Crítica: Las Vidas Posibles de Mr. Nobody (2009)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Francia / Alemania / Canada / Bélgica, 2009: Jared Leto (Nemo Nobody), Diane Kruger (Anna), Sarah Polley (Elise), Toby Regbo (Nemo adolescente), Natasha Little (madre), Rhys Ifans (padre)

Director: Jaco Van Dormael, Guión: Jaco Van Dormael

Trama: En el futuro la humanidad habrá vencido a la muerte, y la gente contempla los últimos días del último mortal a través de las cadenas de televisión. El anciano de 118 años, llamado Nemo Nobody, comienza a relatar a los periodistas la historia de su vida. Pero el reportero comienza a asombrarse ante la crónica de Nemo sobre todas las vidas posibles que pudo haber vivido. De cómo pudo haberse casado con alguna de las tres niñas que le gustaban en la infancia, qué hubiera pasado si sus padres no se hubieran separado, o el gran amor que pudo haber vivido con su hermanastra luego que su madre volviera a formar pareja. Pero … ¿cuál de ellas es la historia verdadera de Nemo Nobody?

Las Vidas Posibles de Mr. Nobody Otro ataque por asalto a la neurona. Otro tipo que se cree un auteur y dispara una catarata de insufribles pedanterías. A esta altura yo mismo me asusto, porque siento que me estoy convirtiendo en un amargado que destroza películas. Pero a su vez, reviso engendros como Mr. Nobody y me convenzo de que no estoy muy equivocado. Una gran factura técnica, impecables efectos especiales y una buena idea de fondo no camuflan una puesta en escena que bordea lo intolerable. Hay maneras en que un autor puede acercar su idea al público, siendo tanto sofisticado como accesible. Pero aquí no ocurre nada de eso y, a medida que se acerca el final, el filme se vuelve frustrante y absurdo.

Un divague se puede hacer con altura. Pero cuando termina siendo un ejercicio de estilo en donde sólo el director entiende lo que pasa, uno termina asumiendo de que el autor se ha puesto en una posición de superioridad intelectual que denota soberbia. ¿Es tan dificil ser inteligente y masivo?. ¿O será que ponerse críptico es el recurso de los mediocres para camuflar sus propias limitaciones intelectuales?. A esta altura estoy convencido que hay idiotas que se creen artistas y hay idiotas que los siguen porque creen que el tipo es un iluminado (pero no entienden un cacso de su obra, o se despachan con sus propias interpretaciones delirantes). Estos autores desarrollan obras pedantes con seudo pretenciones artísticas que entran en una nueva categoría a la que he bautizado como Cinema Merde. Tanto Tetsuo el Hombre de Hierro, Alphaville como Adios, Querida Luna son dignos integrantes del Cinema Merde. Ahora se suma Mr. Nobody.

Metan en una licuadora a El Extraño Caso de Benjamin Button y Corre, Lola, Corre, y tendremos una idea de qué va Mr. Nobody. Acá tenemos a otro actor recargado de maquillaje y haciendo de viejo, narrando su vida pasada. O sus numerosas vidas posibles pasadas. Cómo vivió en una familia normal… o cómo fué abandonado por su madre. O cómo vivió con su madre y ésta se volvió a casar, y Nobody se terminaría por enamorar de su media hermana… o como Nobody se casó con la japonesita del jardín de infantes, o con la sicótica de la secundaria….

Hay momentos en que Las Vidas Posibles de Mr. Nobody da la impresión que va a transformarse en una especie de viaje intelectual en el tiempo. El protagonista habla del tiempo como una dimensión en expansión desde el Big Bang, y que es la única que no se puede doblar o retroceder. Y uno puede asumir que hubo un momento crucial en la vida de Nobody en donde la realidad se partió en dimensiones paralelas, las cuales terminan por coincidir en este anciano de 118 años que espera la muerte en una ciudad futurista. Por momentos Las Vidas Posibles de Mr. Nobody tiene escenas oníricas de alto vuelo, como la visión de cuadrillas de helicópteros apilando bloques de océano (!) para construir el mar, y que los edificios son una fachada de cartón pintado; o secuencias como toda la palabrería científica de turno sobre el tiempo, la física, las dimensiones, etc, disparada a una velocidad superior a la capacidad de asimilación del espectador promedio. Y, lo peor de todo, es que esto no ayuda en lo más minimo a explicar lo que ocurre.

De las decenas de historias posibles que el relato dispara, hay un par que son emocionantes como el amor frustrado del protagonista con la hermanastra, o la relación con su padre parapléjico (Rhys Ifans, el villano del próximo reboot de Spiderman). Por contra, hay otras que son abominables como la interminable secuencia con la depresiva Sarah Polley que, para colmo, aparece en un momento en que uno pide a gritos que el filme termine… y sigue y sigue. Dos horas 20 minutos es un disparate de duración, y uno no se asombra cuando ve que esta película que costó 50 millones de dolares recaudó algo menos de 3 millones. Sigan solventando a estos genios a medio cocinar… así les va a ir a los productores.

Las Vidas Posibles de Mr. Nobody tiene algunos momentos y hay un par de buenas ideas de fondo, pero la puesta en escena deja mucho que desear. No es sintética, no es clara, y se enreda aún más sobre el final. He aquí a un director engolosinado con su idea y expandiéndola hasta un grado tal que le resulta imposible controlar. Y, tal como dice en un momento Jared Leto, este es un ejemplo típico de cine francés, en donde nadie habla, pasan muchas cosas y se entiende muy poco.