Crítica: The Punisher (1989)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA / Australia, 1989: Dolph Lundgren (Frank Castle), Jeroen Krabbe (Gianni Franco), Kim Miyori (Lady Idiko Tanaka), Louis Gossett Jr (Teniente Jake Berkowitz), Nancy Everhard (Samantha Leary), Barry Otto (Shake), Brian Rooney (Tommy Franco)

Director: Mark Goldblatt, Guión: Boaz Yakin, basado en el comic de Marvel creado por Gerry Conway

Trama: 5 años, 125 criminales muertos. Ese es el saldo del implacable vigilante conocido como el Castigador. Las pandillas locales están diezmadas y ahora, bajo el liderazgo de Gianni Franco, se han unido para controlar la ciudad y enfrentar la amenaza. Pero una nueva fuerza ha llegado a la ciudad y los golpea de manera devastadora. Es el Yakuza – la temible mafia japonesa liderada por Idiko Tanaka -, la que viene a arrasar para quedarse con todo el poder de los bajos fondos. Es por ello que Franco deberá incurrir en una improbable alianza con el Castigador, especialmente después de que su hijo fuera secuestrado por el Yakuza. Con el fin de salvar al inocente, el Castigador desplegará toda su brutalidad en lo que puede ser su última y mas sangrienta batalla.

a Dolph le faltan varias horas de sueño, en esta secuencia de El Castigador (1989) a Dolph le faltan varias horas de sueño, en esta secuencia de El Castigador (1989)

The Punisher (1989) Antes del nacimiento del Universo Cinemático Marvel existieron piezas sueltas, cesiones de derechos hechos por la editora a diestra y siniestra, y que fueron realizadas con el fin de poder engancharse a la euforia de moda de los superhéroes – primero, cuando apareció Superman en 1978, lo que resultó en diversas series televisivas como Spiderman y El Increíble Hulk, baratas y despojadas de toda la fantasía; y después cuando llegó pisando fuerte el Batman de Tim Burton en 1989 -. Esta versión de The Punisher es, precisamente, fruto de la segunda tanda. Posiblemente ésta sea la mejor adaptación del comic que exista, superando a las del 2004 y del 2008, aunque lejos de la perfección. El problema es lo barato de la producción – montones de malos actores contratados, locación australiana indisimulable debido a los autos, patrulleros y omnibuses utilizados (Holden!), y un tufillo a típica película de Chuck Norris – que atenta contra un libreto muy bien calibrado. Utilicen este mismo script sin variantes, pongan mas plata y el logo de Marvel en los títulos, un director standard y un actor que no suene como un estúpido masticando sus líneas, y verán que se consigue otro titulo disfrutable del MCU, aunque con un par de toques oscuros que Batman envidiaría.

Si, si, la producción es floja. Para colmo – y lo que parece una constante en las adaptaciones cinematográficas del héroe – siempre contratan rubios a los que deben teñir de morocho, lo cual queda horrible. Dolph Lundgren es peor actor que Thomas Jane o Ray Stevenson, pero tiene la presencia física del personaje y es expeditivo como pocos. No tenemos la calavera en la remera, aunque la sombra de la barba – y el aspecto demacrado de Lundgren – hacen que parezca un espectro. Lundgren mata a millones de tipos de manera creativa, y eso es agradable. La llegada del Yakuza cambia las reglas del juego, y tenemos una villana – Kim Miyori – que es por lejos lo mejor que tiene el filme. Miyori no escatima en torturar gente, envenenar enemigos, secuestrar y vender niños, u obligar a un mafioso a suicidarse delante de su hijo. La Miyori tiene una chica adoptada, una occidental muda a la que ha entrenado en las artes oscuras de los mercenarios ninjas. La dupla es una caja de shockeantes sorpresas y le pasa el trapo a los mediocres mafiosos locales, el pétreo Lundgren y el quejoso Gosset Jr. Al menos Lundgren pelea bien y la acción está coreografiada de manera decente.

Es dificil hacer un filme taquillero sobre un asesino serial – a final de cuentas, el Castigador no es mas que otro vigilante implacable de corte fascista a lo Harry el Sucio -, pero acá el director Mark Goldblatt (otrora editor de varios filmes de Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone como Rambo II o Commando) se da maña para mantener el personaje en tinieblas. Es un antihéroe, un cruzado sin otra razón para vivir mas que la de matar tipos malos y, en un breve flashback, vemos el por qué. La muerte de toda su familia en un atentado orquestado por la mafia sólo le ha dado la venganza como única razón para respirar. Ahora el tipo vive en las clocas y las utiliza como medio expeditivo para llegar a donde quiera de manera invisible y silenciosa. Los rezagos de su moralidad le obligan a meterse en una pelea que hubiera querido sólo contemplar – entre la mafia local y los Yakuza -, ya que no puede dejar que los hijos de los mafiosos sean masacrados o vendidos a tratantes de esclavos. Los niños aún son inocentes y es por ello que acepta la alianza con el mafioso que compone Jeroen Krabbe… mas un par de forzados alicientes que el criminal le trajo a la palestra y le muestra en la cara.

El Castigador 1989 es un sólido filme serie B. La etiqueta de filme de superhéroes le queda algo grande, pero eso tiene que ver mas con la naturaleza modesta del personaje, el cual es un vigilante callejero sin superpoder alguno. Despreciada en su momento, es un filme que merece seria reconsideración, ya que no todo lo que Marvel patrocinaba en esa época era una basura – el otro filme rescatable es la versión televisiva de Nick Fury protagonizada por David Hasselhoff -. Divierte, tiene una villana impresionante y esconde varias sorpresas bajo la manga, méritos que superan ampliamente a las virtudes de sus sucesoras del 2004 y 2008, y que la hacen mucho mas que recomendable.

THE PUNISHER

Las adaptaciones de El Castigador comentadas en este portal son: El Castigador (1989) – El Castigador (2004) – El Castigador 2: Zona de Guerra (2008) – Netflix’s The Punisher (2017)