Crítica: Maggie (2015)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA / Suiza, 2015: Arnold Schwarzenegger (Wade), Abigail Breslin (Maggie), Joely Richardson (Caroline), Laura Cayouette (Linda)

Director: Henry Hobson, Guión: John Scott 3

Trama: El mundo se encuentra diezmado por una plaga que ha transformado a la gente infectada en zombie; y mientras que la epidemia se encuentra en franco retroceso, los enfermos siguen un proceso inevitable de deterioro cuyo único fin posible es la cuarentena y el eventual exterminio. Wade Vogel es un rústico granjero cuya hija mayor ha sido mordida por un zombie; y ahora se la ha llevado a su granja, luego de mandar al resto de sus hijos a un lugar seguro, y prepararse para un proceso tan dramático como triste. Y mientras que su esposa – y madrastra de Caroline – le ruega que siga por los pasos normales indicados por el gobierno – de notificar a las autoridades cuando Maggie presente signos de putrefacción y desvarío -, Wade se aferra a la chica, único recuerdo viviente de su difunta esposa. Pero los días pasan y Maggie va perdiendo todo rastro de humanidad… colocando a Wade en una encrucijada tan dura como inevitable.

Maggie (2015) Schwarzenegger + zombies. Lo primero que sugiere semejante cóctel es que vamos a ver al veterano austríaco pateando traseros putrefactos… hasta que uno empieza a leer en detalle el resumen de Maggie. Oh, sí, hay zombies, pero no es un filme de terror. Está Schwarzenegger pero no es un filme de acción. En realidad es un drama indie que trata de manera alegórica a la eutanasia – como la suprema (y mas cruel y triste) muestra de amor de un padre hacia su hija enferma de manera terminal – y utiliza el escenario del apocalipsis zombie como contexto. Reemplacen la zombificación por SIDA o una epidemia de virus Ebola y verán que los resultados son los mismos.

Lo primero a tener en cuenta es que Maggie es un drama espeso, de esos que se toman sus tiempos, prefieren los climas antes que la acción, y descansan en las performances de sus intérpretes. La gran delicia del filme es la confidencia del director Henry Hobson en obtener una interpretación excelsa de Arnold Schwarzenegger, ya que el grueso de la película se basa en primeros planos del austríaco… y acá Arnie se despacha con un rango dramático de la gran hostia. Es fascinante ver lo sutil que Arnold actúa aquí, moviéndose con una enorme tranquilidad y confianza, y transmitiendo un sentimiento de pathos que le pasa por arriba al grueso del cast (incluso diría que su performance pasa por varios cuerpos a la de Joely Richardson, la cual es una actriz fogueada). Es un granjero rústico y calmado, abrumado por las circunstancias, aferrado a su hija como único recuerdo viviente de su fallecida esposa, y desesperado porque el tiempo se le acorta y se verá obligado a tomar una decisión brutal. ¿Eutanasia?. Sí, pero ¿cómo?. ¿Aplicando la inyección letal que le facilitó su amigo doctor?. ¿O recurriendo a algo mas expeditivo como una bala en la cabeza de su hija mas amada?.

Y si Arnold es excelente, la que le va en saga es Abigail Breslin. Lo suyo es una mezcla de frescura y desesperación, ese don juvenil que piensa que las cosas pueden arreglarse, y ese descenso a los infiernos en donde la humanidad se pierde con cada día que pasa. La química con Schwarzenegger es brillante, y no es dificil sentir su relación como auténtica y sentida. Hay muchos toques sutiles que te terminan revolviendo el estómago, simplemente porque estos dos se quieren en serio y va a llegar un momento en que no podrán esquivar el golpe que les ha preparado la realidad.

Hay muchas escenas efectivas en el filme, en especial cuando Arnold se ve obligado a confrontar a un par de vecinos que han pasado por lo mismo – y en donde su sobreprotección ha dado lugar a que el proceso de zombificación se complete, generando una amenaza ambulante para los lugareños -, lo cual parece un amargo anticipo de lo que su personaje va a tener que enfrentar. Yo no sé si la historia es realmente novedosa o un regurgitado de un drama mas standard trasladado a un universo zombie, pero lo que sí sé es que el clima está logrado como Dios manda. Uno siente dolor y tristeza al ver el drama por el que pasan estos personajes, situaciones que les tocó sufrir por una desgracia del destino y que ahora ha terminado de cambiarles la vida para peor.

(alerta spoilers). Al contrario de otras críticas, yo no creo que el final arruine la efectividad de Maggie. Al parecer la prensa esperaba el gran momento trágico con Schwarzenegger viéndose obligado a matar a su hija por piedad. En cambio el final elegido – menos brutal, mas diplomático – me parece mas justo. A final de cuentas, ésta es una historia de amor entre padre e hija, y si el padre está demorando lo inevitable en busca de obtener un día mas con su niña… ¿qué mejor que su hija le quite esa carga y le ahorre el dolor de semejante resolución?. Quizás no sea brillante ni tenga tanta potencia, pero me parece un final lógico. (fin spoilers).

Maggie es un excelente drama, pero no es para cualquiera. El clima es lento y ominoso, y los momentos tristes abundan. Desde ya la situación no es realista en lo mas mínimo – en el contexto del filme, los Vogel viven acosados por una tormenta permanente que refleja el estado de ánimo producido por la situación que viven -, pero me parece lograda y loable. Y, en lo personal, creo que Arnold merecería algún tipo de premio – no un Oscar, pero aunque sea alguna nominación a un premio menor -. Sin lugar a dudas ésta es la performance de su vida, y creo que la obtiene porque la situación del libreto le debe resonar de manera personal. En todo caso, es una muestra del compromiso de un artista con su trabajo, el cual ha mejorado notablemente con el paso de los años y, ahora que está libre de presiones por la taquilla, ha aceptado papeles mas jugados (como el de Sabotage), lo cual da muestras de seguridad, crecimiento y riesgo que sólo la edad puede otorgar.