Crítica: Amanecer Rojo (1984)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1984: Patrick Swayze (Jed Eckert), C. Thomas Howell (Robert Eckert), Lea Thompson (Erica), Powers Boothe (Andy Tanner), Ron O’Neal (Coronel Bella), Jennifer Grey (Toni), Ben Johnson (Mason)

Director: John Milius, Guión: John Milius & Kevin Reynolds

Trama: Década del 80, en una visión alternativa de la historia. Europa se ha alejado políticamente de los Estados Unidos y ha disuelto la OTAN. Por su parte otros aliados de Norteamérica han caido en sangrientas guerras civiles y el gigante del norte se encuentra solo, manejado por un gobierno débil. En semejante escenario las potencias comunistas del mundo han decidido invadir Estados Unidos, desactivando todos sus mecanismos de defensa. Esta es la historia de un puñado de muchachos, nativos de un pueblito en Colorado, que han visto como las fuerzas soviéticas han descendido en paracaidas sobre la zona y han desatado una brutal represión civil. Los chicos se han refugiado en las montañas y, mientras que al principio se encuentran temerosos, al conocer la noticia de la muerte de sus padres – fusilados por los invasores – han decidido plegarse a la resistencia, formando una letal unidad guerrillera conocida como los Wolverines. Y aunque los Wolverines por sí solos no pueden ganar la guerra, su accionar se ha vuelto tan legendario que muchachos de todas partes de la costa oeste han decidido acercarse a ellos para unirse a su causa.

Amanecer Rojo (Red Dawn) (1984) Yo extraño muchísimo a John Milius. En los 70 era un script doctor formidable, un creador de discursos fantástico, un tipo que ha escrito algunas de las líneas mas memorables de la historia del cine. Como “Charlie no surfea” o “me gusta el olor del Napalm por las mañanas” de Apocalipsis Now. O los latiguillos de Clint Eastwood en Harry el Sucio. O la historia del Indianápolis que cuenta Robert Shaw en Tiburón (que era real, pero que Milius reelaboró su narrativa de manera impresionante). O el sentido estoico que le había impregnado a Conan el Bárbaro. Luego de todo eso Milius hizo implosión, volviéndose menos medido y mas radical, y desmejorando la calidad de su trabajo. Es posible que el quiebre en su carrera venga, precisamente, por el título que ahora nos ocupa. En sí no fue un fracaso comercial, pero la crítica la lapidó. Bah, siempre hubo gente descerebrada y fanática del filme que la llegaron a comparar (Santo Dios!) como la respuesta norteamericana a La Batalla de Argelia (gulp!).

Amanecer Rojo es una película concebida de manera idiota. Aquí Milius maneja dos historias: la de la iniciación en las artes de la guerra, las cuales convertirán a los muchachos en hombres; y luego está el escenario de la invasión que sirve como evidente panfleto patriótico y anti comunista. El problema es que la segunda trama está armada para el demonio e intenta todo el tiempo superponerse a la primera… y eso da pie a que se genere una parva de escenas ridículas.

El problema evidente con Amanecer Rojo es que el escenario de fondo es absurdo. Mexico y Canadá, envueltos en guerras civiles. Una Europa aislacionista que decidió disolver la OTAN. El gobierno argent… digo yanqui, que ha desmembrado al ejército y que parece haber dejado de pagar la factura de la luz, ya que no le andan ni los radares ni los misiles balísticos intercontinentales (millones de soldados comunistas pisan territorio norteamericano sin siquiera haber sido detectados!!). Ah!. Ni tampoco parece haber comprado combustible para los tanques y aviones, ya que la resistencia se restringe a un puñado de granjeros armados con escopetas y subidos a bordo de sus chatas. Eso es!. Vamos a perdigonear a esos fuckin rojos!!.

Oh, si, es un escenario extremadamente imbécil. La tecnología lo convierte en imbécil, ya que esta misma historia hubiera funcionado de maravilla si se la seteaba en Europa durante la Segunda Guerra Mundial… pero la resistencia hubiera tenido que ser polaca o francesa, no yanqui. Maldita Geografía. Y como Milius quiso demostrar que los yanquis tienen tantos cojones como sus pares europeos, se mandó con su propia guerra mundial en suelo norteamericano. Digo yo: ¿no podrían haber generado una sarta de explicaciones mejores o, mejor aún, dejar todo envuelto en el misterio?. Mañana, Cuando la Guerra Empiece es una puesta en escena muy superior de toda esta misma idea, y eso que la calca tal cual, pero prefiere no dar demasiados detalles sobre cómo la invasión es posible ni por qué el ejército nacional no ha podido hacerle frente. Bah, será que todo eso era más plausible porque los australianos no tienen misiles nucleares que yo sepa.

Si uno se abstrae de las explicaciones, Amanecer Rojo es una aventura ok. Hay algunos momentos logrados, como cuando el personaje de C. Thomas Howell (!!) se transforma de quinceañero llorón en una máquina implacable de matar comunistas. También hay omisiones y giros de tuerca inexplicables, en especial sobre cómo estos granjeros se convirtieron en una devastadora unidad de élite (hubiera sido preferible que el grupo encontrara primero al militar que encarna Powers Boothe y recibiera de él la instrucción militar pertinente), o como ellos deambulan por el pueblo con total libertad cuando todos los varones han sido encerrados en campos de reeducación (ja.ja) – la secuencia en donde Harry Dean Stanton le pide a su hijo que lo vengue es totalmente ridícula -. Pero el libreto suma problemas por todos lados. No hay desarrollo de personajes y todos son tan estoicos que bordean lo absurdo – “no llores, está prohibido llorar!” -, con lo cual a uno no termina por importarle demasiado lo que le pase a esta gente.

En sí Amanecer Rojo es un producto de su tiempo; pertenece a una época en donde todo estuvo a punto de irse al carajo, con Reagan matoneando a la URSS y provocándola a ver si se animaban a apretar el botón rojo. En la época en que apareció Amanecer Rojo el hemisferio norte vivía orinándose en los pantalones al leer las tapas de los diarios y olfatear que el Armagedón estaba cerca. Mientras que en ese entonces surgieron respuestas artísticas de calidad – El Dia Después, Threads, Cuando el Viento Sopla – también surgieron engendros radicalizados escritos por gente envuelta en la bandera norteamericana y que se golpeaba el pecho mientras cantaba el himno yanqui. En ese sentido Amanecer Rojo no difiere mucho de Invasión USA (sí, la de Chuck Norris).

El tiempo le ha pegado mal a Amanecer Rojo (y es curioso descubrir hechos unos pibes a un montón de actores que hoy están en el horno, como Charlie Sheen o C. Thomas Howell, amén de Patrick Swayze y Jennifer Grey en la era pre Dirty Dancing, y a Lea “después de Volver al Futuro nunca pude hacer una carrera como la gente” Thompson), pero los yanquis tienen un recuerdo entrañable de la película (wtf!). Tanto que han decidido hacer una remake en el año que corre, sustituyendo a los sovieticos por chinos (y siendo reemplazados a último momento por norcoreanos!), demostrando que la estupidez no tiene época ni fronteras.

RED DAWN

Amanecer Rojo (1984) – Amanecer Rojo (2012)