Crítica: The Day the Sky Exploded / La Morte Viene Dallo Spazio (1958)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Italia / USA, 1958: Paul Hubschmid (John McLaren), Fiorella Mari (Mary McLaren), Madeleine Fischer (Katy Dandridge), Ivo Garrani (profesor Herbert Weisse), Dario Michaelis (Peter Leduq)

Director: Paolo Heusch, Guión: Sandro Continenza, Marcello Coscia & Virgilio Sabel

Trama: Estadounidenses y soviéticos han dejado las rivalidades de lado y se preparan a enviar el primer hombre a la Luna en una misión conjunta. El elegido es el americano John McLaren. Sin embargo el viaje no sale como lo previsto, y McLaren se ve obligado a abortar la misión. El problema es que algunas de las fases de lanzamiento – impulsadas por cohetes – han seguido su curso y han impactado contra una masa de asteroides, generando una gigantesca explosión y lanzando a los mismos hacia la Tierra. Ahora los científicos de todo el mundo se han reunido para generar un plan de contingencia contra el desastre, el que amenaza con arrasar al planeta Tierra. Pero el tiempo pasa, las soluciones se agotan y el ejército de asteroides sigue su curso hacia nuestro planeta …

La Muerte Viene del Espacio (1958) La Morte Viene Dallo Spazio es el primer filme italiano de sci fi, y es una extraña coproducción entre los peninsulares y los capitales americanos de Samuel Z. Arkoff. El pope de la AIP se embarcaria durante años en otras coproducciones con sabor a pasta chuta, en géneros tales como el peplum, las películas de euroespias y cintas de terror, como el caso de The Last Man on Earth (1964).

Acá hay un intento de hacer cine catástrofe espacial al estilo de Cuando los Mundos Chocan (1951), pero con efectos especiales y presupuesto casi mínimos. La enorme mayoría de la acción pasa en decorados de estudio, y esto termina por aniquilar todas las buenas intenciones del filme – imaginen Cuando los Mundos Chocan, pero concebida como una obra de teatro de barrio que usa dos decorados -. La gente habla y habla, muchas veces de manera completamente ajena al armagedón que se les viene encima, y siempre se pasea por los mismos sets. Si algo ocurre, se ve por una minúscula pantalla de TV, y hasta allí llega el concepto de acción excitante que maneja la película.

Y ciertamente se llega a un punto en donde el aburrimiento termina por sobresalir y sepultar los meritos de la película. No hay nada demasiado malo – la puesta en escena es prolija, la fotografía impecable (a cargo de Mario Bava) -, pero la película tiene un ritmo cardíaco casi inerte. Parte del efecto se debe al inmutable Paul Hubschmid – un tipo que apareció en The Beast from 20,000 Fathoms y en Funeral en Berlin -, que es un muerto ambulante en escena. Sinceramente pensé al principio que se trataba de una película sobre invasores extraterrestres, quienes habrían abducido al astronauta y lo habrian reemplazado por un clon carente de sentimientos… pero no: el tipo es así de maderoso por naturaleza. Hubschmid es incapaz de mover el más minimo músculo facial, y uno podría aventurar la teoría de que debería sentirse incómodo en el rodaje (este es un filme donde hay actores italianos, alemanes y franceses haciéndose pasar por americanos y rusos, y asumimos que ninguno de ellos hablaría inglés en el set). La otra hipótesis posible es que el tipo no entendía un cacso de las directivas en italiano que le debía dar el director Paolo Heusch.

La Morte Viene Dallo Spazio parece un capítulo doble de la serie El Túnel del Tiempo. Barato por donde se lo mire, con exceso de stock footage y demasiados actores inexpresivos en sets de cartón pintado. Aún cuando la serie B en blanco y negro suele tener sus encantos, esta coproducción carece de ellos. Es simplemente celuloide gastado en una historia inerte.