Crítica: Space Jam (1996)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1996: Michael Jordan (él mismo), Wayne Knight (Stan Podalak), Bill Murray (él mismo), Charles Barkley (él mismo)

Director: Joe Pytka, Guión: Leo Benvenuti, Timothy Harris, Steve Rudnick & Herschel Weingrod

Trama: Los alienígenas del planeta Tontolandia se están aburriendo y el malvado regente Swackhammer está decidido a corregir esto, raptando a los graciosos Looney Tunes y utilizándolos para animar sin descanso a la población durante el resto de sus vidas. Pero Bugs Bunny y sus amigos no están dispuestos a ceder, y consiguen convencer a los aliens de jugar su destino en un partido de basketball, a sabiendas de que los extraterrestres son torpes y muy cortos de altura. Lo que desconocen es que los aliens han absorbido el talento de los mejores jugadores de la NBA, y han crecido hasta alcanzar sus mismas proporciones físicas. Devenidos en desventaja, el único recurso que les queda a los Tunes es pedirle ayuda a Michael Jordan – la leyenda del mundo del basket, y la cual se encuentra retirada del deporte desde hace años -, y rogarle para que juegue con ellos. Y aunque Jordan se muestra reticente de la propuesta, al ver la prepotencia de los alienígenas hacia las caricaturas termina por convencerse de ayudarlos. El problema es que, si pierden, Jordan también será de la partida y terminará trabajando en Tontolandia a las órdenes de Swackhammer junto con Bugs y sus amigos,… razón por la cual el match de esta noche será el encuentro de su vida para todos los participantes del mismo.

Space Jam Nunca he sido muy fanático de Quién Engañó a Roger Rabbit?. Será un filme muy impresionante en lo técnico, y el libreto será una metaficción muy inteligente, pero siempre me pareció que tenía escenas chocantes (como la muerte de Christopher Lloyd) y que le faltaba algo de personalidad propia. Space Jam es la aproximación de la gente de la Warner a un universo similar al de Roger Rabbit: humanos y caricaturas comparten el mismo escenario, y protagonizan una historia plagada de referencias cinéfilas y guiños para los fans del género. Si a Roger Rabbit le faltaba carácter, a los Looney Tunes les sobra y es por ello que se trata de una película infinitamente mas satisfactoria.

La idea del filme partió de una serie de comerciales de Nike protagonizados por Michael Jordan – megaestrella del basquet norteamericano – y Bugs Bunny, en los cuales ambos se enfrentaban a un equipo de de malvados alienígenas liderados por Marvin el Marciano. La idea prendió en los ejecutivos de la Warner y, especialmente, en Ivan “Cazafantasmas” Reitman -, y pronto se pusieron a armar un largo que expandiera la idea. La disponibilidad de numerosas estrellas del basketball (y su buena disposición a parodiarse a sí mismas) terminaron de cerrar el círculo. En especial, que Jordan aceptara el trabajo: una cosa es defenderse en cámara durante los escasos minutos que dura un aviso publicitario y la otra es cargar con el peso de todo un filme sobre sus espaldas, eso sin contar con nada de preparación actoral. Las buenas nuevas es que Jordan derrocha carisma y es un comediante bastante bueno, y sumado a su aura de deportista legendario, la mezcla termina generando un show delicioso. Cada entrada de Jordan a la cancha es épica, el tipo se presta para las bormas e incluso se da maña para mofarse de su fugaz (y desastroso) paso por el baseball, el cual abandonaría para regresar a las canchas de basket en busca de toda la gloria justamente merecida.

Mientras que Jordan acapara toda la atención, los Looney Tunes actúan como segundos bananas (una expresión yanqui usada para denominar a los comediantes de relleno – y que dan el pie de los chistes a la estrella principal -, como son los secretarios de los late shows, del estilo de Johnny Carson, Jimmy Fallon, David Letterman, etc). Mandan chistes y reciclan gags, pero nunca están en el mando de la situación central. Incluso tienen que hacerse un costado para que entren personajes humanos, sea el tronco Larry Bird (ex estrella de basquet) o el eternamente irritante Bill Murray (el cual admite estar en la pelicula gracias a que es amigo del productor). Habria que esperar 7 años para que obtuvieran el protagónico que se merecen en Looney Tunes: De Regreso a la Acción (2003).

Aún con esos desequilibrios, Space Jam es una película realmente entretenida. Hay buena música, la acción es excitante, la mayoría de los chistes hacen blanco. Hay montones de referencias pop y disparates con doble sentido que sólo pueden ser leídos por los adultos – como el ácido chiste sobre regalías no cobradas sobre su propio merchandising que le hace Bugs a Lucas, o esa gran metaficción en donde toman elementos de la vida real de Jordan (su paso fugaz por el baseball) para encastrarlo con la historia de la película (como que el match con los aliens le devolvió las ganas de volver a jugar al basquet (!) – y emanan de un libreto inteligente. La historia es una excusa para ver a todos estos personajes deliciosos en acción y disfrutar un rato de chistes locos y entretenidos. Desde ya que la trama no cambiará la historia del cine, pero es un show sólido y divertido, con lo cual los resultados hacen excusables sus fallas de origen.

LOONEY TUNES

Space Jam (1996) – Looney Tunes: De Vuelta en Acción (2003) – Space Jam 2: Una Nueva Era (2021)