Crítica: Returner (Asesino Solitario) (2002)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Japon, 2002: Takeshi Kaneshiro (Miyamoto), Anne Suzuki (Milly), Goro Kishitani (Mizoguchi), Kirin Kiki (Xie), Yukiko Okamoto (Dr Yagi), Masaya Takahashi (jefe de la mafia china)

Director: Takashi Yamazaki, Guión: Takashi Yamazaki & Kenya Hirata

Trama: Miyamoto es un asesino solitario que se encuentra en un sendero de venganza tras los pasos del mafioso Mizoguchi, quien secuestrara y asesinara a su mejor amigo hace quince años. Pero en uno de los ataques de Miyamoto a las instalaciones de Mizoguchi, se topa con una extraña chica que parece haber caído del cielo. La joven le dice que proviene del futuro y que su misión es destruir una nave alienígena que aterrizará en la Tierra en los próximos tres días, la cual sería una avanzada de una invasión extraterrestre. Y es que en el futuro del año 2084, la humanidad ha sido prácticamente exterminada por la guerra con los aliens. Miyamoto accede a ayudar a la joven, pero se topará en el camino con el mismo Mizoguchi, el cual tiene sus propios intereses en capturar la nave extraterrestre.

Returner - Asesino Solitario De los años ochenta a esta parte, James Cameron hubiera duplicado su millonaria fortuna si hubiera podido cobrar derechos de autor a todos las películas que le han robado ideas de Terminator (1984). Returner es un caso obvio. Y mientras que la mayoría de clones del exterminador robótico suelen ser patéticos, al menos el filme de Takashi Yamazaki mezcla en la coctelera una enorme cantidad de delirio y homenajes a otros géneros como para que tenga algo de personalidad propia. Returner no es la película más original de la cinematografía japonesa de los últimos tiempos, pero al menos entretiene y le hace olvidar a uno acerca de las fuentes en donde está abrevando.

La influencia obvia es Terminator, con otro viajero del futuro (en este caso una chica) que debe ir al pasado y detener a la fuente original del holocausto de su época. En vez de robots, tenemos a una nave alienígena. Pero una vez estando en la época actual, tenemos a un asesino muy cool que busca su venganza personal contra un capo del Yakuza. Y en el medio hay una enorme ensalada de copias y homenajes que van desde Misión: Imposible, Día de la Independencia hasta Matrix, bullet time incluído. A pesar de toda esa mescolanza, la película se deja ver más que bien, fundamentalmente porque tanto los héroes como el villano tienen carisma de sobra. La historia es bastante líneal y, aún así, a veces pega algún que otro patinazo de lógica – en especial el carácter de la veterana japonesa que le provee la info a Miyamoto, y cuyo único propósito es forzar el avance de la trama brindando datos imposibles de averiguar por parte de los protagonistas -. Pero Takeshi Kaneshiro es muy cool, Anne Suzuki es bastante inteligente y Goro Kishitani se relame con su rol de villano cansado de la incompetencia de sus secuaces. Me hace acordar a una versión japonesa del Joker de Heath Ledger, pero más mala onda.

Pero donde la película remonta muy bien es cuando vienen las escenas de acción. El bullet time es efectivo y hay un par de cosas originales al respecto. Las secuencias con los aliens son realmente buenas – en especial, cuando un avión Sea Harrier entra de incógnito en una base de la resistencia del futuro, y se convierte súbitamente en un transformer cargado de robots extraterrestres -, y toda la película respira adrenalina. Y aún cuando la trama no gane un Oscar, el director Yamazaki le pone suficiente energía como para transformar a Returner en un entretenimiento sólido, más allá de todas las secuencias que copia a películas de mayor calidad y originalidad.