Crítica: Código Sombra: Jack Ryan (2014)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 4/5: muy buena USA, 2014: Intérpretes: Chris Pine (Jack Ryan), Keira Knightley (Cathy Muller), Kevin Costner (Thomas Harper), Kenneth Branagh (Viktor Cherevin)

Director: Kenneth Branagh – Guión: Adam Cozad & David Koepp, basados en los caracteres creados por Tom Clancy

Trama: Después de los atentados de setiembre de 2001 el joven estudiante de economía Jack Ryan decide dedicar su vida a defender a su patria y su gente. Por ello abandona los estudios y se enrola en la Marina, terminando seriamente herido durante una misión en Afganistán. Durante su recuperación es contactado por el agente de la CIA Thomas Harper, quien lo ve muy despierto y desea incorporarlo a la agencia en calidad de analista. 10 años después descubrimos a Ryan trabajando en Wall Street como operador, aunque sigue enviando reportes a la CIA sobre posibles operaciones clandestinas destinadas a financiar al terrorismo. Así es como Ryan termina dando con una serie de operaciones financiadas por el empresario ruso Viktor Cherevin, de las cuales desconoce la procedencia de los fondos. Especulando que se puede tratar de un atentado financiero – la compra de numerosos bonos de deuda estadounidense, con la idea de venderlos masivamente en el momento adecuado para generar un crack -, Ryan se desplaza hasta Rusia con el propósito de llevar una auditoria; pero enorme será su sorpresa al descubrir que la operación – para que tenga éxito – necesita ser coordinada con un atentado masivo similar al de Setiembre de 2001, de manera de provocar un caos en los mercados y la caída de la economía norteamericana. Y, con el tiempo en su contra, el analista deberá convertirse en un improvisado agente de campo, el cual debe encontrar fecha, hora y lugar del atentado antes de que Cherevin provoque una carnicería que se lleve consigo buena parte de la economía occidental.

Codigo Sombra: Jack RyanCódigo Sombra: Jack Ryan es una nueva aventura del espía creado por Tom Clancy y protagonista de una larga serie de novelas ambientadas en la Guerra Fría. Lamentablemente la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la Union Soviética supusieron un golpe casi mortal para el género de espionaje, dejando en el aire a los autores del rubro quienes tuvieron que salir desesperados a buscar una nueva horda de enemigos del mundo libre contra los cuales tejer las intrigas de turno. Por otra parte la extinción de los soviéticos trazó una barrera histórica tras la cual quedó aislado el grueso de las grandes obras del género, las cuales pasaron a ser anticuados libros de aventuras. Si bien todo esto no deja de ser un prejuicio bobo – una buena historia siempre es una buena historia, mas allá de que se ambiente en los años 60, durante la Segunda Guerra Mundial o en la época napoleónica -, lo cierto es que Hollywood terminó por archivar el género, considerando que las reconstrucciones de época eran caras, y de que una obra de espionaje vintage difícilmente atrajera multitudes como en su época de oro en la década del 60. A las perdidas vemos algún filme de espías e incluso los tecnothrillers creados por Clancy a partir de La Caza al Octubre Rojo – se topan con limitaciones, ya que es difícil encontrar alguien que rivalice con los Estados Unidos en tecnología… a menos de que se trate de una conspiración interna dentro de las mismas filas de la comunidad de inteligencia norteamericana.

En vista de todo ello, los productores históricos de la saga de Jack Ryan han decidido tirar la lógica por la ventana, y seguir el derrotero tomado por la serie de James Bond, abandonando los libros originales de Clancy y encarando la construcción de argumentos originales, adaptados a los tiempos que corren. Desde ya que las novelas sirven de inspiración para delinear personajes e intrigas, pero los soviéticos han sido sustituídos por neo nazis, terroristas árabes o rusos resentidos que añoran los tiempos de gloria del imperialismo rojo, los cuales utilizan los últimos aditamentos de la tecnología para boicotear las bases de la superpotencia norteamericana. Y como para que resulte coherente el enfoque han decidido hacer un reboot de la saga, retrotrayendo a Jack Ryan a sus épocas de novicio analista de la CIA, y poniendo a Chris Pine (Star Trek) en la piel de la nueva encarnación del personaje de Clancy.

Honestamente Pine no me llena como actor – no es malo, pero no desborda de carisma – y aquí está correcto, ni más ni menos. La ventaja es que el perfil de Pine es mas atlético, lo cual lo hace adecuado para ponerle un poco mas de acción a las aventuras de Ryan – el tipo en realidad es un ratón de biblioteca, un analista que vive chequeando datos y escribiendo informes, y que ocasionalmente se ve obligado a salir de su madriguera para defender al mundo -, lo cual es un requisito imprescindible en un género marcado a fuego por la aparición del hiperkinético Jason Bourne y todos sus clones. Acá la trama lo pone como analista financiero de Wall Street, trabajando de manera encubierta para la CIA, y olfateando la pista de lo que puede ser un serio atentado económico. Si bien las primeras parrafadas sobre la operación puedan sonar demasiado crípticas, con la aparición de Kevin Costner (y la explicación que Pine le da a éste) las cosas se entienden: inundar el mercado yanqui con bonos a precios regalados, a la vez de dar un golpe explosivo al corazón mismo de la economía norteamericana: Wall Street.

Las cosas resultan movidas, con lo cual Código Sombra: Jack Ryan tiene muy buenas persecuciones, muy buenas peleas y muy buenos momentos de tensión. Kenneth Branagh ha decidido salir del aburrido mundo shakespeareano y ha demostrado (con éste film y con Thor) que es un director de la hostia. También es muy bueno como villano, destilando amenaza por todos sus poros cuando se pone serio. Tanto en el primer encuentro con Pine, la tensa cena, así como los acontecimientos posteriores están amrcados por el veneno que emana, un dato remarcada por una gran actuación. Junto al correcto Pine está Keira Knightley – desbordante de carisma como siempre – y Kevin Costner, el cual funciona de maravillas en esos papeles de tipo inteligente, a media máquina y potencialmente peligrosos.

El problema con Código Sombra: Jack Ryan es que la trama posee cierta implausibilidad propia de los filmes de James Bond; ésa en que el villano tiene abundantes oportunidades de liquidar al héroe y no lo hace… porque el libreto no tiene ganas de hacerlo. Digo: si todo esto transcurre 24 horas antes de un masivo golpe planeado desde hace años, ¿por qué no asesinar a los molestos intrusos recién llegados? ¿por qué distraerse con formalidades, cenas inesperadas, y pirotecnia verbal?. Si Branagh perdió a su asesino favorito – que tenía la misión de liquidar a Pine -, ¿no sospecha que el analista de Wall Street no es lo que es? ¿por qué no lo asesina lisa y llanamente en su propia oficina, y tira el cuerpo en un baldío?. Hay muchas ocasiones – quizás demasiadas – en donde Pine sale indemne “por una cuestión de apariencias”, lo cual termina resultando estúpido en vista de la magnitud de la operación que está a punto por concretar el villano. Aún con todas esas implausibilidades Código Sombra: Jack Ryan se deja ver, simplemente porque Brannagh es un director demasiado bueno y sabe de sobra como hacer algo entretenido.

Ojalá puedan rodar mas aventuras de Ryan mas seguido en vez de esperar lustros entre una entrega y otra. Tiene su interés y su consistencia, aunque aquí quizás le perdonen demasiado la vida al protagonista. Chris Pine es muy bueno como el héroe, porque actúa cuando debe actuar y porque muestra desesperación cuando la situación se ve angustiante. Ojalá puedan pudir la fórmula en las próximas entregas, ya que uno precisa mas de estas intrigas con cierta substancia, una especie en extinción en este Hollywood saturado de accion delirante y efectos especiales computarizados.

LA SAGA DE JACK RYAN

Hasta ahora, éstas han sido las adaptaciones a la pantalla grande del personaje creado por Tom Clancy: La Caza al Octubre Rojo (1990) – Juego de Patriotas (1992) – Peligro Inminente (1994) – La Suma de Todos los Miedos (2002) – Codigo Sombra: Jack Ryan (2014) –