Crítica: 007 Vive y Deja Morir (Live and Let Die) (1973)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 3/5: buena Gran Bretaña , 1973: Roger Moore (James Bond), Yaphet Kotto (Dr. Kananga/Mr. Big), Jane Seymour (Solitaire), Clifton James (Sheriff J. W. Pepper), Julius W. Harris (Tee Hee), Geoffrey Holder (Barón Samedi), David Heidison (Felix Leiter), Gloria Hendry (Rosie Carver), Bernard Lee (M), Lois Maxwell (Miss Moneypenny), Tommy Lane (Adam), Earl Jolly Brown (Whisper), Roy Stewart (Quarrel, Jr.), Lon Satton (Strutter), Arnold Williams (taxista), Ruth Kempf (Mrs. Bell), Joie Chitwood (Charlie), Madelaine Smith (Miss Caruso), Michael Ebbin (Dambala), Kube Chaza (vendedora), B. J. Arnau (cantante), Gabor Vernon (delegado húngaro) 

Director: Guy Hamilton – Argumento: novela de Ian Fleming – Guión: Tom Mankiewicz – Música: George Martin – Canción del título: Paul y Linda McCartney – Fotografía: Ted Moore – Montaje: Bert Bates, Raymond Poulton, John Shirley – Supervisor de producción: Claude Hudson – Directores artísticos: Syd Cain y Stephen Hendrickson – Efectos especiales: Derek Meddings – Vestuario: Julie Harris – Productores: Albert R. Broccoli y Harry Saltzman – Distribuidora: United Artists

121 min, No rating, Color – estreno mundial el 27/ 05 / 1973 – Nominada – 1973 – 46th Academy Awards – Musica (Canción Original) – Live And Let Die – Paul McCartney, Linda McCartney

Trama: Tres agentes británicos han desaparecido o han sido asesinados, y los mismos se encontraban tras la pista del Dr. Kananga, premier de una minúscula isla del Caribe. Pero apenas llega 007 a Nueva York, su visita no pasa desapercibida y comienzan los atentados contra su vida. James Bond continúa el rastro hasta San Monique, y allí se cruzará con Solitaire, la misteriosa tarotista que visualiza el futuro para Kananga. Su poder profético solo es válido si ella se mantiene virgen, pero cae en los brazos de 007. Temiendo represalias de Kananga por la pérdida de sus dones, escapan juntos pero terminan siendo apresados. Y Bond descubrirá que Kananga y el jefe del hampa que se hace llamar Mr. Big resultan ser la misma persona, y que intentará ingresar en el comercio ilegal de la droga, regalando dos toneladas de heroína para apoderarse del mercado del narcotráfico de Estados Unidos.

Critica: LIVE AND LET DIE (007 VIVE Y DEJA MORIR)

Connery ya se había ido, y todos tenían la duda de qué pasaría con la serie de ahora en adelante.

Buena parte de esas dudas deben haber mermado la camaradería comercial que había entre Harry Saltzman y Albert Bróccoli, los dueños de Eon / Danjaq, la productora de todos los films Bond hasta la fecha. Uno puede suponer ciertas situaciones y diálogos a raíz de los hechos que se sucedieron, que podrían reflejar perfectamente lo que ocurrió con el matrimonio de productores. Mientras que Saltzman debe haber visto que el material de Fleming restante no era de tan buena calidad – o tenía bastantes problemas de adaptación – , Broccoli era un optimista en que insistía que Bond no era una moda pasajera, y que podía prosperar en los 70. El punto de vista de la calidad versus el punto de vista comercial. Lo cierto es que Connery se fué, Saltzman también lo haría, y sólo se quedaría en éste y en el siguiente film como apoyo a su camarada de armas para darle el puntapié inicial a una nueva etapa del personaje.

Antes del inicio de Diamonds Are Forever, y ante la duda del regreso de Connery al personaje, el candidato era Roger Moore. Pero en su momento no estaba disponible (estaba filmando The Persuaders con Tony Curtis), y el segundo en la lista era el monótono John Gavin (el John Loomis de Psycho de Alfred Hitchcock), que hubiera sido Bond en 1971 sino fuera que los resultados de taquilla de On Her Majesty´s Secret Service habían sido tan pobres para un film 007, que United Artists arrinconó a Saltzman y Broccoli para que el escocés regresara a toda costa al personaje. Pero en 1973, y tras cuatro intentos, Connery se mantuvo firme y dejó en claro que nunca jamás (je,je) volvería a interpretar a Bond. Y con las filmaciones de The Persuaders finalizadas, Moore (que también había sido candidato en 1962) tenía el terreno libre.

Los productores decidieron evitar muchas de las formalidades – que consideraron errores – cometidas en OHMSS al presentar a un nuevo Bond. Para comenzar, a Moore recién lo vemos después del teaser, y es presentado de un modo natural, sin demasiada ceremonia. También no está la escena clásica del despacho de M, sino que los detalles de la misión son dados en el mismo departamento particular de Bond, de modo imprevisto y mientras éste tiene un amorío con una agente italiana. Tampoco aparece Q, y ese es un detalle que indica que se intentará dar un vuelco al tono de la historia, con menos truculencia – 007 tan sólo posee un reloj imán – y quizás algo más de realismo.

El realismo, entendido para los productores, era aggiornar a Bond y ponerlo a correr con las modas cinematográficas del momento. En este caso, era el auge del blaxpoitation, donde films como Shaft (1971) sacudían las taquillas alrededor del mundo. Pero enviar a un británico blanco y de esmerados trajes a mezclarse con la mafia callejera de Harlem ciertamente es peculiar, cuando no ridículo. Si bien es cierto que el original literario menciona a algunos de esos ambientes, resulta algo chocante ver a Bond abandonar sus escenarios chic por algo tan mundano como el bajo mundo neoyorkino. También los encuentros con Mr. Big resultan ordinarios, y los únicos detalles pintorescos de semejantes lugares y personajes son el trasfondo mágico y de vudú así como los funerales en New Orleans.

Desde el vestir hasta los autos se ven desfasados de moda, aún más que otras producciones anteriores (Diamonds Are Forever tiene el mismo problema con cierta americanización de Bond). Y la cosa mejora algo con las incursiones por la imaginaria San Monique, que suele caer en el estereotipo americano de lo que debe ser una república bananera. Pero al menos en San Monique se devela el aspecto mágico de la historia, que es la presencia de la virginal Solitaire. Sin duda Jane Seymour es una actriz capaz, y es la única Bond girl que ha logrado cosechar una carrera de importancia tras su paso por la serie, pero aquí su interpretación es algo blanda, sin brillar demasiado y sin representar calificadamente a la heroína desprotegida que está en las garras del villano, o que cae seducida en los brazos de 007 porque el destino así lo indica, aún a costa de perder sus poderes.

Por otro lado Yaphet Kotto tampoco es destacable; quizás no sea problema del actor sino del guión, que no le da momentos para lucirse. Es ordinario, no es siniestro ni tampoco muestra la conexión sentimental que debería tener con Solitaire. En todo caso, los secundarios como Tee Hee o el Baron Samedi son mucho mejores; mientras que el hombre de la garra de acero es ciertamente el germen del futuro Jaws, el Baron Samedi de Geoffrey Holder es brillante. Es un diablillo que actúa aquí y allá, marginal a la historia pero con suficiente presencia como para no pasar desapercibido, e incluso su personaje resulta irreal muchas veces (como al final, sentado en el estribo del tren). Quizás si Kananga hubiera sido también el Barón Samedi, el film hubiera sido mucho mejor.

Pero el film no escapa de cierta rutina que ya es habitual con los guionistas de la serie (¿será cierta holgazanería creativa?). Bond llega a investigar y comienzan a atentar contra su vida. El villano revela al poco tiempo sus planes. Y al final Bond culmina en combate mano a mano con Kananga, cuando cientos de guardias están en otros lados de la isla buscando a 007. Y la muerte de Kananga es, como mínimo, ridícula.

Es cierto que con Diamonds Are Forever la serie comenzaba un giro hacia el comic filmado. Con exceso de exotismos y personajes raros, aunque no tuvieran demasiada coherencia de por sí, y con guiones demasiado lineales – persecuciones y diálogos obvios hasta llegar al final cargado de explosiones – . Pero mientras que Diamonds Are Forever mantenía un buen equilibrio entre los elementos de comic, la acción y la trama, acá el resultado es más desparejo. Los elementos de caricatura no cuajan demasiado, parecen secuencias aisladas. La acción es también muy desigual: nadie niega que la persecución de las lanchas en los cayos es un clásico – y es la secuencia que salva al film de la letanía – , pero los combates mano a mano de Moore son lastimosos y lentos, y otras escenas (el auto fuera de control en la autopista, la amenaza de los cocodrilos, las peleas en la ceremonia vudú) carecen de nervio. La otra secuencia que luce en menor medida, es el escape en el autobus de dos pisos de San Monique. Pero la trama en el fondo no es muy interesante, no tiene intriga o elementos que el espectador deba descubrir.

Es un film raro, cuyos elementos podrían haber servido para un gran film Bond, pero que quedan a mitad de camino. Salvo las lanchas, el Sheriff Pepper (acá en actuación festejada, no como su regreso en The Man With The Golden Gun), el Barón Samedi, algunos momentos de Solitaire y la música de Paul Mc Cartney, la película no deja demasiada sustancia. Y si bien John Barry no está en la orquesta, el trabajo de George Martin a cargo del soundtrack es bueno, a pesar de que muchos lo critiquen. Así mismo la actuación de Moore es algo rígida, donde por momentos pareciera imitar a Connery y en otros se anima a salirse de libreto. No es un mal film, pero es algo chato.

3 CONNERYS: Llegada de Moore al rol. Es un film peculiar, donde los años muestran la decadencia de las modas que quiere seguir – el blaxploitation -. Destacan algunos secundarios y la memorable persecución de lanchas, pero resulta en un entretenimiento muy light y con poca sustancia.

LA SAGA OFICIAL DE JAMES BOND

La era Connery: Doctor No (1962)Desde Rusia con amor (1963)Goldfinger (1964)Operacion Trueno (1965)Solo se vive dos veces (1967) / El fugaz paso de Lazenby: Al Servicio Secreto de Su Majestad (1969) / El primer regreso de Connery: Los Diamantes son Eternos (1971) / La era Moore: Vive y Deja Morir (1973)El Hombre del Revolver de Oro (1974)La Espia que me Amo (1977)Moonraker (1979)Solo para sus Ojos (1981)Octopussy (1983)En la Mira de los Asesinos (1985) / La era Dalton: Su Nombre es Peligro (1987)Licencia para Matar (1989) / La era Brosnan: Goldeneye (1995)El Mañana Nunca Muere (1997)El Mundo no Basta (1999)Otro Dia para Morir (2002) / La era Craig: Casino Royale (2006)Quantum of Solace (2008)Operación Skyfall (2012)Spectre (2015) – Sin Tiempo Para Morir (2021)

Canción del film

Una de las canciones más recordadas y con mayor cantidad de versiones es ésta: desde versiones soul hasta la de los Guns´n Roses. Un giro rock totalmente nuevo para la serie y extremadamente popular en su momento. Letra y Música de Paul McCartney y Linda McCartney – Cantada por Paul McCartney and Wings

When you were young and your heart was an open book,
You used to say live and let live.
(You know you did, you know you did, you know you did)
But if this ever-changing world in which we live in
Makes you give in and cry,
Say live and let die!
Live and let die,
Live and let die,
Live and let die.

What does it matter to ya,
When you’ve got a job to do you gotta do it well,
You gotta give the other fellow hell!

You used to say live and let live.
(You know you did, you know you did, you know you did)
But if this ever-changing world in which we live in
Makes you give in and cry,
Say live and let die!
Live and let die,
Live and let die,
Live and let die.

En español:

Cuando eras joven y tu corazón era un libro abierto,
solías decir vive y deja vivir
(yo sé que lo hacías, yo sé que lo hacías, yo sé que lo hacías)
Pero si este cambiante mundo en que vivimos
te hace inhibir y llorar,
dirás vive y deja morir !
vive y deja morir,
vive y deja morir,
vive y deja morir.

Lo que significa esto importa mucho,
cuando tengas un trabajo que hacer , vas a hacerlo bien,
vas a darle a los otros, a probar el infierno !

Solías decir vive y deja vivir
(yo sé que lo hacías, yo sé que lo hacías, yo sé que lo hacías)
Pero si este cambiante mundo en que vivimos
te hace inhibir y llorar,
dirás vive y deja morir !
vive y deja morir,
vive y deja morir,
vive y deja morir.