Crítica: Star Trek Discovery (2017)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

3 atómicos: buenaUSA, 2017: Sonequa Martin-Green (Michael Burnham), Jason Isaacs (capitán Gabriel Lorca), Michelle Yeoh (capitana Georgiou), Doug Jones (teniente Saru), Chris Obi (T’Kuvma)

Creada por Bryan Fuller & Alex Kurtzman

Trama: Michael Burnham es la segunda al mando del Shenzou, un crucero de la Federación ubicado en los límites de la frontera Klingon. Los Klingons están fragmentados en 24 casas, todas peleadas entre sí, con lo cual la restitución del imperio parece imposible. Sin embargo el líder rebelde T’Kuvman está decidido a provocar a la Federación – y llevar a los Klingons a una guerra – para unificar la nación y proclamarse su mesías. Burnham ha encontrado señales contradictorias en el cuadrante y, luego de investigar, se ha topado con una masiva flota de naves de guerra klingonianas. Requiriendo apoyo de inmediato, Burnham – criada por los vulcanos y devenida en un modelo de lógica impecable – estima que la Shenzou debe atacar de inmediato (a pesar de la inferioridad numérica) porque está convencida que los Klingons sólo hablarán con un guerrero luego que éste haga una demostración de fuerza. Pero la capitana Georgiou es mucho mas moderada y prefiere esperar a los refuerzos… una decisión que Burnham resiste y que está decidida a obviar, tomando un curso de acción propio e independiente cuyos resultados son tan peligrosos como inimaginables.

star trek: discovery (2017)

Deep Space Nine para la generación J.J. Abrams. Así es como se siente Star Trek: Discovery, la última serie que se une a la larga lista de tiras ambientadas en el universo creado por Gene Roddenberry hace ya 50 años. Es vistosa, tiene agujeros de lógica importantes, protagonistas fashion, y toma de DS9 la idea de setear la guerra de la Federación contra toda una raza alienígena (en este caso los Klingons) como trasfondo general del drama. Ciertamente Discovery hace unas cuantas cosas bien y es disfrutable pero, luego de que uno apaga la pantalla, queda con la sensación que hay varias cosas que no cuajan. Será que la protagonista es una sabihonda de aquellas y termina metiendo la pata aún cuando se suponga que es un modelo imbatible de lógica (después de todo, es una suerte de hermana de crianza de Spock).

Desde ya, cuando uno ve los títulos de la serie ve que hay demasiadas manos metidas en el mismo plato. Está Alex Kurtzman, socio incondicional de Abrams en el reboot del Star Trek cinematográfico con Chris Pine, pero también responsable de cosas feítas como La Momia 2017; aparece el pope Trek Nicholas Meyer (creador de los títulos mas recordados de la saga como La Ira de Khan y Ese País Desconocido), pero también figura el maestro serial del desastre Akiva Goldsman (Perdidos en el Espacio, Batman y Robin, y un largo etcétera). Da la impresión de que llamaron a medio mundo luego que le pegaron una patada en el toor a Bryan Fuller (Deep Space Nine, Star Trek Voyager) – que era el responsable original del show y con quien tuvieron “diferencias creativas” -, y ahora están a los manotazos limpios para ver qué sale. Tomaron un machete de ideas de Fuller y comenzaron a desarrollarlo a ciegas, con lo cual no hay una visión coherente o unificada de para dónde van.

Hay cosas que me gustaron. Los FX son impecables y todo comienza con una batalla masiva que pondría rojo de envidia a Star Trek: First Contact. Como suele ocurrir en las series retro Star Trek, la tecnología se lleva de patadas con la coherencia – se supone que esto ocurre 10 años antes de que la Enterprise vuele por primera vez, pero se ve mucho mas moderno que los decorados de plástico y las remeras del Once que vestían Shatner, Nimoy & Co hace cinco décadas  -. Lo políticamente correcto viene por las protagonistas – una capitana china, una comandante morena – que tienen una gran química. Por otra parte, no hay una tonelada de secundarios como suele ocurrir con otros casts Trek – el médico, la chica de comunicaciones, el ingeniero, el flaco que sirve el café, etc -. Sí figura el alienígena anodino (Doug Jones), el cual acá es extremadamente irritante – es un miedoso de aquellos que paranoiquea a cada rato -. El villano es anónimo y, para colmo, los Klingons sufrieron un serio lifting, terminando enterrados bajo toneladas de maquillaje que los hace completamente inexpresivos. Parecen adornos de arbolito de navidad – enfundados en trajes dorados resplandescientes – antes que feroces guerreros.

Quizás el mayor problema de Star Trek: Discovery sea que la protagonista habla demasiado y erra bastante. Supuestamente es una huérfana humana recogida por el padre de Spock y criada según las leyes vulcanas… y aunque vomita parrafadas de lógica, termina haciendo montones de cosas por su cuenta y mal  – ir a investigar personalmente una extraña anomalía en el espacio, incapacitar al oficial de turno para tomar el mando de la nave y despacharse sola con una corazonada que puede terminar en una guerra irremediable y masiva, sugerir un curso de acción defensivo y después masacrar a disparos a quien debía capturar, etc -. Digo: Sonequa Martin-Green es carismática e interesante, y la mayoría de sus razonamientos parecen geniales pero, cuando se calla y actúa, termina haciendo lo contrario a lo que dijo. El final de la dupla de capítulos iniciales termina con la Federación en guerra con los Klingons y ella condenada a cadena perpetua. La Discovery ni hizo acto de presencia, así que es fácil anticipar que la van a sacar de la cárcel y la van a poner en la nave de marras comandada por Jason Isaacs (el cual ni asomó la nariz).

Star Trek: Discovery es un trabajo en progreso. Aún con las pifias de lógica confieso que me devoré los dos capítulos iniciales, especialmente porque los personajes lucen interesantes. Claro, cuando pasamos a los Klingons, la serie se va en discursos (largos y desbordantes de redundancias) lo que lo hace pesado; pero ahora, a partir de la tercer entrega, puede que gane otra dinámica. En todo caso es una serie potable para el espectador casual, aunque seguramente el trekker de alma la odiará (como pasó con el reboot de Abrams). Las ideas a explorar y la sociedad de la semana han dado lugar a los disparos y las conspiraciones, y quizás no sea un cambio tan malo después de tantos años de ver lo mismo. Pero si el cambio de rumbo no lo hacen con inteligencia y se van en poses y efectismo, es posible que Star Trek: Discovery desbarranque antes de lo pensado, un fracaso que no me gustaría ver.

STAR TREK – VIAJE A LAS ESTRELLAS

Los filmes que componen la saga Star Trek son: Viaje a las Estrellas: La Película (1979), Viaje a las Estrellas II: La Ira de Khan (1982), Viaje a las Estrellas III: En Busca de Spock (1984), Viaje a las Estrellas IV: Mision: Salvar la Tierra (1986), Viaje a las Estrellas V: La Frontera Final (1989) y Viaje a las Estrellas VI: Aquel Pais Desconocido (1991). La serie seguiría posteriormente con el elenco televisivo de Star Trek: The Next Generation en los filmes: Viaje a las Estrellas: Generaciones (1994), Viaje a las Estrellas: Primer Contacto (1996), Viaje a las Estrellas: Insurreccion (1998) y Viaje a las Estrellas: Nemesis (2002). Star Trek: El Futuro Comienza (2009) es una precuela dirigida por J.J. Abrams; sus siguientes capítulos son Star Trek 2: En la Oscuridad (2013), y Star Trek Sin Límites (2016). Star Trek: Discovery (2017) es una precuela ambientada 10 años antes del vuelo inaugural del Enterprise. También comentamos la tercera (y mejor) temporada de Picard (2023).