Crítica: El Bucle de Orion (Orion´s Loop – Petlya Oriona) (1980)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

URSS, 1980: Leonid Bekshtaev (Belov), Gennadiy Shkuratov (Goris), Anatolij Mateshko (Tamarkin), Vitaliy Doroshenko (Sagansky), Ludmila Smorodina (Dementyeva)

Director: Vasili Levin, Guión: Alexey Leonov & Valentin Selivanov

Trama: Varias misiones espaciales han terminado en tragedia cuando se han acercado a una nube de energía cósmica a la que han llamado el Bucle de Orión. Sus radiaciones enloquecen y terminan por matar a los cosmonautas. El problema ahora es que el Bucle de Orión se dirige hacia la Tierra, arribando en menos de 22 meses. Los soviéticos han lanzado una misión espacial, cuya nave utiliza escudos protectores de alta tecnología, para sondear la nube y descubrir una manera de combatirla. Pero al acercarse a la misma comienzan a ser contactados por una inteligencia extraterrestre, la cual se presenta como hologramas de amigos y familiares de los cosmonautas. Al parecer las intenciones de los alienigenas son pacíficas, pero las desgracias siguen ocurriendo… y los cosmonautas deberán decidir si todo esto no se trata de un engaño para apoderarse del planeta Tierra.

El Bucle de Orion (1980) Uno sospecha desde el vamos que un filme quiere vender pescado podrido cuando la secuencia pre títulos está cargada de testimonios de personajes famosos hablando sobre la importancia trascendental del tema que va a tocar la película. Uno de ellos es el héroe del espacio Alexey Leonov – el primer cosmonauta en caminar en el espacio en 1965 -, el que aquí figura como co-autor del guión (y si bien Leonov pintaba y escribía libros de ciencia, dudo bastante de que sea el verdadero responsable de este pastiche). Pasados dichos momentos nos metemos en un culebrón poco inspirado y cargado de escenas ridículas. Es como si la larga tradición cinematográfica soviética – cargada de epopeyas espaciales rimbombantes – hubiera hecho lugar a un episodio mal producido de Cosmos: 1999, con el agregado de que toda la película parece un pastiche de ideas tomadas de filmes anteriores y de mejor calidad.

Lejos quedó la magia de los efectos especiales que dieran renombre a la industria soviética del cine en los años 50 y 60. Éstos se ven peores, más antiguos y baratos, como salidos de una película italiana de sci fi. La nave es un mamotreto que parece un martillo volador (aludiendo al escudo de la URSS), y los interiores son dispares. Hay corredores futuristas, y habitaciones que parecen vulgares oficinas.

Orion´s Loop parece la versión soviética de Viaje a las Estrellas: La Película, mezclada con gotas de Solaris y hasta de 2001, Odisea del Espacio. Mi teoría es que alguno de los guionistas (¿Leonov?) tuvo el privilegio de viajar a occidente en aquella época, se vió algunos de los títulos ante mencionados, y quedó tan impresionado que decidió hacer su propia versión de los mismos. No hay nada malo con ello – hay toneladas de grandes filmes que se han inspirado en otros, expandiendo sus ideas o dándole un giro de tuerca novedoso a lo que ya era conocido -, pero para eso se precisa talento. Y aquí el problema es la ejecución, que es lenta e insípida. Esta gente va por el espacio, dispuestos a combatir la nube espacial que se acerca a la Tierra, a bordo del Enterprise… no, perdón, el Phaeton. El elenco se compone de cinco actores estoicos hasta la médula, incapaces de reirse ante un chiste (además que no los hacen). El detalle bizarro es que están asistidos por cinco robots iguales a ellos – el libreto dice que es para que “no se sientan tan solos”; para mí sería algo torturante ver a un cyborg con mi cara -. Como la cinematografía fantástica soviética tiene una baja tasa de mortalidad, los que van pereciendo por tandas son los robots, lo que no nos provoca ni una lágrima ya que son piezas de metal (¿se entiende?). De todos modos es un detalle sicológicamente retorcido, ya que los cosmonautas van viendo cómo sus gemelos electrónicos van muriendo uno a uno.

Al mejor estilo de Ilya en Star Trek, empiezan a ser contactados por los alienigenas en versiones holográficas humanoides, las que toman la forma de parientes y amigos. Resulta ser que esta gente proviene del décimo planeta del Sistema Solar, el cual explotó hace mucho tiempo pero alcanzaron a mudarse a otro mundo en una galaxia lejana. Ahora estos aliens irradian naturalmente una potente energía, por lo cual deben aplicarles a los humanos escudos especiales para no dañarlos (algo así como factor solar 9 millones, para tener una idea). El conflicto viene porque hay uno de los cosmonautas que piensa que todo es una trampa y quiere exterminar a los aliens. Ya que choca con todo el mundo (el elemento en discordia del guión), perece por su propio odio al intentar desactivar a Hal 9000perdón, la computadora maestra de la nave. Mientras tanto los aliens dicen que la nube espacial es una especie de preservativo gigante (un Tulipán king size), el cual va a envolver a la Tierra justo a tiempo antes que un virus cósmico llegue al planeta y extermine a la humanidad.

Aceptar toda la sanata inicial – como que ésta es una obra seria que trata sobre el posible primer contacto con una inteligencia extraterrestre – suena a chiste. El filme es chato, lento y aburrido. Los conflictos están pegados con saliva a la trama de fondo, y parecen más de un episodio de una serie de TV. Para colmo carece de los usuales discursos épicos del cine soviético de sci fi, los cuales daban un tono colorido a las películas. Y el final debe ser uno de los más insípidos que jamás haya visto.

A menos de que le sobren 90 minutos de su tiempo, deje pasar a Petlya Oriona. Tiene un fuerte tufillo a ideas de segunda mano, manejadas sin inspiración alguna. Yo suelo aceptar el cine soviético, con sus virtudes y defectos, pero esta película es torpe, pesada, y carece absolutamente de vuelo artístico.

CINE FANTASTICO SOVIETICO (incluyendo países satélite de la cortina de hierro) (1917 – 1991)

Viaje Cosmico: Una Novela Fantástica (1936) – First Spaceship to Venus (1959) – El Llamado de los Cielos (1959) – El Planeta de las Tormentas (1962) – Ikarie XB 1, Viaje al Fin del Universo (1963) – La Nebulosa de Andromeda (1967) – Solaris (1972) – Eolomea (1972) – En el Polvo de las Estrellas (1976) – El Bucle de Orion (1980) – Hacia las Estrellas, de la Manera Mas Dificil (1981) –