Crítica: Mensaje desde el Espacio (Los Invasores del Espacio) (1978) (Sankuokai)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Japon, 1978: Vic Morrow (General Garuda), Mikio Narita (Rocksaia XII), Philip Casnoff (Aaron), Peggy Lee Brennan (Meia), Etsuko Shihomi (Esmeralida), Hiroyuki Sanada (Shiro), Tetsuro Tamba (Noguchi), Makoto Sato (Urocco), Sonny Chiba (Principe Han)

Director: Kinji Fukasaku, Guión: Hiroo Matsuda

Trama: El planeta Jilucia ha sido tomado a la fuerza por la raza de los Gavanas. La última esperanza de los lugareños reside en las 8 nueces místicas de Liobe, a las cuales se les encomienda la tarea de buscar ocho guerreros que los ayuden a derrotar a los invasores. Las nueces viajan por el espacio y dan con los ocho elegidos, los cuales son de procedencia muy diversa: un general deprimido por la burocracia del ejército, tres pilotos tan intrépidos como rebeldes, un jugador empedernido, un príncipe heredero de los Gavanas que vive en el exilio, un robot, y un consejero real. Pero la tarea es monumental y más aún cuando los Gavanas han desplazado Jilucia hacia la órbita de la Tierra, a la cual piensan conquistar. Habiendo recibido el ultimátum de rendición, la única esperanza de nuestro planeta reside en que los ocho elegidos puedan derrotar al imperio de los Gavanas antes que sea demasiado tarde.

Message From Space ¡San kuo kai, San ku kai! ¡Es una nave, es una nave…!

(Estribillo de la canción del título de la serie Sankukai, secuela para la TV de Mensaje desde el Espacio)

A finales de los setenta La Guerra de las Galaxias era el furor del momento, y todo el mundo se lanzó a hacer clones. Y entre el ejército de imitadores, los japoneses se despacharon con Mensaje Desde el Espacio.

En sí Mensaje Desde el Espacio no es tan terrible como parece. Es una ensalada que mezcla los clichés de Star Wars con los de Los Siete Samurais, pero el resultado es mucho mejor que otro proyecto de similar premisa como la terrible Batalla Mas Allá de las Estrellas producida por Roger Corman. Ciertamente la primera media hora es abominable, donde se plantean las bases de la historia y – especialmente – se presentan a los personajes, que es un compendio de escenas una más ridícula que la otra. Los adolescentes pisteros (del espacio), la chica rica y aburrida en busca de aventuras, el jugador charlatán que va a terminar siendo un héroe… entre la calidad mediocre de los FX y algunas secuencias monumentalmente estúpidas (como los chicos flotando en el espacio sin traje protector y queriendo atrapar con la mano unas esferitas luminosas radiactivas conocidas como luciérnagas espaciales), uno se encuentra al borde de apagar el video y dedicarse a hacer otra cosa más útil con una hora y media de su vida. Pero súbitamente Mensaje Desde el Espacio empieza a cambiar de tono y a transformarse en algo potable. Y hasta diría que al final, uno termina por festejar algunas ocurrencias del guión.

En sí el filme no hace el más mínimo esfuerzo de despegarse de las premisas básicas de Star Wars. Hay un general retirado que hace de mentor, algunos adolescentes descarriados que se transforman en héroes, un pueblo oprimido, una princesa guerrera, un emperador malvado, un robot parlanchin… y a falta de una Estrella de la Muerte, los Gavanas han transformado a Jilucia en un planeta errante con armas de destrucción planetaria. Incluso en el clímax hay corredores subterráneos que sólo los intrépidos pueden pasar para destruir el núcleo del reactor atómico y destruir a la Estrella… ejem, a Jilucia. Pero aún con todo su descerebre, sus disfraces de pacotilla, su falta de originalidad, y sus efectos especiales cuestionables hay un punto de inflexión de Message From Space en donde comienza a volverse interesante, a pesar que uno sabe de sobra a dónde se dirige y los pasos que va a seguir. Esto sucede desde el momento en que entra en escena Vic Morrow (el sargento Saunders de la serie de TV Combate!). El caso de Morrow es el ejemplo de un actor que dignifica el papel sin importar lo ridículo que parezca. Uno puede ver a Morrow hablando con un muñeco atroz que hace de robot con la convicción propia de recitar Hamlet. Y los parlamentos de este general resignado y pesimista son realmente buenos. Hasta los personajes más ridículos empiezan a hablar con cierta lógica; y el tema de las nueces mágicas de Liobe comienza a pesar en la historia y a ennoblecer a estos caracteres. Incluso cuando el emperador hace acto de presencia, uno espera al típico sobreactor que se ríe estúpidamente de cualquier cosas y comienza a gritar… y se topa con un tipo sagaz, medido e inteligente, con buenos diálogos. Es como si todos los personajes hubieran sido tomados por otro guionista y les hubiera puesto actitud. Hacia el final el espectador (o al menos yo) termina por ponerse del lado del filme, a pesar que haya ocasionales disparates siderales, como la explosión de la Luna que pasa inadvertida y no afecta a la Tierra, por poner un ejemplo mínimo (!).

Hay muchos datos interesantes para la trivia: el director es Kinji Fukasaku, que diera años antes la bizarra El Cieno Verde, fuera director de segunda unidad en el clásico Tora, Tora, Tora! y pariera la saga de Battle Royale; además del malogrado Vic Morrow, está el astro japonés Tetsuro Tamba (El Ojo de la Cerradura, Solo Se Vive Dos Veces) como líder de la Tierra, y Sonny Chiba (Streetfighter, Kill Bill) como un principe desterrado. Tanto Tamba como Chiba son otros dos intérpretes que le dan dignidad a la historia. Uno de los pilotos intrépidos es Hiroyuki Sanada, que participaría en la serie secuela de este filme, conocida en Latinoamérica como Sankuokai (es una nave!), pero con otro nombre de personaje (y a quien vimos hace poco como el capitán japonés de la misión al Sol de Sunshine: Alerta Solar). Dicho sea de paso, Sankuokai fue la tira televisiva que prosiguió las aventuras de los pilotos rebeldes en un tiempo paralelo a la de la película, regresando la nave que aquí tripula Peggy Lee Brennan (un Halcón Milenario más copado) así como el delirante (y poético) galeón espacial de Esmeralida. Tendría 27 capítulos y sería emitida durante 1979.

Message From Space es bizarra, pero tiene sus virtudes ocultas. Aún siguiendo los pasos calcados de Star Wars, termina por redimirse por ponerle energía a la acción y actitud a sus personajes. Por supuesto, hay que superar con vida la primera media hora que es terrible; pero el resto es un delirio con buenos diálogos y escenas.