Crítica: Poltergeist: Juegos Diabólicos (1982)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1982: JoBeth Williams (Diane Freeling), Craig T. Nelson (Steve Freeling), Beatrice Straight (Dra Martha Lesh), Zelda Rubinstein (Tangina Barrons), Oliver Robbins (Robbie Freeling), Dominique Dunne (Dana Freeling), Heather O’Rourke (Carol Ann Freeling), Richard Lawson (Ryan), James Karen (Teague)

Director: Tobe Hooper, Guión: Michael Grais, Steven Spielberg & Mark Victor

Recomendación del Editor

Trama: La familia Freeling lleva una vida apacible en su chalet del moderno barrio residencial de Cuesta Verde. Pero la pequeña Carol Ann ha comenzado a percibir voces que provienen del televisor. Lo que al principio parecen alucinaciones de la niña terminan por transformarse en manifestaciones reales de algo sobrenatural cuando objetos y muebles de la casa comienzan a moverse solos. Y en el momento de mayor actividad paranormal, un portal se abre dentro de la casa y Carol Ann es arrastrada a otra dimensión. Desesperados, los Freeling acuden a investigadores paranormales, quienes le traen a una síquica para ayudarlos con la tarea de rescatar a la pequeña; pero la medium les advierte que hay una presencia maligna que retiene a la niña y que amenaza la vida de todos los habitantes de la casa.

Poltergeist En los ochentas Spielberg ya se había transformado en una potencia creativa que estaba tomando por asalto las taquillas norteamericanas. Además de dirigir, Spielberg había comenzado a desarrollar proyectos propios a través de su productora Amblin, y traería a la palestra a una galería de destacados directores que comenzarían a brillar con luz propia a partir de entonces: desde Joe Dante hasta Robert Zemeckis. En este caso, el rescatado sería Tobe Hooper, el mismo de The Texas Chainsaw Massacre (1974).

Pero Poltergeist es un proyecto más de Spielberg que de Hooper. Spielberg estaba atado contractualmente con el rodaje de ET, el Extraterrestre al momento de filmar Poltergeist, pero a uno le da la impresión que Tobe Hooper terminó siendo un testaferro y que el director de Tiburón metió los dedos más de una vez tras las cámaras. Poltergeist está llena de momentos Spielberg – desde las pesadillas infantiles, la imagen de la familia de clase media acomodada hasta el humor y las escenas de shock -. Es un mix de ET y Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, reemplazando a los aliens con fantasmas; todo el barrio de Cuesta Verde es casi idéntico a la zona residencial donde vivía Drew Barrymore y Dee Wallace, y la abducción de Heather O´Rourke parece un calco a la del chico de Encuentros Cercanos…

No deja de ser una película prolija y entretenida, pero la historia en sí no tiene mucho sentido. El problema conceptual del filme es que mezcla fenómenos Poltergeist – término polaco que significa ruidos fantasmales, y que se atribuye al movimiento espontáneo de cosas – con fantasmas, lo cual es un mix medio incoherente. Mientras que el Poltergeist usualmente desplaza cosas – como la silla corrediza de la cocina – y podría ser la manifestación telekinetica inconsciente de alguno de sus habitantes, los fantasmas son una presencia consciente que interactúa con los humanos y que puede tener un propósito (benigno o maligno). Acá se mete todo en una bolsa, y se toma como excusa para despacharse a full con los efectos especiales. El cast es realmente excelente, pero la dupla de adultos de Craig T. Nelson y JoBeth Williams no aportan demasiado a la credibilidad del clima de terror de semejante situación, ya que la mayoría del tiempo parecen tomárselo en broma – como los pruebas que hacen con la síquica enana, o cuando van en busca de ayuda al detestable vecino de al lado -. Entre eso y la ausencia de muertes en la historia, la película se perfila más como un filme fantástico que como uno de horror. Y el show de los FX tampoco contribuye a crear un clima angustiante o claustrofóbico – como sí lo hace una versión del nuevo milenio del mismo tema como es Actividad Paranormal (2009) -.

Poltergeist tiene su puñado de grandes momentos, sin lugar a dudas; pero la historia es demasiado espectacular como para ser atemorizante. En sí, hay huecos de lógica enormes – como el hecho de que un montón de dueños de casa del barrio viven también sobre el cementerio indio e incluso han excavado y construido piscinas en él, sin que les pasara nada -, lo que se compensa con el hecho de que el filme entretiene todo el tiempo.

POLTERGEIST

Poltergeist (1982) – Poltergeist (2015)