Crítica: Nick Fury, Agente de SHIELD (1998)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 3/5: buena USA, 1998, telefilme: Intérpretes: David Hasselhoff (coronel Nicholas ‘Nick’ Joseph Fury), Lisa Rinna (condesa Valentina ‘Val’ de Allegro Fontaine), Sandra Hess (Andrea Von Strucker / ‘Viper’), Neil Roberts (Alexander Goodwin Pierce), Gary Chalk (Timothy Aloysius ‘Dum-Dum’ Dugan)

Director: Rod Hardy – David S. Goyer, basado en el personaje de la Marvel creado por Jack Kirby y Stan Lee

Trama: Un grupo comando ha secuestrado el cuerpo del siniestro baron Wolfgang von Strucker, un genio criminal mantenido en estado de animación suspendida por parte de la organización internacional de seguridad SHIELD. Ante la emergencia, miembros de SHIELD deciden volver a llamar a filas al coronel Nick Fury, quien se encontraba retirado después del final de la Guerra Fría. Todo parece indicar que se trata de un resurgimiento de la organización terrorista HYDRA, fundada por von Strucker y ahora liderada por su hija. Y es que Andrea Von Strucker planea recuperar las cepas de un letal virus impregnado en el cuerpo de su padre, lo que en su momento lo había dejado en un coma irreversible. Con el cultivo del virus, Von Strucker ha lanzado una extorsión internacional, exigiendo un billón de dólares de rescate a cambio de no detonar cargas biológicas sobre Nueva York, lo que asesinaría a 40 millones de personas. Con sólo 48 horas para impedir el ataque – y con Fury seriamente envenenado tras un encuentro con Andrea von Strucker -, todo parece indicar que el atentado terrorista resultará imparable.

Nick Fury, Agente de SHIELDNick Fury es un personaje de la Marvel creado por Jack Kirby y Stan Lee en 1963. Originalmente era un sargento de la Segunda Guerra Mundial enfrascado en operaciones comando contra los nazis. La tira original – Sgt. Fury and his Howling Commandos – siguió en esa línea temporal hasta su emisión final en 1981. Sin embargo, a raíz del megaéxito del filme de James Bond Goldfinger (1964), la Marvel decidió hacer una tira paralela, rebooteando la saga y transformándolo en un agente secreto. Esto ocurrió en 1965 y se convirtió en el perfil más conocido del personaje. Operando para la agencia de seguridad internacional SHIELD, Fury combatía a una organización terrorista mundial llamada HYDRA, fundada por un nazi y claramente modelada sobre el SPECTRE de los filmes de 007. Lo que distinguiría al comic es que se trataba de una historia con toques realmente futuristas – los gadgets de Fury y toda su parafernalia de hardware pertenecían definitivamente al reino de la ciencia ficción, con clones robóticos, gigantescas plataformas volantes, heli-aviones a reacción y un sinfín de aparatos delirantes -. El cenit de la historieta lo vendría a imponer el dibujante Jim Steranko, quien a partir del número 151 se haría cargo y revolucionaría el mundo del comic, dándole un estilo mucho más espectacular y cinematográfico, con numerosas influencias sicodélicas y pop. Las tapas de Nick Fury, Agente de SHIELD diseñadas por Steranko serían clásicos del género.

Como suele pasar en el mundo del comic, lo de Nick Fury no es más que una adaptación muy liberal de un género cinematográfico en boga – los filmes de 007 – y convertida en un engendro. No sería la ultima movida que una editorial de historietas hiciera algo así en tal sentido. Pasaría con el género blaxploitation – creando a Blade sobre la base de Shaft (1971) -, los vengadores anónimos y Harry el Sucio – que darían pie a The Punisher -, y así con un montón de títulos del mismo estilo. Pero en vez de mantener el mismo perfil de sus fuentes cinematográficas, los creativos de las casa editoriales inmediatamente empiezan a hacer culebrones y crossovers cada vez más delirantes – Fury reclutó en su momento a los padres de Peter Parker, futuro Spiderman, como agentes secretos; colaboró con Reed Richards (años antes de Los 4 Fantásticos) contra los nazis; creó SHIELD a partir de la financiación de Tony Stark, alias Ironman; enrolaría a diversos superhéroes y perseguiría a otros como El Increíble Hulk; y un largo etc -. Sinceramente Nick Fury es el agente secreto menos secreto del mundo, con dos metros de altura, parche en el ojo, uniforme de cuero, dos pistolas gigantes y un helicóptero futurista.

Para los años 70 la Marvel venía muy mal económicamente, y comenzaría a alquilar franquicias por dos mangos con tal de recaudar y pagar deudas. La primera tanda de adaptaciones vendría por el lado de la caja boba, con series y telefilmes como El Hombre Araña y El Increíble Hulk, amén de la infame versión de Roger Corman sobre Los 4 Fantásticos. Pero para los años 90, después que la DC Comics lograra un megahit con el Batman de Tim Burton, la Marvel se puso en campaña para levantar la puntería. Primero vendrían telefilmes con mayor calidad y presupuesto que los hechos hasta entonces, como serían The Punisher (1989) de John Woo y la pelicula que ahora nos ocupa, amén de una tonelada de series animadas basadas en sus personajes más relevantes. Recién en 1998 la Marvel haría buen pie en la taquilla con la versión de Stephen Norrington de Blade.

En Nick Fury, Agente de SHIELD figuran personajes interesantes en los créditos. Además de Avi Arad y Stan Lee – popes de la Marvel – como productores, está David Goyer en uno de sus primeros libretos. Goyer después escribiría Blade y Batman Comienza, entre otros títulos.

Pero resulta imposible tomarse en serio a Nick Fury, Agente de SHIELD. Obviamente es una producción más cuidada que lo habitual, y figura al mando David Hasselhoff (ex Auto Fantástico, y a esa altura convertido en nuevo millonario gracias al megaéxito de Baywatch, tanteando un nuevo perfil para su carrera), quien definitivamente es un mal actor pero al menos es lo suficientemente inteligente para reírse de sí mismo. Si uno analiza detalladamente el film, es una reproducción más que fiel de la esencia del comic, con aparatos sofísticados, entorno futurista, y héroes y villanos descomunales. Creativamente es un delirio asombroso y prepotente. El problema es la dirección de Rod Hardy, que es incompetente y no puede obtener una performance decente de ninguno de los actores del cast. Si uno tiene una trama demasiado fantasiosa y no logra que los actores se la tomen en serio, pasa lo que pasa en este filme. Es un festival de la sobreactuación con niveles que van más allá de los confines de esta galaxia. Pero, por otro lado, esa sobreactuación termina inexplicablemente haciendo buen juego con la historia. En el fondo Nick Fury, Agente de SHIELD es tan exagerada que termina siendo un festival camp, al estilo de la serie Batman de 1966. Hasselhoff es una máquina de recitar clichés uno tras otro; los héroes son más duros que el acero; la villana parece una Playmate riéndose como una loca y haciendo carotas todo el tiempo; y todo el mundo está enfundado en apretadísimos trajes de cuero que harían las delicias de cualquier fetichista.

Toda la amenaza de HYDRA no deja de ser una versión camuflada de las extorsiones mundiales que hacía SPECTRE en los filmes de 007. La resolución de la amenaza es bastante idiota, pero como el filme está todo el tiempo en movimiento, termina por resultar perdonable. Quizás el tema pase porque este telefilme muestra lo mejor y lo peor del mundo de los comics: hay una creatividad realmente disparatada, pero el perfil de los personajes es de cartón pintado.

Nick Fury, Agente de SHIELD es diversión camp que prospera en base al delirio. Con otro director la puntería podría haberse mejorado. Es una adaptación fiel de la historieta, con todos los pros y contras que eso significa.

3 CONNERYS: Una exagerada película basada en un exagerado comic. Entretiene desde el punto de vista camp, pero la dirección es torpe e indulgente como para hacer algo memorable. Una adaptación bastante pasable del agente secreto menos secreto del mundo.