Crítica: Night Stalker (2005)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2005, telefilm piloto: Stuart Townsend (Carl Kolchak), Gabrielle Union (Perri Reed), Eric Jungmann (Jain McManus), Cotter Smith (Tony Vincenzo)

Director: Daniel Sackheim, Guión: Frank Spotnitz, basado en los personajes creados por Jeffrey Grant Rice

Trama: Una mujer embarazada ha sido violentamente raptada de su casa y su cuerpo ha aparecido a 3 kilometros del lugar, destrozado y sin su feto en el vientre. El sagaz periodista Carl Kolchak parece tener una teoría distinta a la de la policía, y comienza su propia pesquisa. Su compañera en el diario L.A. Beacon, Perri Reed, también investiga el caso y comienza a cuestionarse la obsesión de Kolchak con el mismo. Así es como descubre que la mujer de Kolchak falleció en un incidente similar hace varios años. Y el periodista está convencido que se trata de alguna especie de conspiración, la cual posee ribetes sobrenaturales. Ahora las vidas de Perri y Carl correrán peligro mientras profundizan en la investigación, descubriendo pistas cada vez más alarmantes.

Night Stalker 2005 Que Hollywood le prohiba la entrada – de por vida – a Frank Spotnitz. Es un compulsivo vendedor de pescado podrido, que ha generado bodrios de todo tipo y color. Con la excepción de las series Los Expedientes Secretos X y Millenium (en donde participó como productor), el resto de su carrera está poblada de fracasos y series canceladas: Los Matones Solitarios (el spin-off de The X Files), Harsh Realm (otro fracaso de Chris Carter), la terrible secuela para la pantalla grande Los Expedientes Secretos X: Quiero Creery el sacrilegio que ahora nos ocupa. Spotnitz, junto a James Wong y Glen Morgan, forman el trio de hijos bobos que legó The X Files: oficiaban como productores y escritores y, después de la serie, se creyeron genios. Pobres idiotas, solo crearon un abominación tras otra.

Y ahora era el turno de que Frank Spotnitz arruinara una de las series más veneradas, Kolchak: The Night Stalker (1974 – 1975). Sí, esa con Darren McGavin en trajecito blanco ridículo y sombrero de paja, pero que hacía las delicias de todo el mundo y que serviría de semillero para The X Files. En esa serie, Kolchak era un reportero sensacionalista que se enfrentaba al monstruo de la semana – aliens, vampiros, zombies, hombres lobos, etc – con cobardía, sentido de humor y una curiosidad a prueba de balas. Como en Hollywood las neuronas se quemaron hace rato, y ahora sólo piensan en marcas, sagas, público cautivo, el tema de hacer la remake de la serie sonaba interesante. Al menos una gran cantidad de gerontes – entre los que me incluyo – que adoraban la tira original prenderían el televisor, aunque sea para ver de que trataba el primer capítulo y qué habían hecho con estos personajes.

Y la realidad es … que se trata de un esperpento. No es un filme esencialmente malo; simplemente es insatisfactorio por donde se lo mire. Si uno lo analiza por el legado de la herencia de Darren McGavin, Frank Spotnitz merece el empalamiento. Para empezar enroló al amargo ex novio de Charlize Theron, un tipo que tiene humor y carisma cero, y que entre sus antecedentes figura el haber participado en fracasos como La Liga Extraordinaria o que lo hayan echado del papel de Aragorn en El Señor de los Anillos por su completa falta de gracia. Stuart Towsend no sirve para un protagónico y se nota. Como los productores sólo tenían derechos sobre los telefilmes (The Night Stalker y The Night Strangler, porque los derechos de la serie se los quedó otra cadena), sólo hay un puñado de personajes y ni siquiera pueden utilizar las historias de la tira original. Ok, no es tan difícil escribir una historia fantástica; además, aquí están usando de base la estructura dramática de una serie hecha hace más de 25 años, la que tiene una eficacia a prueba de balas … esperen… ¿que no le han dado bola, construyeron todo de cero, y al original se lo han pasado por el c…?. Entonces, ¿para qué adquirieron los derechos en primer lugar?.

Kolchak ahora es un treintañero pintón y desabrido, que sigue andando en un Ford Mustang (pero modelo 2005), y tiene una periodista charlatana de compañera todo el tiempo (la morena Gabrielle Union, que está más buena que el dulce de leche pero que es incapaz de actuar). Ya no hay más monólogo interno ni voz en off. La ciudad es Los Angeles, no Las Vegas ni Chicago. Kolchak es viudo (!!) e investiga casos sobrenaturales porque ello le puede dar pistas sobre la extraña muerte de su mujer. Todo el humor de la serie original se ha perdido, los personajes son el colmo de la chatura, y ni siquiera el monstruo de turno es satisfactorio o la historia tiene una resolución decente.

El problema fundamental con la remake 2005 de Night Stalker es que es una serie fría y sin corazón, diseñada exclusivamente en base a números de marketing. Veamos: hagamos a los protagonistas jóvenes y atractivos, que uno sea blanco y otro negro como para tentar a cierto tipo de demografía, que utilicen autos modernos para hacer publicidad de marca; que tengan un pasado misterioso y que las historias se encadenen con acertijos incomprensibles – onda Lost – como para tener a la gente idiotizada pegada a la TV intentando develar las pistas de un rompecabezas gigante que no termina nunca. Lo que no sabe Spotnitz y su equipo de cráneos es que primero la serie debe ser interesante de por sí como para, luego de un tiempo, intentar desarrollarle algún tipo de mitología interna que enganche a la audiencia como si fuera una telenovela. El primer capítulo (y piloto de la serie) de Night Stalker 2005 es un desastre. Está armado como una sucesión de escenas de shocks – que están bastante bien en sí mismas – que han sido incrustadas en una historia insulsa poblada de personajes insulsos. Cuando concluye, a uno no le quedan ganas de ver más aventuras de estos tipos sino que directamente cambia de canal… y eso es lo que terminó por ocurrir en la realidad. Al sexto capítulo lo cancelaron y le dieron una patada a Spotnitz, Towsend y compañía. Se lo tenían merecido.

Hubiera sido mucho más honesto intentar hacer esto mismo sin usar un nombre célebre. Así como está, es una infamia. Uno desearía que el cameo digital de Darren McGavin – que aparece en el piloto – cobrara vida y golpeara salvajemente a productores, actores y resto del equipo técnico al ver lo que hicieron con su legado. Una remake de Kolchak hubiera precisado un John C. Reilly (que buen casting hubiera sido ese!) en traje blanco y con el Ford Mustang destartalado, haciendo chistes malos y combatiendo semanalmente a un carnaval de criaturas del infierno; y no precisabamos a un muerto de frío enfundado en un coche caro y diciendo sus líneas con convicción cero. Para eso, hubieran dejado las cosas como estaban.

CARL KOLCHAK

Los filmes basados en el personaje de Carl Kolchak son: The Night Stalker (1972) y The Night Strangler (1973). Night Stalker (2005) es el piloto de una serie remake producida por Frank Spotnitz y que sólo duró 10 episodios en el aire.