Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
USA, 2007: George Clooney (Daniel Ocean), Brad Pitt (Rusty Ryan), Matt Damon (Linus Caldwell), Don Cheadle (Basher Tarr), Bernie Mac (Frank Catton), Casey Affleck (Virgil Malloy), Scott Caan (Turk Malloy), Shaobo Qin (el fabuloso Yen), Carl Reiner (Saul Bloom), Eddie Jemison (Livingston Dell), Elliott Gould (Reuben Tishkoff), Al Pacino (Willy Bank), Andy Garcia (Terry Benedict), Vincent Cassel (François “Nightfox” Toulour), Ellen Barkin (Abigail Sponder), Eddie Izzard (Roman Nagel), Bob Einstein (Bobby Caldwell), Olga Sosnovska (Debbie), David Paymer (V.U.P), Julian Sands (Greco Montgomery)
Director: Steven Soderbergh, Guión: Brian Kopelman & David Levien, Musica – David Holmes
Trama: Reuben Tishkoff se apresta a formar sociedad con el poderoso Willy Bank, y abrir un fabuloso casino en Las Vegas. Pero Bank lo estafa y se queda con todo su capital, tras lo cual Tishkoff sufre un infarto. Danny Ocean se entera y avisa al resto de su banda, quienes intentan persuadir a Bank para que le reintegre el dinero a Tishkoff. Ante la negativa de Bank, la banda comienza a planear un nuevo golpe, esta vez con la intención de quebrar el casino en su gala de inauguración. Reemplazando dados y cartas, trucando maquinas y otros dispositivos del juego, pretenden realizar una estafa superior a los 500 millones de dolares en las mesas de juego. Pero una serie de imprevistos ponen en peligro el plan: en primer lugar el super computador que posee el casino (llamado el Greco) que es capaz de detectar cualquier mínimo intento de estafa, así como chequea constantemente las mesas de juego; segundo, las fugaces apariciones del ladrón llamado como El Zorro Nocturno, un conocido enemigo de Danny Ocean; y tercero, la falla en uno de los inmensos taladros que utiliza la banda para poder implementar el plan. Cuando todo parece peligrar, Ocean deberá acudir como último recurso a Terry Benedict, su antiguo enemigo, para que los ayude financieramente a poner en marcha el plan.
Esta es la segunda secuela de Ocean´s Eleven, la seudo remake del conocido film que el Rat Pack rodara en los 60. Los personajes han ido tomando vuelo propio, y han superado las expectativas de la idea original, rodando una primera parte excelente. Pero Ocean´s Twelve resultó un producto bastante desparejo, donde sólo el carisma de los actores pudo mantener a flote un guión flojo en creatividad – todo el duelo con el Zorro Nocturno eran una suerte de artilugios argumentales inexplicables y lleno de agujeros -. Ahora llega esta, que parece ser la última entrega de la saga.
Pero Ocean´s Thirteen es marginalmente superior a su antecesora. Como plus, los guionistas se han puesto las pilas y han desarrollado un plan complejo – a veces, excesivamente complejo -, sacrificando la interacción de los personajes, lo cual era el deleite de la serie. La idea es interesante: acá no se trata de un robo sino de una estafa, donde deben quebrar al casino de Willy Bank en el día de su inauguración. El tema es que para implementarlo, el guión debe explicar una larga serie de dispositivos – hay que estafar las mesas de cartas, las máquinas tragaperras, las ruletas, evitar ser detectado, salir con el dinero, etc – y la explicación de cada uno lleva su tiempo y resulta demandante. Soderbergh es bastante listo como para acelerar y aminorar, de modo de que el espectador no quede saturado de información (o no termine por entender nada), de modo que cada cinco minutos de densa exposición hay un par donde se traduce y se baja la línea al público.
Pero a veces pareciera que todo esto no hubiera sido necesario. A pesar de los esfuerzos de Soderbergh, la explicación de todos los dispositivos y el exceso de jerga técnica entre los ladrones se desborda más de una vez y, lo que es peor, no le da aire a los personajes. Increíblemente aquí quienes tienen más tiempo y relax en sus escenas es el dúo de hermanos Virgil y Turk, especialmente durante la secuencia en que deben sabotear los dados que van a ir al casino, trabajando directamente en la fábrica mexicana que los produce. Pero el resto está demasiado ocupado con exposiciones y trámites; al elenco de siempre se le suman los personajes de Andy García y Eddie Izzard, un cameo de Vincent Cassel, y las ausencias de Catherine Zeta-Jones y Julia Roberts (posiblemente para no matar al guión por saturación de personajes).
Eso no quita que haya algunos momentos buenos entre los actores, pero la mayor parte del tiempo están restringidos a vomitar parlamentos técnicos del plan, que no termina de quedar claro hasta el final. Al menos se puede decir que el plan es muy elaborado y bastante ingenioso, pero existen elementos del guión que suenan muy fantásticos – el uso de los taladros, el super cerebro informático del casino – y otros que parecen resueltos de modo demasiado expeditivo – las super feromonas que usa Matt Damon para seducir a Ellen Barkin, o todo el asunto del robo de los diamantes -.
Al Pacino está aquí, como villano, pero luce poco. El problema no es el personaje en sí, sino que la trama es tan densa que uno llega cansado a las escenas donde Pacino debe brillar, y cuesta apreciarlo. El papel de Ellen Barkin como su asistente es bastante decorativo; y en cuanto al resto de la banda, todos están bien pero tampoco relucen. En eventuales pausas que otorga el guión podemos atisbar fragmentos del carisma de los caracteres (lo que siempre es el placer de la saga), pero son breves y contados.
Es un film correcto, aunque no balanceado. Si usted logra superar el exceso de verborragia inicial se deja ver, y sobre el final es disfrutable, pero la primera hora es bastante densa. Con algunos Deus Ex Machina demasiado evidentes y un guión a veces demasiado burocrático, Ocean´s Thirteen logra superar apenas la calificación mínima con lo justo, simplemente porque pone empeño todo el tiempo, hay buenas actuaciones y rubros técnicos.