Crítica: La Pantera Rosa (The Pink Panther) (2006)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2006: Steve Martin (Inspector Clouseau), Kevin Kline (Dreyfus), Jean Reno (Ponton), Emily Mortimer (Nicole), Henry Czerny (Yuri), Kristin Chenoweth (Cherie), Roger Rees (Larocque), Beyoncé Knowles (Xania)

Director: Shawn Levy, Guión: Len Blum y Steve Martin sobre personajes creados por Blake Edwards, Musica – Christophe Beck

Trama: El entrenador de la selección francesa de futbol, Yves Gluant, es asesinado en pleno estadio durante un amistoso con la selección china. La policía francesa pone todo su empeño en la investigación, y el jefe de inspectores Dreyfus decide asignar a un policía incompetente como señuelo para la prensa. De este modo el torpe policía rural Jacques Clouseau es nombrado inspector y queda a cargo – aparentemente – del caso. Acompañado por el detective Ponton (que es un hombre de confianza de Dreyfus), Clouseau comienza a rastrear el paradero de la Pantera Rosa, el diamante que pertenecía a Gluant y que desapareció de su mano al momento de ser asesinado. El rastro del diamante lo llevará hasta el verdadero asesino del entrenador, a pesar de todas las increíbles torpezas que comete en el camino.

La Pantera Rosa 2006 La Pantera Rosa es el apogeo de la carrera de Blake Edwards, un brillante director de cine que se especializaba en comedias de calidad en los años sesenta. En aquel momento (1963), Edwards era posiblemente el director más poderoso de Hollywood: tenía bajo el cinturón clásicos como Días de Vino y Rosas, Desayuno en Tiffany, Operación Petitcoat o la popular serie de TV Peter Gunn. Los sesentas serán una época de oro para Edwards, hasta su lento e inevitable declive en los 70 y 80.

Pero es preciso admitir que La Pantera Rosa no es el mejor filme de Blake Edwards. Sin duda es el más popular, pero tampoco es un modelo de excelencia. La Pantera Rosa era en realidad un vehículo cinematográfico para David Niven, pero el show terminaba siendo robado por un cómico inglés poco conocido llamado Peter Sellers, que en su papel secundario había terminado por opacar a todo un impresionante elenco internacional. Clouseau no es el protagonista del film (lo es Sir Charles Lytton / El Fantasma), pero la gente aguardaba impaciente las escenas donde aparecía Sellers. Su actuación, la memorable música de Henry Mancini y la espectacular secuencia animada de los créditos son ya clásicos.

Edwards resultó impactado por Sellers, y más tarde elaboró un vehículo cinematográfico exclusivo para su lucimiento, que fue la muy superior Un Disparo en la Oscuridad (1964). Pero el filme, de algún modo, no obtuvo la respuesta esperada. En A Shot in the Dark es donde se presentan todos los personajes que componen el mito moderno de Clouseau – el ayudante torpe en la policía, el demencial mucamo Kato, el delirante jefe Dreyfus -. Cuando la carrera de Edwards y Sellers comenzaba a declinar seriamente es recién entonces en que la dupla decide retomar la saga con una continuación directa del original – El Regreso de la Pantera Rosa – en 1975, siendo otra entrega de buena calidad. Pero después iniciaron una suerte de depredación de la serie, con películas cada vez peores aunque populares en taquilla. Cuando Sellers fallece en 1980, esto no impide que Edwards siga explotando la saga con seudo sustitutos hasta llegar a la abominable El Hijo de la Pantera Rosa en 1993, con Roberto Benigni como el hijo de Clouseau. Mención aparte, debe recordarse el extraño experimento de Inspector Clouseau (1968) con Alan Arkin como el detective de marras, y sin que Sellers ni Edwards participaran creativamente del proyecto.

Con lo cual llegamos al 2006 donde se anuncia una nueva versión con Steve Martin, y con Shawn Levy en el control creativo, lo que no resultaban buenos indicios sobre la suerte del film. Esta dupla ya había probado suerte con Más Barato con Docena, que había resultado ser una comedia espantosa. Y Levy en su haber tiene títulos como Just Married o Big Fat Liar, que son ejemplos de atrocidades cinematográficas. También mucha gente puso el grito en el cielo por el sacrilegio de reinterpretar a Clouseau (salvo Alan Arkin, nadie más aparte de Sellers se había metido en la piel del personaje). Pero esto último es una tontería: después de El Regreso de la Pantera Rosa el resto de los filmes ya eran abominaciones filmadas, donde sólo los chispazos de gracia de Sellers salvaban las papas del fuego.

Lo cierto es que esta versión 2006 de La Pantera Rosa es mucho mejor de lo esperado. A su favor recupera buena parte de la gracia perdida de la saga – es el mejor filme desde 1975 -, pero a su vez cae en todos los defectos que ha demostrado la serie desde El Regreso de la Pantera Rosa. Vale decir, no hay una historia mínima seguida con cierta coherencia, y todo resulta ser una serie de sketches encadenados. El descubrimiento del asesino de Gluant es totalmente patético y trivial.

Tampoco es una remake, aunque es una re-imaginación del personaje y de la historia. Ya no están las princesas, la mística o el reino de Lugash; el diamante pertenece ahora a un entrenador de futbol. Si se quiere, se lo puede interpretar como una suerte de precuela. Tampoco está Kato, y de los personajes restantes, Jean Reno compone al ayudante habitual de Clouseau aunque su rol es más cínico y por momentos parece revivir cosas del célebre mucamo chino. Está también Dreyfus, pero hasta allí llegan las coincidencias.

El tema pasa porque el guión no termina por decantarse en cuanto al tono a seguir. Los papeles de Jean Reno y Kevin Kline son realmente tristes: al francés se lo ve realmente incómodo secundando a Martin. Y en cuanto a Kevin Kline, que es un comediante excelente, se lo ve fuera de lugar, en lo que debería ser un claro error de casting.

Donde las cosas resultan algo mejor es en el protagonismo de Martin. Es cierto que los primeros minutos del filme son bastante terribles, pero de a poco comienza a desarrollar su propia personalidad y este Clouseau comienza a diferenciarse del de Sellers. Lo que ocurre es que Martin por momentos sintoniza a Sellers y le sale mal, y cuando cae en las locuras propias de Martin es cuando consigue sus mejores bazas. Mucho de los gags del filme no son más que re-imaginaciones y versiones extendidas de otros ya vistos en la serie: desde Clouseau jugando con el globo terráqueo, hasta aprendiendo inglés, o haciendo desastres en el baño y cayendo a través de los cielorrasos. Pero dentro de los errores y aciertos, hay unos cuantos que dan en el blanco y resultan incluso memorables: la pronunciación de “yo quiero una hamburguesa”, el interrogatorio en el estudio de grabación, o la versión a la Clouseau de policía bueno / policía malo son hilarantes.

Es una película mucho mejor de lo que uno pensaba. Argumentalmente no existe, pero los gags intermedios funcionan en su mayoría muy bien. Martin no será Sellers, pero creo que Clouseau no ha caído en tan malas manos. E incluso tiene algunas escenas memorables, con lo cual no sería extraño que tenga un valor remanente de culto. Existen planes para una secuela, y debo admitir que no me desagradaría verla.

LA SAGA DE LA PANTERA ROSA

La Pantera Rosa (1963) – Un Disparo en la Oscuridad (1964) – Inspector Clouseau (1968) – El Regreso de la Pantera Rosa (1975) – La Pantera Rosa Ataca de Nuevo (1976) – La Venganza de la Pantera Rosa (1978) – El Rastro de la Pantera Rosa (1980) – La Maldición de la Pantera Rosa (1983) – El Hijo de la Pantera Rosa (1993). El proceso de rodaje de los filmes (y de la creación del personaje del inspector Clouseau) figuran en el filme biográfico Llámame Peter: la Vida y Muerte de Peter Sellers (2004) con Geoffrey Rush en la piel del memorable bufo. La Pantera Rosa (2006) es un fallido reboot de la serie con Steve Martin.