Crítica: Nada es lo que Parece (Now You See Me) (2013)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2013: Jesse Eisenberg (Daniel Atlas), Woody Harrelson (Merritt McKinney), Isla Fisher (Henley Reeves), Dave Franco (Jack Wilder), Mark Ruffalo (agente Dylan Rhodes), Morgan Freeman (Thaddeus Bradley), Michael Caine (Arthur Tressler), Mélanie Laurent (agente Alma Dray)

Director: Louis Leterrier, Guión: Ed Solomon, Boaz Yakin & Edward Ricourt

Trama: Daniel Atlas, Marrit McKinney, Henley Reeves y Jack Wilder son cuatro magos de gran talento y escasa fortuna que viven de sus actuaciones callejeras. Ahora han sido reclutados por una misteriosa persona, la cual les ha dejado los planos de una serie de trucos tan asombrosos como imponentes. Después de varios años los magos se presentan en Las Vegas y asombran a todo el mundo al robar – en vivo y en directo – un banco en Paris, Francia. El FBI interviene de inmediato y el agente Dylan Rhodes queda a cargo de toda la operación. Pronto Rhodes se involucra con el mediático Thaddeus Bradley, un ex mago que ha dedicado su vida a desenmascarar ilusionistas y el cual puede ayudarlo a descubrir los responsables. Y es que los mismos se encuentran realizando un raid de robos espectaculares, camuflados como masivos actos de magia, y cuyo botin es repartido entre el público asistente. Ahora todo parece indicar que el próximo será el último acto de los magos… y si no son detenidos a tiempo, desaparecerán de una vez y para siempre.

Nada es lo que Parece Esta es una película mala pero ultracopada. Tiene tanta energía y espectacularidad que a uno le inspira piedad y termina por perdonarle las pifias y los excesos. Quizás el tema pase porque todo es tan cool que uno ansía con toda el alma que los trucos (tanto de magia como narrativos) de Nada es lo que Parece funcionen en toda su gloria… cometido que casí lo logra, lástima la trama tiene agujeros de lógica tan grandes como el Titanic. Pero como a final de cuentas lo que importa es el entretenimiento, uno termina entusiasmado con su imperfección… y deseando que esta troupe de personajes ultracarismáticos regrese en un futuro próximo (cosa que harán en el 2016).

Now You See Me es una película sobre magos. Ultimamente Hollywood se ha acordado de ellos, dándose cuenta que hay un enorme potencial en el tema. Hay historias de corte fantástico (El Prestigio), otras que son dramas camuflados (El Ilusionista), y hasta dado pie a alguna comedia de discutible calibre como El Increible Burt Wonderstone. Pero acá tenemos una película de atracos de alta gama – los cuales son cometidos por ilusionistas de la altura de un David Copperfield y otros prestidigitadores de élite -, los cuales son parte integral de un plan oculto y complejo, y el que el espectador debe descubrir a medida que avanza la trama.

Nada es lo que Parece cuenta con un elenco de lujo, y sumado a la kinética dirección de Louis Leterrier y a la fantástica banda sonora de Brian Tyler, posee todos los componentes para haber sido un formidable clásico; lástima que la historia tiene demasiadas cosas traídas de los pelos. En sí, el estofado de Now You See Me no difiere demasiado de La Gran Estafaotra troupe de tipos ultracarismáticos metidos en un atraco tan complicado como ingenioso -, e incluso diría que toda esta gente es tan ultra cool que deja a Danny Ocean y sus amigos al nivel de una compañía teatral de escuela. El punto es que el filme está empecinado es ser espectacular todo el tiempo, con lo cual fuerza la marcha y la credibilidad. La mitad de los trucos no se ven como tales sino como CGIs plantados en medio de la escena – y eso que uno puede tomar como parámetro las performances de David Copperfield, un tipo que ha hecho cosas inimaginables en el escenario -; a veces la historia se vuelve excesivamente rebuscada (¿quién financia toda esta operación? ¿Donald Trump?; el 99% de los esquemas planteados requieren una fortuna para solventarlos y un infierno de logística para implementarlos) y, cuando no, lo que debería ser magia termina pareciendo una demostración de superpoderes, ya que esta gente hace tareas físicas imposibles. Lo que hace digerible todo esto es que, cuando los efectos especiales se callan, los actores se sacan chispas con diálogos inspirados. Es posible que Now You See Me hubiera funcionado mejor con otro director que no recargara tanto las tintas en la espectacularidad y que se hubiera centrado en mostrar los trucos centrales como creíbles. A veces menos es mas y quizás este hubiera sido ese caso.

Desde ya, toda esta gente está abocada a la caza de un equipo conformado por 4 magos ultratalentosos, los cuales han venido cometiendo robos espectaculares en el final de sus presentaciones: han asaltado un banco en Paris (y eso que ellos estaban en ese momento en Las Vegas), han repartido la fortuna de un millonario entre el público asistente en Nueva Orleans, y se preparan para otro reparto masivo de dinero (ajeno, obviamente) entre la multitud que va a reunirse para celebrar su acto final en Nueva York. Hay historias que confluyen con el accionar delictivo de los magos, entre los que figura un ex-ilusionista dedicado a develar los trucos de los magos y tratarlos como estafadores (Morgan Freeman), y la antigua leyenda de una orden milenaria de protectores de la magia, los cuales se dedican tanto a practicar el bien como a proteger los secretos de la doctrina. Como sus integrantes eran una especie de Robin Hoods copados, el agente del FBI que persigue a los ilusionistas ladrones cree que éstos estan haciendo estas tropelías para lograr ser aceptados en la orden. En el medio hay muchas persecuciones, diálogos con chispa y actos de magia, mas espectaculares que físicamente posibles.

Nada es lo que Parece es un filme absolutamente recomendable. Desde ya, nadie de la producción se calentó en asesorarse con algún prestidigitador conocido si todo lo que ponían en pantalla no dejaba de ser fruta creada vía CGI, así que ésta es magia made in Hollywood absurda, sorprendente, artificial -, lo cual denigra un poco las virtudes de la obra; pero, por otra parte, el exceso de show que monta Leterrier termina por entusiasmar y nos hace olvidar de la fragilidad de la trama, en especial a la hora del final (que es donde se queda corta y saltan inconsistencias). Pero como todo es tan cool, cómico y épico, uno termina por volverse cómplice y mira hacia el costado cuando a esta gente el truco no le sale o se vuelve muy artificioso. A mi juicio, es una formidable bad movie, tan divertida que forma parte de mi lista de películas favoritas, y razón de más por la cual la recomiendo a todos los lectores de esta columna.

NOW YOU SEE ME

Nada es lo que Parece (2013) – Nada es lo que Parece 2 (2016)