Crítica: Mom and Dad (2017)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

3 atómicos: buenaUSA / GB, 2017: Nicolas Cage (Brent Ryan), Selma Blair (Kendall Ryan), Anne Winters (Carly Ryan), Zackary Arthur (Joshua Ryan), Robert Cunningham (Damon Hall), Olivia Crocicchia (Riley), Lance Henriksen (Mel Ryan)

Director: Brian Taylor – Guión: Brian Taylor

Trama: Carly es la típica adolescente insoportable y es la esencia del egoísmo puro. Pero Carly pronto comienza a atemorizarse cuando ve sucesos de violencia en su escuela y, ante la orden inmediata de evacuación, los autobuses escolares son tomados por una horda de adultos enloquecidos, que no ven la hora de ponerle la mano encima a sus hijos para aniquilarlos. Todo los adultos del pueblo han sido contagiados por esa locura asesina y, lo que es peor, la televisión informa que sucesos similares se están dando a lo largo de toda la nación. Ahora Carly intenta regresar a su casa para rescatar a su hermano menor Joshua con la ayuda de su novio; pero cuanto éste es noqueado por su padre Brent, a la chica sólo le queda agarrar al niño y atrincherarse en el sótano. Y lo que sigue es un asedio de pesadilla, con sus desquiciados padres gritando a los cuatro vientos las sangrientas maldades a los que piensan someterlos ni bien la puerta ceda ante los fuertes embates de los lunáticos.

Mom and Dad es una rebuscada variante de The Crazies, ese subvalorado clásico de George A. Romero. En The Crazies un virus convertía a la gente en sicópatas asesinos y un grupo de personas inmune al mal debía escapar de un pueblo infestado de asesinos seriales. Acá la plaga convierte a los padres en homicidas obsesionados con masacrar sus propios hijos, como si despertara una desviación aberrante del instinto paternal / maternal que a veces ocurre en los animales matando sus propias crías (una explicación científica nada convincente espetada por el televisivo Doctor Oz). No matan a cualquier adolescente; de hecho pueden ignorar y saludar correctamente a los hijos de los otros. Solo asesinan a sus propios hijos.

El responsable de esto es Brian Taylor, uno de los sacados co-directores de Crank y responsable de la alucinógena serie Happy!. Taylor toma a un decadente Nicolas Cage (teñido negro cuervo), lo emparda con Selma Blair (otra que se saca fácil), y los deja sobreactuar salvajemente. Y, la verdad, es entretenido verlos como sicópatas. Es como una versión dark de Mi Pobre Angelito, solo que en vez de ladrones tenemos a padres asesinos y Kevin no puede salir de la casa porque está resistiendo el asedio paternal encerrado en el sótano.

Algunas visiones de gente corriendo y aniquilando menores es impactante, aunque Taylor se reserva el golpe final de los ataques, omitido sobre todo en el caso de los mas chicos – una madre da a luz a su bebé e inmediatamente se levanta, toda ensangrentada, para matarlo a mano limpia; los padres miran a través del cristal a sus hijos recién nacidos en las incubadoras del hospital, no con amor sino con desenfreno animal para liquidarlos -, lo cual le saca filo al filme. Teóricamente es una comedia de terror y aunque la primera mitad va seria y sangrienta, las cosas se condimentan cuando Cage y Blair entran en modo psycho a full en la segunda parte, arrasando media casa con intentos de matar a sus insoportables pibes (ahora devenidos victimas) con métodos copiados a Willie E. Coyote.

En el fondo Mom and Dad oculta una amarga reflexión sobre la madurez, de cómo perdimos nuestra rebeldía, nuestra libertad, nuestra juventud con tal de cumplir las premisas sociales de reproducirse y perdurar a través de nuestros hijos. Tanto Cage como Blair tienen un par de momentos inspirados sobre el tema (sobre todo cuando aniquila la costosa mesa de billar, comprada en plena crisis de los 40 / 50), añorando la juventud perdida. Después el filme tiene una vuelta de tuerca gloriosa con Lance Henriksen haciendo un esplendido cameo y dando vuelta las bazas. Pero el final es trunco, como si Brian Taylor no supiera a donde disparar: esto debería haber terminado en una utopía donde las autoridades (policías solteros) asignaban hijos de distintas familias a otros padres, inhibiendo el instinto asesino y procurando la supervivencia de la sociedad, pero sólo termina con un grito de locura y la caída del telón con los créditos finales.

Mom and Dad es un filme fallido que merece verse; no aburre, tiene su cuota de humor, de cosas ridículas y de momentos atroces e inspirados. Cage haciendo de loco es bárbaro y puede que sea el inicio de un comeback. Y aunque no sea redonda, es una película recomendable, por lo novedoso de la premisa y por algunas escenas realmente originales.