Crítica: Renaissance (2006)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Francia / GB / Luxemburgo, 2006: con las voces en ingles de Daniel Craig (Capitan Karas), Catherine McCormack (Bislane Tasuiev), Romola Garai (Ilona Tasuiev), Ian Holm (Dr Jonas Muller), Jonathan Pryce (Paul Dellenbach), Kevork Malikyan (Nusrat Farfella)

Director: Christian Volckman, Guión: Alexandre de la Patelliere, Mathieu Delaporte, Jean-Bernard Puoy & Patrick Raynal,, Musica – Nicholas Dodd

Trama: Paris, en el futuro. El capitán Karas es asignado para ubicar el paradero de Ilona Tasuiev, una empleada de la poderosa corporación Avalon – la que domina toda la ciudad – que ha desaparecido misteriosamente. En el proceso Karas va descubriendo que Ilona se encontraba involucrada en las investigaciones cientificas que realizaba el Dr. Jonas Muller sobre la Progeria – una enfermedad que produce el envejecimiento prematuro de los niños, llevándolos hasta la muerte -. Pero tras la pista de Muller también se encuentran los matones de Avalon; y todo indica que la corporación posee oscuras intenciones acerca de hacerse con los descubrimientos de Muller sobre el tratamiento de la enfermedad.

Renaissance Esta es una extraña pero sólida película animada que proviene de Francia, y que en su momento pasara de manera anónima en la taquilla – simplemente se estrenó en los circuitos habituales de cine arte en el primer mundo; y en el resto del planeta fue a parar directamente a video -. No es muy frecuente que las producciones francesas incursionen en la sci fi, y menos en forma de cartoon.

Si uno comienza a analizar en detalle, no hay demasiado de original en Renaissance; toda la base de la historia parece un reciclado de elementos de otros filmes, comenzando por Blade Runner. Ya de entrada vemos que Avalon – una corporación dedicada a productos médicos y de belleza – está omnipresente en la vida de esta Paris del futuro, clamando a gritos que van a ser los villanos del film. Con un policía renegado, una ciudad vieja y decadente plena de injertos de ultima tecnología – trenes bala, edificios móviles, super autopistas, avisos publicitarios holográficos, etc -, una corporación malvada y un científico que opera en la oscuridad, las influencias del film de Ridley Scott son más que obvias. Incluso la investigación del Dr. Muller recuerda a la del ingeniero genético que padecía el sindrome de Matusalem y vivía en el loft lleno de juguetes vivos de Blade Runner.

Quizás la mayor diferencia con el estilo de Blade Runner es que aquí el relato carga más las tintas en el aspecto del policial negro, y no tanto en lo fantástico – si bien la tecnología está presente en toda la historia -. A uno le da la impresión de que toda la narración bien podría haber sido despojada de los elementos de sci fi y la historia hubiera quedado igual, simplemente seteada en el tiempo actual. A su vez, el libreto tiene algunas desprolijidades menores, como subtramas que son abandonadas o que no terminan bien desarrolladas – por ejemplo, la relación entre Karas y el capo mafioso Farfella, que prometía mucho más de lo que realmente cumple; la historia del hermano menor del Dr. Muller; y el ya habitual síndrome de fast forward de los guiones actuales, donde los libretistas caen en la cuenta que les quedan 10 minutos de film y comienzan a vomitar masivamente información, haciendo avanzar el relato a los saltos -. El clímax se engancha de manera artificial con la historia – que venía con un ritmo natural muy bueno -, y tiene algo de decepcionante aunque igualmente es muy bueno en términos de ironía, algo muy habitual en el policial negro.

Pero si bien Renaissance no es original sino que es rutina muy bien hecha, y que carece de villanos consistentes, el gran mérito del film es sin dudas su aspecto visual. Utiliza las técnicas de Rotoscope tal como en A Scanner Darkly, pero con la novedad de que sólo maneja blanco y negro como únicos colores (ni siquiera hay demasiados grises). El resultado es fascinante, generando un clima espectacular. Todos los personajes, e incluso la ciudad, permanecen en sombras constantemente; visualmente y estilisticamente es mucho más efectivo este enfoque aquí que en el film con actores Sin City. Además el director Volckman maneja mucho mejor los tiempos y los climas que en la película de Robert Rodriguez; si bien ambas cintas simplemente se dedican a reciclar clichés del film noir, el resultado está mucho más logrado aquí, simplemente porque se trata de una sola historia y el grado de detalle es superior. Además la inventiva de los autores es mucho más alta, en especial en una excelente escena en Notre Dame, donde los protagonistas mantienen un tiroteo a través de una gigantesca estructura con pisos de vidrio.

Renaissance es una película más que recomendable. Tiene un clima formidable, mantiene su suspenso y, por sobre todo, tiene un estilo visual sorprendente. Desde ya le aconsejamos que la vea.