Crítica: The Orville (2017)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

2 atómicos: regularUSA, 2017: Seth MacFarlane (capitán Ed Mercer), Adrianne Palicki (comandante Kelly Grayson), Penny Johnson Jerald (doctora Claire Finn), Scott Grimes (teniente Gordon Malloy), Peter Macon (comandante Bortus), Halston Sage (teniente Alara Kitan)

Creada por Seth MacFarlane

Trama: Luego de descubrir que su esposa lo engañaba, el oficial de la flota Ed Mercer ha pasado por un divorcio tormentoso. Ahora ha transcurrido un año y las autoridades de la Flota han decidido darle una oportunidad, dándole un crucero de rango medio para comandar – el Orville -. Pero la tripulación es armada de improviso y, ante la falta de primeros oficiales, su ex esposa termina quedándose con el puesto. Entre la tensión de las misiones y los choques con su ex, Mercer está al borde de un ataque de nervios, pero los peligros del espacio son mas importantes que los roces sentimentales y, en el interín, quizás las cosas con su ex mujer se suavicen hasta el punto de llevar una relación laboral… casi civilizada.

Critica: The Orville (2017)

La mejor manera de definir a The Orville la nueva serie pergeñada por Seth MacFarlane, el mismo de Ted, Family Guy y una tonelada de productos cómicos políticamente incorrectos – es que es una bolsa de gatos. Como sitcom es horrible – los chistes son tan discordantes como pasar las uñas sobre un pizarrón – y como homenaje trekker va de lo meramente pasable a lo directamente cobarde. En todo caso el problema de fondo con The Orville es Seth MacFarlane, el cual no sabe qué tipo de programa quiere hacer: podía haber seguido la onda de parodias espaciales a lo Quark o Galaxy Quest, pero el espíritu trek le vibra mas fuerte y por eso la serie tiene serios problemas de tono. Pasamos de una Adrianne Palicki encamándose con un alienígena azul que acaba por dos agujeritos en la frente a una horda de fanáticos linchando a un defensor del libre pensamiento en el cuarto capítulo. ¿En serio MacFarlane piensa que puede ir de una punta a la otra en cuanto a tono y retener algún tipo de audiencia con esto?.

Para mí MacFarlane me parece una versión nerd y un poco mas cultivada de Adam Sandler. Basurea a sus invitados, tiende a acaparar toda la cámara siempre que lo dejan y se roba los mejores chistes para él… pero, por el otro lado, tiene sus raptos de inteligencia y le gusta la ciencia ficción. Su parodia de Star Wars a lo Family Guy (Blue Harvest) es una de las cosas mas graciosas que he visto… hasta que MacFarlane entra en cámara como Han Solo y pretende que el show gire sobre él solo. Ha producido la remake de Cosmos de Carl Sagan y, en sus apariciones personales, es menos capullo de lo que aparenta. Incluso diría que sus productos funcionan mucho mejor cuando su personaje está fuera de cámara, y es lo que ocurre aquí con el tercer y cuarto capítulo de The Orville, que le da oxigeno al resto del cast y hasta explora ideas interesantes. Lástima que sobre la hora decide pifiarla – el 3er capítulo, sobre una raza de seudo klingons que son todos varones pero son capaces de reproducirse poniendo huevos (vaya alegoría gay!), y que justo tienen una chica (la cual es una aberración que ocurre cada 75 años, y que pretenden corregir con una operación de cambio de sexo) es un guión brillante que a último momento decide recular y termina dejándote un serio sabor amargo en la boca -. Ok, Star Trek siempre fue exploración de ideas, y muchas de las comparaciones culturales de ese tercer capítulo suenan lógicas – si tu hijo naciera con una tercera pierna, ¿no se la operarías para sacársela y vivir una vida normal? -, pero me da la impresión que si todo el asunto hubiera caído en manos del capitán Kirk, Bill Shatner se hubiera salido con la suya y hubiera provocado un cambio cultural en la raza alienígena al punto de hacer posible la tolerancia hacia las mujeres. El cuarto capítulo es pura rutina Trek (encontrar una nave planeta abandonada en el espacio, en donde sus habitantes – con el paso de las generaciones – se han olvidado que eran tripulantes de una nave y han creado una civilización simple de granjeros), pero los brotes de violencia e inconformismo chocan con los chistes fáciles de MacFarlane. El gag recurrente del tipo es defenestrar a la Palicki por ser su ex, ahora segunda al mando, a la cual no le perdona haberle puesto los cuernos.

Honestamente The Orville se siente mucho mas Trek que Discovery, que es la última adición oficial al universo de Gene Roddenberry. Los decorados son super iluminados, los uniformes correctos, los efectos especiales son buenos, está el tema de la amenaza / sociedad de la semana, y hay veces en que se pone inteligente. Pero MacFarlane es un pésimo protagonista y el humor queda desubicado. ¿Quién piensa que es gracioso que dos matones suenen a golpes a Adrianne Palicki hasta casi deformar su hermoso rostro?.

The Orville precisa ajustes serios, otro capitán, y ayuda en los libretos para que el humor no se lleve de patadas con las situaciones que figuran en pantalla. Quizás MacFarlane hubiese tenido que guardar su ego en el bolsillo y hubiera producido una tira sci fi seria, pura y dura, la cual le hubiera salido mucho mejor que este hibrido que no termina de conformar ni a fanáticos ni a extraños al género.