Crítica: Planeta Sangriento (Queen of Blood) (1966)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1966: John Saxon (Allan Brenner), Judi Meredith (Laura James), Florence Marly (alienigena), Robert Boon (Anders Brockman), Dennis Hopper (Paul Grant), Basil Rathbone (Dr Farraday), Don Eitner (Tony Barratt)

Director: Curtis Harrington, Guión: Curtis Harrington, Musica – Leonard Morand

Trama: En el año 1990 llega al planeta Tierra una llamada de auxilio de una misión alienígena estrellada en la superficie de Marte. Una expedición terrestre es enviada al planeta rojo pero luego de varios contratiempos logra dar con la nave extraterrestre. Todos sus tripulantes han desaparecido; y la misión terrestre de apoyo, localizada en la luna Fobos, ha logrado dar con el paradero de una sobreviviente alienigena. Pero en el viaje de regreso a la Tierra, la alien comienza a develar un desesperado apetito por la sangre humana. Con varias bajas en su tripulación, la misión de rescate parece llevar un destino incierto.

Planeta Sangriento En los 60 Roger Corman había comenzado con la práctica de adquirir los derechos de filmes rusos de ciencia ficción y editar sus escenas para generar nuevas películas. Como la industria cinematográfica soviética era el estandarte de la propaganda politica del estado comunista y, entre otros pilares temáticos, exhibía con orgullo los avances en la carrera espacial, los filmes rusos de sci fi contaban con unos presupuestos más que generosos que empalidecían incluso a las superproducciones de Hollywood. Al lado de estas películas, la calidad técnica de las obras de George Pal se veían mediocres. Los avances de los FX soviéticos hicieron agua a Corman (y más tarde, a la AIP), quienes compraban los filmes, podaban a los actores rusos y metían escenas nuevas, aprovechando todos los efectos especiales. Corman empezó la moda adquiriendo Planeta Bur y generando Battle Beyond the Sun (1963) (dirigida por Francis Ford Coppola!). Y entre toda esa tanda, la AIP adquirió Niebo Zowiet / The Heavens Call (1959) y se despachó, entre otros filmes que reciclaron escenas de la cinta rusa, con Queen of Blood.

La película está obviamente armada con dos pesos y se nota. El argumento es bastante mínimo, y lo que hace aquí el director Curtis Harrington es meter una hora de relleno (compuesto del grueso de tomas extractadas de Niebo Zowiet), para recién llegar sobre la última media hora al meollo del asunto. Lo que de ningún modo termina por aburrir, ya que la calidad de los FX es soberbia (y eso que la película original data de 1959!). Las secuencias planetarias, el detalle de las naves, incluso la partida de la nave alienígena de su planeta natal son sencillamente asombrosas. En Niebo Zowiet la Tierra también recibía una llamada de auxilio de una misión extraterrestre, pero el argumento se perfilaba por una carrera espacial entre USA y la URSS para llegar a tiempo para el rescate (y mientras tanto, despacharse con discursos enardecidos pro sovieticos). Aquí en cambio el desarrollo inicial es bastante más burocrático, con la gente viajando primero a la Luna para después mandar una misión principal y otra de soporte. El por qué dos viajes no queda demasiado claro.

Lo que sí resulta claro es que entre el lujo del film sovietico y los decorados de papel maché de la American International Pictures, hay una diferencia abismal y chocante. Los interiores de las naves están llenos de relojes, barómetros, cualquier cosa con agujas y luces titilantes, pero ni siquiera alcanzaron los pesos para hacer un tablero creíble. Para peor, el centro de mando es una burbuja con un pedazo de celofan (que ni siquiera está liso) y varias grabadoras a cinta puestas por doquier. Y uno se reía del panel de control de Plan 9 del Espacio Exterior, que era una mesa, dos sillas y unas cortinas…

Pero donde el film realmente repunta es con el encuentro de la vampira alienígena. Florence Marly (una veterana actriz checoslovaca con varios trabajos en Europa en su haber) tiene una presencia magnética, destilando maldad con sus ojos, y ataviada con un impresionante maquillaje verde que es de lo mejor del film. Es por Marly que las cosas realmente funcionan – los ataques de la criatura tienen su suspenso, y la actriz roba pantalla en cada una de sus apariciones -; porque si dependiera del resto (el estoico Saxon o el drogón Dennis Hopper), actúan en piloto automático a full. Hasta la gloria del cine de terror Basil Rathbone parece estar mirando donde está el sandwich y la Coca del caché que le abonaba la AIP

Planeta Sangriento funciona, primero como curiosidad, y después en el final, donde las cosas están llevadas con bastante gracia. Los diálogos van del clisé puro a lo terrible. Hay un cameo de Forrest J. Ackerman (el director de la famosa revista Famous Monster of Filmland) entre otros detalles para la trivia. Para ser un hijo del reciclaje salvaje de los estudios en aquellos años, entretiene y sorprende, lo que no es poco.