Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
USA, 1991: William Shatner (Capitan James T. Kirk), Leonard Nimoy (Spock), DeForest Kelley (Dr Leonard McCoy), Kim Cattrall (teniente Val´eris), Christopher Plummer (Chang), David Warner (Gorkon), James Doohan (Montgommery Scott), George Takei (Capitan Sulu), Nichelle Nichols (Uhura), Walter Koenig (Pavel Chekov), Iman (Martia)
Director: Nicholas Meyer, Guión: Nicholas Meyer & Denny Martin Flinn, Musica – Cliff Eidelman
Trama: La explosión de la luna Praxis ha dañado seriamente la atmósfera del planeta central del imperio Klingon, por lo cual sólo le quedan 50 años de oxígeno. Los Klingons han contactado a la Federación para comenzar conversaciones de paz y un rápido desarme con tal de poder exiliar su raza en planetas de la zona neutral. A regañadientes el capitán Kirk se ve forzado a tomar la misión de escoltar al embajador klingon Gorkon hasta una cumbre en la Tierra; pero tras una cena diplomática una serie de atentados se suceden, y Gorkon es asesinado. Kirk y el Dr. McCoy son hallados culpables del homicidio, y trasladados a la colonia penal klingon de Rura Penthe, mientras el resto de la tripulación del Enterprise busca desesperadamente pruebas de su inocencia para poder liberarlos. Pero los conspiradores continúan al acecho y traman un nuevo asesinato para quebrar los esfuerzos de paz de los klingon y empujar al imperio a la guerra con la Federación.
Star Trek VI: The Undiscovered Country es la sexta entrega de la saga cinematográfica que comenzara en 1979, basada en la serie de culto Viaje a las Estrellas. Pero lo que había empezado como fresco a principios de los 80, se había transformando en un show exclusivo para fans con el correr del tiempo, y había deteriorado enormente su originalidad. Quizás uno de los mayores problemas de Star Trek en el cine fue que los filmes siguientes terminarían por clonar, de una u otra forma, a Viaje a las Estrellas: La Película. Vale decir, en la mayoría de los filmes se impondría la presencia de una amenaza universal (V´ger en la primera película; la sonda de Misión: Salvar la Tierra, la búsqueda de Dios en Star Trek V, etc) y sólo los chicos del Enterprise podían sacar las papas del fuego. Lo otro que degradaría la calidad de la saga fue la toma del control creativo por parte de la troupe de protagonistas, pasando William Shatner y Leonard Nimoy por la dirección, y adoptando posturas realmente conservadoras – nadie moría, la nave era reciclada si era destruída, no había personajes nuevos que se sumaran de modo permanente al cast -. Para principios de los 90, la saga había entrado en una crisis creativa y comercial.
Gracias a Dios, volvieron a llamar a Nicholas Meyer. Meyer es un director y escritor que se ha especializado en líneas alternativas de novelas clásicas, donde mezcla personajes de la literatura universal (y de la vida real) como H.G. Wells y Jack el Destripador (en Time After Time) hasta relanzar a Sherlock Holmes, ahora con la compañía de Sigmund Freud, en The Seven Per Cent Solution. Meyer es también el responsable de una de las mejores entregas de la saga Star Trek: La Ira de Khan. Uno se lamenta el por qué Meyer no ha quedado como director fijo de la serie, lo cual habría resultado en filmes mucho más originales y creativos.
Aquí Meyer vuelve a las andadas, inspirándose en líneas argumentales propias de la novela clásica. Básicamente todo la historia está inspirada en las excelentes conspiraciones de poder que solía escribir Shakespeare (al estilo Macbeth), pero Meyer incorpora otros elementos policiales como la investigación de Spock a bordo del Enterprise, con ecos a lo Sherlock Holmes. En vez de lanzarse a otra disparatada aventura galáctica contra una super entidad alienigena, la historia es mucho más modesta y efectiva, y desarrolla con profundidad una trama de conspiraciones de poder, que juegan también con los ecos del mundo real de aquel entonces (la caída del imperio Klingon suena muy similar al derrumbe del Muro de Berlín y la Perestroika). Esto termina por dar una película mucho más dialogada y eficiente, en especial para brindar espacios para todos los personajes, y desplegar el carisma de todos los interpretes de la troupe Star Trek. Shatner, Nimoy, Takei, Doohan, Kelley, Nichols y Koenig tienen su oportuno espacio para brillar, con un libreto realmente pulido e intenso. Sin lugar a dudas este es el mejor film de toda la saga protagonizada por los intérpretes originales de la serie de 1966.
A esto se suma que Meyer es también un muy buen director para las secuencia de acción. Junto con la calidad de la ILM de George Lucas en los efectos especiales, es sin dudas la película más espectacular y prolija de la serie hasta esa época. Toda la escena del combate final en el espacio es formidable, y el film transmite un sentido de urgencia (detener a los conspiradores, tanto en tierra como en órbita) que es sensacional. Con un villano memorable como Christopher Plummer – que se relame citando a Shakespeare en Klingon -, grandes actuaciones, formidables efectos, y una trama interesante e intensa, Star Trek VI: The Undiscovered Country es sin dudas el mejor film de la troupe comandada por Shatner y compañía, y una excelente despedida para el cast original de la serie.