Las repercusiones de Casino Royale

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Ya la vimos, ya polemizamos, hay resultados de taquilla… es hora de ver qué nos ha dejado el último filme de James Bond. – por Alejandro Franco

LAS REPERCUSIONES DE CASINO ROYALE

El tiempo de espera terminó y Casino Royale vino como una tromba, arrasó las taquillas, y todo indica que Craig vino para quedarse.

Los datos no mienten; con el reciente estreno en Italia, y aún pendiente su debut en el vasto mercado de China el 30 de Enero, lo acumulado hasta ahora afirma que Casino Royale es el filme más taquillero de la saga, con 497.837.718 dólares, figurando entre las 50 películas más taquilleras de la historia, y superando la recaudacion de Otro Día Para Morir (el último hit de boletería de la serie), que tenía 424.700.000 dolares (datos a nivel mundial) – mención aparte, faltan las actualizaciones por inflación de los filmes de Connery como Goldfinger u Operación Trueno, que posiblemente sean muy superiores -. Y la escalada de Royale aún no para… Además, considerando la larga duración del filme, es posible que hubiera podido recaudar más si se acotaba a una duración standard de 90 minutos; pero esto es consuelo de tontos, ya que otras películas enormes (como la saga del Señor de los Anillos) no tuvieron empacho para arrasar en taquilla a pesar de tres o más horas de duración.

Los críticos se pueden agarrar diciendo que en USA Casino Royale recaudó menos que Happy Feet (la de los pingüinos bailarines), y que nunca pasó del segundo puesto. Como dicen los americanos, eso es bullshit, y lo cierto que el filme de Martin Campbell ha dejado una marca profunda en la taquilla.

Con semejantes resultados, una edad que no llega a los 40 años, loas de la crítica por todos lados, y un contrato por tres filmes que posiblemente se extiendan, todo indica que el reinado de Daniel Craig ha comenzado y es posible que se transforme en el más duradero desde Roger Moore. Y además, que sea el de mejor calidad desde Sean Connery. Aunque sus próximas aventuras lo manden a Marte a pelear con un monito robot, la marca de Casino Royale es muy fuerte, y sin importar si desciende de calidad en próximas entregas, siempre terminará recaudando como la película más débil de Pierce Brosnan.

Y es que los standares de calidad de la serie han cambiado. Es difícil que veamos más filmes ridículos como la última etapa Moore (en todo caso, lo delirante ahora puede venir empaquetado como Otro Dia Para Morir), pero nunca de niveles tan bajos. Contra todo pronóstico, es posible que la era Craig termine por ser la auténtica sucesora de la era Connery: cuando todo era minimalista, los gadgets eran contados, y lo que importaba era el protagonista en pantalla.

Ya he comentado que Daniel Craig no era mi intérprete ideal. En lo estético no da con el perfil Bond, pero en la parte actoral posee carisma y es un buen intérprete. Resulta curioso notar que en Casino Royale su Bond está más emparentado con el 007 original de Connery en Dr. No más que con el resto de los filmes de la saga (aunque mejor interpretado que el escocés en su primera aventura cinematográfica como agente secreto). Los paralelismos son abundantes: es un 007 arrogante, con escasos guiños, despiadado y cruel, falible, y que termina siendo torturado. La golpiza en la base secreta del Doctor No (así como su sufrido escape por las cañerías de la instalación) no difieren demasiado en tono del Bond de Craig siendo torturado por Le Chiffre. El despacho expeditivo de Strangways tiene su repercusión en el segundo asesinato que comete Craig al comienzo de la película.

Pero si el Bond de Craig tiene sus raíces en el 007 de Connery en Doctor No, hay que reconocer la notoria influencia de los filmes de Jason Bourne en el aggiornamiento del personaje. 007 es expeditivo e inteligente, utiliza cualquier cosa como arma que tenga a mano, y da la impresión de un hombre realmente entrenado para asesinar a mano limpia. Ha perdido algo de su imagen de dandy, es cierto, aunque los modales refinados permanecen. Este Bond se ve mejor en traje comando que en smoking.

Mas allá de las polémicas surgidas (y que seguirán existiendo), el Bond de Craig es potente. Y es superior a Dalton. Donde el galés demostraba ser demasiado estoico, agrio y antipático, Craig resulta agradable. Si comparamos con otro filme minimalista reciente (donde no hay descomunales planes para destruir al mundo), Casino Royale es superior a Licencia Para Matar. Además de que el filme esté mejor escrito en diálogos (y es una virtud de los guionistas, ya que usa levemente la estructura básica de la novela), este 007 es carismático. Es un espía rodeado de villanos despiadados, y que resulta ser tan cruel como ellos. Pero tiene a su favor la identificación del público con el personaje, cosa que no sucedía en la última aventura cinematográfica de Timothy Dalton. Mientras que en Licencia Para Matar uno se preguntaba cuándo aparecían los gadgets y toda la rutina clásica, en Casino Royale uno no extraña esas cosas en absoluto. La aventura resulta siendo tan fascinante (e impresionante) que la gente se queda con ganas de volver a verla. Es sin dudas un gran filme de la saga.

Esto no es un cambio de bando por parte nuestra; es simplemente abrirse a las sensaciones del filme. He disfrutado la película, me ha sorprendido más que gratamente, y me ha provocado emociones que no sucedían desde hace años con otros films Bond. Brosnan siempre fue mi favorito después de Connery, pero uno llega a la conclusión que quizás en el fondo había algo de rutina demasiado gastada en sus películas. Por supuesto, son ampliamente disfrutables. Pero Casino Royale es algo fresco, nuevo y bueno, y por eso sorprende.

Es difícil saber cómo sigue la saga. A pesar de la fusión de Sony y MGM, y multitud de cosas bajo el mismo paraguas (como los derechos de Kevin Mc Clory), dudo mucho que SPECTRE vuelva a resucitar. Es posible, en cambio, ver a la organización pro terrorista para la que trabajaba Le Chiffre nuevamente en acción. Sin duda la acción va a tener más los pies en la Tierra. Quizás lo que podamos esperar sea una lenta presentación de los personajes habituales (el inicio de Moneypenny, el comienzo de Q) que forman parte de la leyenda 007. O quizás no, y tal como Batman, veamos al personaje reducido a sus elementos más básicos lo que le da más agilidad a sus historias (por ejemplo, ¿alguien imagina el regreso de Robin a la serie?). Habrá que ver y disfrutar lo que depara el destino. No sería extraño que Campbell regrese como director, aunque no sería deseable, ya que la saga había recuperado su frescura alternado cineastas. Tan sólo faltan dos años para la próxima aventura (2008). Será cuestión, entonces, de empezar a contar los segundos que faltan hasta ese día.