Crítica: Radius (2017)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

3 atómicos: buenaCanadá, 2017: Diego Klattenhoff (Liam Hartwell), Charlotte Sullivan (Jane / Rose Daerwood / Lily Grayson), Brett Donahue (Sam Daerwood)

Director: Caroline Labreche & Steeve Leonard – Guión: Caroline Labreche & Steeve Leonard

Trama: Un hombre se despierta aturdido en medio de la carretera. Su camioneta está volcada, sus ropas ensangrentadas, su mente en blanco. Por los papeles de la camioneta deduce que es Liam Hartwell y descubre dónde queda su casa. Pero al intentar hacer autostop, el coche que iba a levantarlo pierde el control y queda en la banquina. Al examinarlo Hartwell descubre – para su horror – que el conductor está muerto. Algo similar ocurre cuando llega a una gasolinera, donde los comensales y los encargados están muertos. Sospechando de algún virus en el aire – al cual él es inmune -, Hartwell va a su casa y arma un refugio, pero al toparse con un grupo de gente, éstos caen muertos en el acto. Así es como descubre que el accidente le ha dado un letal superpoder – toda persona que se le acerque en un radio de quince metros perece al instante -, y la única idea que se le ocurre para sobrevivir es escapar a las montañas y vivir lejos de todo contacto humano. Pero una mujer ha llegado a su casa y, para su asombro, puede estar cerca de él sin matarla. Al parecer la chica también ha perdido la memoria y viajaba con él la noche del accidente, así que juntos empiezan a buscar una respuesta para el fenómeno. Pero las cosas se saldrán de control cuando Hartwell descubra que, si la chica se aleja mas de quince metros, su poder asesino regresa y mata en el acto a todo ser vivo comprendido en ese radio. Ahora Hartwell y la muchacha deberán permanecer juntos aunque no lo quieran, ya que ella es la única capaz de desactivar el poder mortal que posee… un don tan asombroso como maldito y cuyo origen resulta inexplicable.

Arlequin: Critica: Radius (2017)

Hay conceptos que suenan mejor en el papel que en el celuloide. Por ejemplo, “tipo que posee una especie de superpoder y mata a toda forma de vida en un radio de 15 metros a la redonda”. A mi juicio los responsables de esto se inspiraron en el episodio de La Bomba Apestosa de Memories (1995), aunque el argumento también da para una de Nouvelle Vague, de esas donde los enamorados se pelean, cada uno por su lado exuda una radiación letal que mata todo lo que rodea, y sólo cuando están juntos son inofensivos. Hay bastante de eso en Radius, y una vuelta de tuerca algo rebuscada pero la dirección es buena, y el guión es bastante inteligente para mantener el interés y no caer en trampas bobas.

Un tipo se despierta ensangrentado en el bosque. Ha perdido la memoria como consecuencia de un accidente automovilístico y hace la primera cosa lógica que es buscar una carretera y pedir ayuda. Pero el auto que lo va a levantar se le viene encima y se queda sin potencia en cuestión de metros. La conductora está muerta, lo cual es bizarro. Pronto el protagonista entenderá que todo ser viviente – personas, animales – perecen si se encuentran cerca de él. El tipo hace desastres en una gasolinera, y sólo minutos mas tarde entenderá de qué va su maldición. Mientras tanto piensa que es un gas letal que flota en el aire y que él resulta inmune.

Mientras tanto hay una mujer, también golpeada y sin memoria, que vaga por ahí y va a buscarlo a la casa. Es que tiene la tableta de identificación de la camioneta de él, así que pronto sabemos que iban juntos la noche del accidente. El flaco entra en pánico cuando ella se acerca a prepo a él, desesperada por información que le diga quién es. Así es como descubre que el mal se ha ido… ¿o es la presencia de ella que lo anula?.

Hay algunos momentos interesantes en Radius, como cuando a Diego Klatenhoff (el pata de lana que se tiraba a la esposa de Damien Lewis en Homeland) la policía lo atrapa y se lo lleva en un ascensor, separándose de la chica. La muchacha (Charlotte Sullivan) debe correr como una endemoniada, bajando escaleras a toda prisa para quedar dentro de los 15 metros de distancia de Klatenhoff, no sea cosa que se active su poder y mate a todos en el hospital a medida que baja piso por piso. O cuando unos matones vienen a pelearlo a una cabaña en el bosque donde se refugian… y la unica solución es caminar en reversa, alejándose poco a poco de ellos.

Esto daba bien para un capítulo de media hora de La Dimensión Desconocida; en ese sentido los directores Caroline Labrèche y Steeve Léonard se las apañan para meterle relleno a la trama y que mantenga interés. Quizás el drama es que el fenómeno que afecta a Klatenhoff & Sullivan no queda explicado como debe (¿cual es el sentido de que les pase esto a estos dos?), salvo por los minutos finales que terminan transformando esto en una especie de metáfora. (Alerta spoilers) He aquí el asesino serial que ha perdido la memoria, se ha vuelto humano, y cuando se da cuenta del horror que ha provocado decide salvar una vida humana a costa de la suya. Es su último acto de redención. En todo caso su superpoder sólo ha materializado todos los instintos letales que le han dominado por años. (fin spoilers).

Radius es pasable y, si no hay otra cosa para ver, puede ser recomendable. Está ok, opera con cierta lógica, es potable. Quizás se precisaba alguien con mas vuelo artístico para sacarlo de la anécdota (estirada con los flashbacks y la retorcida vuelta de tuerca), pero funciona con lo justo y para mi eso está bien.