo con un hijo, Pat, un tipo simple y honesto que no termina por agradarle. Pero un día, revolviendo cosas en el sótano, descubre una lanza dorada que se enciende ni bien ella la toca. Exigiéndole respuestas a Pat, éste le dice que es el último sobreviviente de la Sociedad de Justicia de América, una liga de superhéroes que fue aniquilada hace cinco años por Brainwave y sus compañeros supervillanos. Convencida de que es la hija de Starman – el superhéroe del cual Pat era su compañero, y cuya fecha de muerte coincide con la desaparición de su padre -, decide utilizar la Lanza Cósmica para vengar la muerte de su progenitor. Pero la actividad de Courtney no ha pasado desapercibida para los malvados y, con Brainwave a la cabeza, la reunión de los malhechores es inminente con el único fin de aniquilar a la hija de Starman… la única con el poder suficiente para vencerlos. Courtney y Pat deberán unir fuerzas para derrotar a los villanos antes de que éstos desaten el plan malévolo que han estado urdiendo desde hace años y que se encuentra a punto de ser desencadenado.

Crítica: Stargirl (2020 - ) (serie, DC Universe)

(Como dijimos en otra ocasión, en varias oportunidades nos hemos quemado calificando series de las cuales vimos tan solo un par de capítulos, series que pintaban muy bien y que se terminaron descarrilando muy mal arruinando las expectativas iniciales – Star Trek: Discovery, Titans, etc -. Es por eso que daremos algunas impresiones iniciales sobre los primeros dos capítulos de Stargirl – la superheroína de DC Comics, no la adolescente hippie de Disney + – sin poner una calificación final… a menos de que la sigamos viendo hasta el final de temporada y publiquemos una review revisada de la misma).

No hay nada original en Stargirl pero, sin embargo, es lo que el doctor recetó para estos tiempos de desesperanza y embole total generados por la pandemia del Coronavirus (y la cuarentena forzada que va para eterno). Hay ideas sacadas de todos lados – superhéroes bañados en símbolos patrios (el uniforme de la chica es una bandera norteamericana y ella misma se llama “chica estrella” acompañada por un sidekick llamado “franjas” (por lo de “franjas y estrellas” – y pongan ya una marchita patriótica de John Philip Sousa, por favor! -)); la idea del héroe viviendo en un típico pueblito norteamericano; el culto a la preparatoria, los nerds, los bullys, las chicas malas, las porristas y los atletas; el artefacto de utilería con vida propia al estilo de la Capa de Levitación de Dr. Strange; la protagonista descubriendo su destino a través de un artefacto mágico que brilla en la oscuridad; la única sobreviviente de una raza de superhéroes que puede detener el trágico destino de la humanidad que la liga de supervillanos de turno ha planeado durante años – pero el combo, increíblemente, zafa. Es posible que sea porque Brec Bassinger sea muy carismática (como una nueva Hayden Panettiere) o porque la relación con su padrastro Owen Wilson (actor cínico y desganado si los hay, pero que acá brilla) desborde de química. No, no reinventa la rueda, pero uno disfruta viendo Stargirl.

En sí, el origen de Stargirl (en la vida real) es conocido y muy triste. Geoff Johns, pope de DC Comics, perdió a su hermana Courtney en un vuelo de la TWA que explotó en el aire en 1996. John decidió revivir a su hermana en los universos de fantasía que él creaba, adoptando su perfil en un nuevo personaje – Courtney Whitmore a.k.a. “Stargirl” – que debutó en 1999. Acompañada por su padrastro Pat – que diseñó un super robot apodado S.T.R.I.P.E. que él comanda y con el que asiste a Stargirl en sus aventuras -, Courtney combate a un grupo de villanos en una versión alternativa de la Tierra donde existe la Sociedad de Justicia de Américauna versión vintage y previa a la Liga de la Justicia donde está Hawkman, Hawkgirl, la versión de Alan Scott de Linterna Verde, la versión de Jay Garrick de Flash, Doctor Midnite y otros héroes de la era de oro del comic; el personaje ya había hecho cameos en Smallville, Supergirl y, lo mas recordado, en la temporada 2 de Leyendas del Mañana -. En la versión de la serie la Sociedad de Justicia de América fue destripada, no hay superhéroes vivos y los supervillanos vencedores han pasado a la clandestinidad, cocinando un secreto plan maestro durante años en el pequeño pueblito de Blue Valley – el cual se ve demasiado parecido a Smallville -. Courtney descubre por casualidad la lanza cósmica de su padre, Starman (¿o no es su padre?; ¡santas incógnitas, Batman!), y decide convertirse en superheroína de la noche a la mañana para vengar la muerte de su viejo del cual (oh, casualidad) su padrastro Pat era su sidekick.

Comparada con las series del Arrowverse (o de DC Universe, léase Titans y Swamp Thing), Stargirl es mucho mas inocente y tradicional. Está Berlanti como productor pero DC le dió la orden de no llevar a Stargirl a su rebaño, con lo cual no hay personajes homosexuales ni discursos contra la discriminación (lo cual es una causa loable pero Berlanti ha arruinado sesiones enteras de sus series por ser tan discursivo en estos temas y por su enfática postura anti Trump). En cambio todo está tan empapado de “americana” , esa cosa tan tradicionalista yanqui que la asemeja mas al tono de la primera mitad del Superman de Richard Donner.

Con raptos de humor, con personajes que te interesan, con buena fotografía… y con su inocencia Stargirl es una serie recomendable. Sip, el origen y la efectividad de la heroína es discutible – deberían haberla llamado SuperPorrista porque, salvo las acrobacias, todo el resto lo hace el palo mágico – pero el valor del entretenimiento no (en especial la genial relación entre la chica y su padrastro), con lo cual su ingenuidad no es una contra sino un atributo digno de aplauso y por lejos lo mas atractivo de la serie… dejándonos en la boca el sabor a aventura de superhéroe a la antigua.