Crítica: Tiempos Violentos (Pulp Fiction) (1994)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 1994: John Travolta (Vincent Vega), Samuel L. Jackson (Jules Winnfield), Bruce Willis (Butch Coolidge), Ving Rhames (Marsellus Wallace), Uma Thurman (Mia Wallace), Tim Roth (Pumpkin), Amanda Plummer (Honey Bunny)

Director: Quentin Tarantino, Guión: Quentin Tarantino y Roger Avary, Productores – Lawrence Bender, Danny DeVito, Richard N. Gladstein, Michael Shamberg, Stacey Sher, Bob Weinstein y Harvey Weinstein, Musica – selección de temas varios por Quentin Tarantino

Trama: Varias historias se entrecruzan en un día. Los matones Vincent Vega y Jules Winnfield deben custodiar a la esposa de su jefe, Marsellus Wallace, pero antes deben investigar a unos sospechosos que parecen estar robando droga. Por otro lado, Butch Coolidge desea retirarse del boxeo ilegal y, en una pelea arreglada en su contra, apuesta dinero a su favor, e intenta escapar de las posibles represalias de Marsellus. El camino de Butch se cruzará con el de Vega, no sin antes rescatar accidentalmente a Wallace, quien había sido secuestrado (junto con Butch) por una banda de pervertidos. Y además un par de ladrones de poca monta intentará asaltar el restaurant donde Vega y Winnfield están almorzando poco después de un tiroteo en la mencionada guarida de los traficantes de droga.

Arlequin: Critica: Tiempos Violentos (Pulp Fiction) (1994)

      El género policial negro (o hard boiled, tomado del nombre de los sombreros utilizados en los años 40) tiene su origen en la literatura barata (o pulp, debido su nombre a la baja calidad del papel en donde se imprimía) que se desarrolló en la época de la depresión en los años 30. Muchos escritores comieron en esos años difíciles gracias al pago de editores de centavos por palabras, y a un público ávido de escapismo en tiempos realmente difíciles.

El creador del género es Dashiell Hammett. Hammett era un ex detective privado de la legendaria agencia Pinkerton, cuya vida es digna de un libro para él solo. Si bien Hammett es recordado por dos de sus creaciones como El Halcón Maltés y El Hombre Delgado, el personaje que mejor lo representaba era el llamado Agente de La Continental, un regordete detective privado de nombre anónimo, cuya aventura más recordada es la memorable Cosecha Roja. El estilo de Hammett era de pocas descripciones, mucha acción, y muchos diálogos disparados a la velocidad de una ametralladora.

El comienzo del policial negro era el de los clásicos detectives privados, variante que llegaría al status de arte gracias a la brillante prosa de Raymond Chandler. Y la serie negra lo que hacía era básicamente devolver el crimen a las calles, con matones y policías corruptos, reflejando la realidad de la era de la depresión y en sentido totalmente contrario a las amaneradas novelas policiales europeas de la época (léase Agatha Christie), donde daba la impresión que el crimen sólo se cometía de modo rebuscado en ambientes adinerados.

Con Jim Thompson, James Hadley Chase y Ed McBain, el género negro se liberaría de la muletilla de los detectives privados, y pronto asesinos, matones y corruptos pasaron a protagonizar las novelas del rubro, volviendo al mismo cada vez más cínico. Los únicos que continuarian con detectives privados como héroes serían Ross Mc Donald (Lew Archer) y el archifamoso Mike Hammer creado por Mickey Spillane.

Cinematográficamente, el género tuvo su época de furia en los 40, con títulos como el mencionado Halcón Maltés (que lo inicia en el cine) y El Sueño Eterno. En los 60, Lew Archer, Mike Hammer y otros personajes llegarían al cine, pero con tibios resultados. Posiblemente otras adaptaciones como La Fuga de Jim Thompson tendrían más éxito, en un mundo cada vez más cínico después de Vietnam y el fin del sueño americano.

Principios de los 90; entra Tarantino a escena. Quentin Tarantino era un empleado de videoclub con ambiciones en Hollywood. Su naturaleza nerd lo llevaba a devorar todos los films que ingresaban a la tienda, en especial los de artes marciales que venían de oriente, los spaghetti western, y toda la filmografía clásica (especialmente de la era 40 – 50). Tarantino había escrito algunos guiones y había intentado sin éxito producirlos, hasta que toca la puerta del actor Harvey Keitel. El resultado sería Perros de la Calle, un policial ultraviolento sobre un asalto fallido que recordaba a algunos clásicos como La Jungla de Cemento, amén de tomar elementos propios de la filmografía de Martín Scorsese (el especialista en films sobre la Mafia). Un éxito de crítica y de taquilla que le daría aire a Tarantino para encarar con tranquilidad su próximo proyecto.

Pero si Perros de la Calle era brillante, Tiempos Violentos la supera ampliamente y se transforma en un clásico instantáneo. No sólo conserva el estilo Tarantinesco de los diálogos rápidos y mordaces, sino que transforma toda una serie de pequeñas historias en una gran comedia negra de errores bañada por la violencia. Ciertamente hay cierto efectismo teatral – el estilo Tarantino de trajes negros, camisas blancas y lentes de sol -, pero resulta fácilmente obviable por la densidad y riqueza del relato. Cada uno de ellos toca temas propios de la serie negra – el boxeador corrupto, los matones de segunda, las traiciones dentro de la pandilla – que bien podrían haber quedado en clisés si no fuera por la andanada de diálogos inteligentes y chispeantes que dispara Tarantino en el guión, y que son propios de Hammett. Con la excepción que Tarantino los adapta a los 90, y los inunda de referencias pop, enormes discursos analíticos sobre cosas triviales, y frases memorables que sirven para darle carnadura a los personajes. El discurso de Vega sobre las hamburguesas en Europa es todo un clásico – el matón de segunda que desea darse aires sofisticados -, pero no es el único que pulula en el film. El recitado de Jules sobre Ezequiel antes del tiroteo o las discusiones sobre los masajes en los pies son delirantes, además de pintar las charlas rutinarias de gente trabajando – obviamente con trabajos poco habituales -.

El film es también un paradigma de la violencia; una de las cosas que enseña Tarantino es que la sangre es shockeante. Pero dos toneladas de sangre pueden resultar graciosas. El paso de la comedia al shock y viceversa es frecuente. Mas allá de las matanzas, el momento más shockeante del film es uno de los menos sangrientos, y es cuando Butch y Wallace se encuentran atrapados por los pervertidos. Especialmente cuando Wallace se libera de los captores, sus frases resultan de una espeluznante frialdad y crueldad, pronunciando su venganza.

Pero además de un guión brillante, lo otro que hace memorable al film es su estructura narrativa que va de adelante hacia atrás, toma atajos, presenta escenas en un orden alterado cronológicamente, y sin embargo el espectador siempre sabe en qué parte del relato está parado. Es un estilo que casi nadie puede imitar, y que Tarantino retomaría en Kill Bill.

Todo en el film es sorpresa. Por un lado, la historia de Vincent y Jules, que sirve para ilustrar sobre los designios que el destino depara a cada uno (la balacera con los traficantes), que se relaciona con los masajes de pies, el cuidado de la mujer de Wallace, los asaltantes del restaurant, la muerte accidental del soplón en el auto de los matones, y la cacería a Butch. Y por otro lado la historia del mismo Butch, que tiene toques grotescos, el regresar por el reloj de su padre, el cruzarse con Wallace, el terminar en el local de los pervertidos con el mismo Marsellus… en ningún momento sabemos con qué nos va a sorprender el guión, ya que nada es lineal ni resulta como uno lo espera.

Además, está la música, que es una protagonista más. Títulos considerados baratos, musica de la era de oro del Surf que, increíblemente, resultan ampliamente compatibles con el desarrollo de los hechos en la pantalla.

Es sin duda el policial más importante e influyente de los 90. Surgiría toda una camada de imitadores de él, incluso su influencia llegaría hasta nuestros días con la obra del alumno de Tarantino, Sin City, que toma una estructura similar (los personajes participan en casi todos los relatos; incluso algunos mueren pero aparecen en otras historias). Pero sin duda es una obra salvaje e imprescindible.

QUENTIN TARANTINO

Filmes comentados en este portal: Perros de la Calle (1992) – Pulp Fiction (1994) – Cuatro Habitaciones (1995) – Jackie Brown (1997) – Kill Bill Vol. 1 (2003) – Kill Bill Vol.2 (2004) – Grindhouse: A Prueba de Muerte (2007) – Bastardos Sin Gloria (2009) – Django Sin Cadenas (2012) – Los 8 Mas Odiados (2015) – Había una Vez… en Hollywood (2019)