Crítica: Sin Tiempo Para Morir (No Time To Die) (2021)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

5 atómicos: excelente Recomendación del EditorGran Bretaña / USA, 2021: Daniel Craig (James Bond), Léa Seydoux (Madeleine), Rami Malek (Lyutsifer Safin), Lashana Lynch (Nomi), Ralph Fiennes (M), Ben Whishaw (Q), Naomie Harris (Moneypenny), Rory Kinnear (Tanner), Jeffrey Wright (Felix Leiter), Billy Magnussen (Logan Ash), Christoph Waltz (Blofeld), David Dencik (Valdo Obruchev), Ana de Armas (Paloma)

Director: Cary Joji Fukunaga – Guión: Neal Purvis, Robert Wade, Cary Joji Fukunaga & Phoebe Waller-Bridge

Trama: James Bond vive una pacífica existencia en compañía de Madeleine Swann; pero a su lugar de residencia han llegado sicarios de Spectre en busca de venganza. Sobreviviendo de milagro a una serie de atentados Bond decide que lo mas seguro para Madeleine es que esté lejos de él, razón por la cual la embarca en un tren y la aleja por completo de su vida. Ahora han pasado cinco años y James Bond está retirado en Jamaica. Pero el retiro no le sienta bien a los agentes doble cero y un día se le presenta Felix Leiter, pidiéndole un favor para extraer de Cuba a un científico ruso especializado en virología. El problema es que el objetivo está en medio de una reunión cumbre de ejecutivos de Spectre, los cuales son asesinados al gasear el salón donde se encontraban. Intrigado por saber cómo ha sobrevivido al ataque Bond descubre que el gas contiene un virus que ataca específicamente a ciertos objetivos por su ADN. Blofeld – encerrado en una cárcel secreta del Mi6 – parece tener todas las respuestas y ha llegado la hora de interrogarlo. Pero enorme será su sorpresa al descubrir que Madeleine trabaja en el caso – asesorando a la inteligencia británica en los interrogatorios – y que los atentados contra su vida han comenzado de nuevo. Hay un nuevo enemigo – secreto, oscuro, mortal – que mora en las sombras y que está acosando tanto al Mi6 como a Madeleine y a los miembros remanentes de Spectre: un adversario que cambia todo el tiempo las reglas del juego y que pondrá en jaque a cada una de las partes involucradas en la disputa.

Crítica: Sin Tiempo Para Morir (No Time To Die) (2021)

Todavía tengo la boca abierta… y ésa es una sensación muy rara tratándose de un filme de 007. Si hay algo que caracteriza a la saga es su falta de sorpresas – vamos!: James Bond siempre triunfa! – pero, cuando se ha despachado con alguna, ha sido tan impensable como shockeante. Pero lo que Cary Fukunaga ha cocinado acá… rayos… el tipo no ha tenido empacho en quemar todas las naves que pudo con tal de generar un Bond épico, apasionante y completamente inesperado. Si seguimos el paralelismo con la trilogía de Batman de Christopher Nolan – Casino Royale fue James Bond Begins; en Skyfall el héroe se enfrenta a un genio criminal amoral, invencible e imparable al estilo del Guasón de The Dark Knight -, entonces Sin Tiempo Para Morir es Batman: El Caballero de la Noche Asciende. Cierra el ciclo, humaniza al héroe, le exige un sacrificio monumental. Aplausos para Fukunaga, bombos y platillos para Craig. Este es un titulo formidable y la mejor despedida posible para el mejor actor que tuvo la saga en sus 59 años de vida.

Basta escuchar a Hans Zimmer refrescando los acordes de Tenemos Todo el Tiempo del Mundode la banda sonora de Al Servicio Secreto de Su Majestad – para darse cuenta de que éste va a ser un filme Bond diferente. 007 ya no es el tipo joven, temerario e infalible que era; ahora es un guerrero veterano, curtido, letal pero doblegado por el peso de las heridas de un pasado oscuro y tortuoso. Su última chance de felicidad en la vida reside en Madeleine Swann – bonita, inteligente, tan expeditiva como él -. Cuando el peligro toca la puerta de 007 queda visto que la paz no es para él – mucho menos, una vida normal – y decide expulsarla de su vida con tal de poder protegerla. Intervalo de cinco años y nos encontramos a James Bond retirado en Jamaica. Claro, no existe el retiro para los agentes secretos veteranos y, cuando pensaba que estaba afuera, Felix Leiter lo vuelve a meter en el ajo. Y sí, es algo que tiene que ver con el pasado de Bond, con Blofeld y toda la matufia de Spectre. Solo que las cosas no salen como lo esperado. ¿Quien es el nuevo jugador que ha entrado al juego, ha pateado el tablero y ha cambiado las reglas?.

Lo primero que uno descubre es que el director Cary Fukunaga es un Bondfilo de sangre. El tipo mete referencias sutiles de todo tipo de personajes y títulos anteriores de la saga a través de retratos, referencias musicales, mecánicas de escenas – no es esa cosa alevosa que Lee Tamahori vomitaba en Otro Día Para Morir -. Incluso se da el lujo de tomar ideas que estaban en las novelas de Ian Fleming y que fueron descartadas en sus adaptaciones a la pantalla grande – como la base del texto original de Solo Se Vive Dos Veces donde Blofeld se volvía loco, adquiría un castillo en Japón y lo plagaba de plantas venenosas para que se transformara en el paraíso de los suicidas… oh, sí, el dichoso Doctor Shatterhand (concepto que circuló durante décadas en los borradores que circulaban por EON) al fin pudo llegar a la pantalla de plata -. Por otro lado se dedica a purgar toda la porquería que supuso insertar con calzador a Spectrey la idea de los megalomanos deseosos de dominar al mundo – en la saga de Daniel Craig. Desde que el rubio está a cargo, el perfil de la franquicia pasó por otro lado – uno mas realista, violento y personal – y lo de Spectre fue un anacronismo que solo te hacía crujir los dientes. Fukunaga le pasa el trapo a ésa y muchas cosas mas, y le da oxigeno a Craig para que se sienta a sus anchas con el personaje. Craig – que figura como productor y creo que es la primera vez que pasa algo así en la saga – mete bocadillos a lo loco, rebosa carisma, se muestra vulnerable y se divierte como nunca con el rol. Imposible ver a otro actor histórico de la saga hacer lo que hace Craig con el personaje, ya sea decir te amo con profunda emoción o moquear sobre lo violenta y cruel que ha sido la vida que ha elegido.

Ciertamente todo se ve mucho mas aceitado en Sin Tiempo Para Morir. Los estables del elenco se comportan como una troupe que se conoce desde hace siglos. Hay nuevas incorporaciones – Lashana Lynch (que recién caigo que era la amiga de Brie Larson en Capitana Marvel), la cual es cínica y letal… aunque le suponga un problema constante al camarógrafo ya que no sabe cómo disimular el trasero panorámico que posee (algo similar le ocurría a Teyonah Parris en WandaVision!); Billy Magnussen, un tipo que siempre hace de nardo en comedias y que acá se revela como un tapado -… y hay un villano que se siente mas como un Deus Ex Machina del libreto – para probar la humanidad de Bond – que como una entidad con personalidad y propósito propio. Rami Malek no está mal pero tampoco va a figurar en el top ten de nadie. Y, honestamente, no termino de entender la filosofía de toda su causa.

Es posible que mi hambre por la aventura me haya engañado el estómago pero lo cierto es que nunca sentí el peso de las 2 horas 30 que dura el filme. Es cierto que el tercer acto se siente forzado e innecesario – ¿era necesario secuestrar a alguien? – pero tiene tanto ritmo y adrenalina que uno se deja llevar. Craig es un lujo por donde se lo mire – es una lástima que el vestuarista haya decidido ponerle ropas de viejo todo el tiempo – y uno lo va a extrañar horrores. El tipo vino de la nada, se comió el odio de todo el mundo y los dió vuelta a su favor hasta el punto que hoy todos vamos a llorar su partida de la serie. Es cierto, no le tocaron los grandes éxitos de la serie – ese honor le corresponde a Connery – pero le devolvió la dignidad y el perfil adulto y, sobre todo, su personalidad terminaba por salvar los inventos mas rebuscados y las ocurrencias mas flojas de los filmes que protagonizó. Y con Casino Royale, Skyfall y éste se ha anotado tres de los mejores filmes que ha dado la franquicia en las ultimas decadas. Un grand finale para un intérprete exquisito que restauró la fe en la saga.

LA SAGA OFICIAL DE JAMES BOND

La era Connery: Doctor No (1962)Desde Rusia con amor (1963)Goldfinger (1964)Operacion Trueno (1965)Solo se vive dos veces (1967) / El fugaz paso de Lazenby: Al Servicio Secreto de Su Majestad (1969) / El primer regreso de Connery: Los Diamantes son Eternos (1971) / La era Moore: Vive y Deja Morir (1973)El Hombre del Revolver de Oro (1974)La Espia que me Amo (1977)Moonraker (1979)Solo para sus Ojos (1981)Octopussy (1983)En la Mira de los Asesinos (1985) / La era Dalton: Su Nombre es Peligro (1987)Licencia para Matar (1989) / La era Brosnan: Goldeneye (1995)El Mañana Nunca Muere (1997)El Mundo no Basta (1999)Otro Dia para Morir (2002) / La era Craig: Casino Royale (2006)Quantum of Solace (2008)Operación Skyfall (2012)Spectre (2015) – Sin Tiempo Para Morir (2021)