Crítica: El Experimento del Doctor Quatermass (2005)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

GB, 2005: Jason Flemyng (Profesor Bernard Quatermass), Adrian Dunbar (Inspector Lomax), Mark Gatiss (John Paterson), David Tennant (Dr Gordon Briscoe), Indira Varma (Judith Carroon), Andrew Tiernan (Victor Carroon), Adrian Bower (James Fullalove)

Director: Sam Miller, Guión: Richard Fell, basado en el libreto de Nigel Kneale

Trama: Bernard Quatermass es el científico mas brillante de su generación y ha logrado construir – con financiamiento privado – la primera misión espacial británica dirigida a la exploración de Marte. Pero el cohete pierde su rumbo y, después de 72 horas sin señales de algún tipo, se cree perdida en el espacio. Sin embargo, a último momento, la nave aparece y viene en trayectoria de caída libre rumbo a la Tierra. Estrellándose en las afueras de Londres, las autoridades y el equipo científico de Quatermass se presentan en el lugar, sólo para descubrir que – de los tres astronautas que componían la misión – sólo ha quedado uno y no hay cuerpos ni rastros de los otros dos. El misterio envuelve a la misión Quatermass, especialmente porque el sobreviviente – Victor Carroon – está en estado de shock y posee una extraña afección en la piel de uno de sus brazos. Pronto queda en evidencia que Carroon ha sido contagiado por alguna entidad existente en el espacio, la cual ha asimilado a los otros dos astronautas y ahora están mutando al sobreviviente. Escapándose de los cuarteles de Quatermass, el agonizante Carroon deambula sin rumbo por Londres… y en cuestión de horas se transforma en un ser gigante y monstruoso, capaz de absorber cuerpos humanos, y cuya velocidad de crecimiento y reproducción celular amenaza la existencia misma de la humanidad… a menos que sea detenido por cualquier medio posible.

El Experimento del Doctor Quatermass (2005) En el 2005 la BBCdespués de dar vueltas durante décadas con el proyecto y coquetear con una versión para la pantalla grande – se animó a hacer una remake de su clásico seminal El Experimento del Doctor Quatermass. El original databa de 1953, fue emitido en vivo, generó una conmoción popular y practicamente disparó el fanatismo de la comunidad británica por la ciencia ficción. Gracias a Quatermass tuvimos Doctor Who, las marionetas de Gerry Anderson (y sus toneladas de series, que van desde Los Thunderbirds a Cosmos: 1999), A de Andrómeda, Blake 7, las adaptaciones televisivas de 1984, El Dia de los Trifidos y La Guía del Autoestopista Galáctico, Red Dwarf, y una lista interminable de series, miniseries y producciones televisivas. A los dos años la Hammer adaptaría la miniserie a la pantalla grande, dando como resultado la recordada The Quatermass Xperiment (1955), e introduciendo al estudio en el género fantástico; y el prolífico y cerebral Nigel Kneale – autor de la obra – secuelizaría al personaje en Quatermass 2, Una Tumba Para la Eternidad (uno de los filmes favoritos de este escriba), y La Conclusión Quatermass, todas ellas adaptadas pertinentemente al cine.

Esta versión 2005 tiene la particularidad de estar orquestada en vivo y de haber sido pergeñada en colaboración con el mismo Kneale (el cual fallecería al año siguiente de su estreno). Está basada mayoritariamente en el programa de TV de 1953, más que en el guión de la película de la Hammer de 1955. Desde ya condensa enormemente su desarrollo – 3 horas de miniserie han sido comprimidas en un filme de 90 minutos – y realiza algunos cambios para intentar aggiornar el contenido, en una era dominada por los medios, las computadoras e Internet, y en donde la Guerra Fría es una reliquia perteneciente a una era extinta. Pero, de todos modos, uno siente que la modernización de la historia no es todo lo feliz que debiera, y que hay muchos momentos forzados – como el patético control de mando compuesto por tres computadoras (habiendo visto la inmensidad del centro de mando de la NASA), la inexistencia de celulares, el hallazgo de la grabación de la caja negra hecha en un miserable cassette, la falta de maquinaria de última tecnología para analizar las mutaciones de la piel que el sobreviviente tiene en el brazo, etc – que lastiman severamente la naturalidad del relato. Se siente como una obra de la década del 50 adaptada de apuro a las costumbres del nuevo milenio, con lo cual se mantienen muchos procedimientos artesanales que eran usuales hace 60 años.

Pero el mayor problema de El Experimento del Doctor Quatermass 2005 es la pésima decisión artística de rodarla en vivo. Ciertamente esto supone todo un reto en cuanto a logística – planear escenas, dar tiempo a los actores para que cambien de vestuario y de sets, intentar obtener otro feeling debido a operar sin red y sin posibilidad de corregir fallos – y, en algunos casos, los resultados son interesantes (como la remake de Fail Safe protagonizada por George Clooney); pero aquí la elección termina por torpedear la efectividad del relato. Hay largas pausas con tomas aéreas de Londres, o se intercalan fragmentos de video como para que los actores puedan adaptarse a la escena siguiente, pero esto termina cortando la fluidez del relato y sólo termina por resultar molesto. Incluso diría que la opción de exhibirlo en vivo – sin cortes, en una sola tirada – es un truco publicitario pensado para camuflar los pobres valores de producción – la cápsula y la escenificación de su violento aterrizaje son mínimos y poco creíbles; los sets están contiguos uno al otro y se da el absurdo caso de que el hospital donde está internado el astronauta infectado está pegado a la sala en donde Quatermass da la conferencia de prensa (y sin el aislamiento viral que correspondiera); incluso el climax tiene lugar en un salón largo y desolado, el cual es tan despojado que resulta chocante -. Considerando lo apasionante que era la versión Hammer de El Experimento del Doctor Quatermass, esta producción resulta rebuscada y poco interesante: la gente se pelea por espacios de poder, por romances poco sanctos, pero jamás termina de entrar en el intrigante juego de teorías que caracterizaba a Kneale, e incluso el mismo Quatermass se muestra como un hombre soberbio y de mal caracter, pero carente de la chispa de genialidad y carisma que distinguía al personaje. (alerta spoiler) Para colmo el climax respeta el final de la miniserie original, en donde Quatermass dialoga con la parte humana del ente (el que, en un error garrafal, jamás es mostrado; algo imperdonable en los tiempos que corren – desde la miniserie de 1953 hasta la versión Hammer de 1955 mostraban al monstruo; ¿por qué ahora no? -) y lo convence de suicidarse (wtf?!). ¿Cómo se va a suicidar una masa amorfa proveniente del espacio? ¿Conteniendo la respiración?. Al menos el filme de la Hammer lo mostraba electrocutándose en lo alto de la Abadía de Westminster, lo cual era espectacular y mas lógico (fin spoiler). Todos estos detalles boicotean una producción plena de buenas intenciones pero carente de la dirección creativa adecuada.

Para crear clima, uno precisa efectos especiales, primeros planos de los actores, escenas elaboradas, un libreto fluido y pulido. Esta versión live de El Experimento del Doctor Quatermass carece de ello, quedando como una mera sombra del original. Ok, tiene sus momentos – como cuando el astronauta sobreviviente comienza a hablar en alemán, mostrando que ha asimilado (de algún modo) a su compañero germano – pero las virtudes no compensan las pifias y termina resultando una obra tibia, carente de efectividad dramática.

DOCTOR QUATERMASS

Las miniseries de TV basadas en el personaje de Bernard Quatermass son: The Quatermass Experiment (1953), Quatermass 2 (1955), y Quatermass and the Pit (1958). A su vez estas miniseries fueron llevadas al cine por los estudios Hammer en la trilogía compuesta por El Experimento del Dr. Quatermass (1955), Quatermass 2 (1957), y Una Tumba para la Eternidad (¿Qué sucedió entonces?) (1967). Nigel Kneale escribiría un capítulo final para el personaje, que sería La Conclusion Quatermass (1979). X: The Unknown (1956) es una seudo secuela que no fue autorizada por Nigel Kneale para llevar el título de la saga. El Experimento del Doctor Quatermass (2005) es una remake de la primera serie, hecho en vivo por la BBC.