Crítica: La Ultima Transmisión (The Last Broadcast) (1998)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1998: David Beard (David Leigh), Jim Seward (Jim Suerd), Stefan Avalos (Steven Avkast), Lance Weiler (Locus Wheeler), Rein Clabbers (Rein Clackin)

Director: Stefan Avalos & Lance Weiler, Guión: Stefan Avalos & Lance Weiler

Trama: En diciembre de 1995 el equipo del programa televisivo “Realidad o Ficción” se internó en los bosques de Pine Barrens para realizar una transmisión en vivo. Su objetivo: efectuar una investigación documental sobre la leyenda del Demonio de Jersey, un ser misterioso que ronda la zona desde hace siglos y de cuya existencia aún no existen pruebas fehacientes. Al dúo de periodistas lo acompaña un sonidista y un síquico, quien empieza a captar extrañas señales en la zona. Pasados varios días, el síquico aparece en la carretera, desvariando y con sus ropas manchadas de sangre. Ahora el documentalista David Leigh está preparando un filme sobre el caso, obteniendo el asesoramiento de especialistas y recogiendo material que se creía perdido. Y, entre este último, figura un lote de videos con las últimas horas de grabación tomadas por las víctimas, las cuales registran una serie de sucesos realmente inquietantes.

La Ultima Transmision (The Last Broadcast) El único mérito de The Last Broadcast es que sus responsables le hicieron juicio por plagio a la gente de El Proyecto Blair Witch, y luego terminaron arreglando por algunos dólares fuera de la corte. ¿El motivo?. The Last Broadcast fue rodada un año antes y mostraba cómo un equipo de filmación (que grababa cámara en mano todo el tiempo) se adentraba en el bosque para investigar sobre una leyenda urbana y terminaba siendo masacrado. Oh, si, el argumento es muuy parecido a The Blair Witch Project; pero, en cuanto a la ejecución,… uy, Dios, deja mucho que desear.

Hay que separar lo que dice el libreto de lo que es la puesta en escena. Mientras que en el texto The Last Broadcast se ve similar a El Proyecto Blair Witch, el corte final es muy distinto. Este es un falso documental rodado sobre la desaparición de un grupo de personas. Hay muchas – demasiadas – entrevistas a autoridades, especialistas y testigos, y se muestra muy poco footage rodado por las víctimas en el bosque, con lo cual el efecto claustrofóbico termina por ser casi inexistente (y ése era el principal fuerte de The Blair Witch Project). Para colmo, los restos de grabación rescatados no son muy excitantes que digamos. Como puede verse, todo es parecido pero muy diferente.

En realidad La Ultima Transmisión es un bodrio de primera línea. Comenzando por la voz en off del documentalista, que es lo más anodino que existe sobre el planeta y realiza comentarios insulsos todo el tiempo. Para colmo el narrador intenta generar momentos de tensión describiendo cosas estúpidas; por ejemplo, que el síquico (un adolescente con pinta de skater!) estaba “en cosas oscuras”, como aprendiendo trucos de magia con cartas (wtf?!). Súmenle a esto un elenco de actores desastrosos y una producción pobrísima, y verán cómo pueden terminar odiando a este filme en cuestión de unos pocos minutos. El supuesto programa de cable tiene menos producción que los horrendos shows locales que pasan los sábados en el canal 2 de San Nicolás, los conductores tienen pinta de cualquier cosa menos de expertos en lo paranormal, y los diálogos son aburridos. ¿Vieron esos documentales de cable tipo “Cops” o “Los Momentos Más Asombrosos”, en donde todos los entrevistados hablan como si estuvieran sobredosificados con Rivotril y arrastran las palabras?. El 90% de La Ultima Transmisión consiste en eso: parafraseando a Frank Zappa, es gente que no sabe hablar, entrevistada por gente que no sabe preguntar y vista por gente que no sabe ver cine.

También hay otras cosas que me suenan incongruentes, aunque podría estar equivocado sobre el tema. Por ejemplo, que en 1995 se pudieran hacer transmisiones en vivo via Internet, o que esta gente pudiera emitir / chatear desde un bosque (¿hacían todo esto con Windows 95? ¿existían modems móviles en esa época?). Para colmo el filme le dedica muchisimo tiempo a explayarse sobre ese aspecto, como si realmente fuera importante para el desarrollo de la historia.

The Last Broadcast es aburrida y amateur. Llegar al núcleo de la trama lleva una eternidad. Cuando lo hace, no pasa nada interesante. Lo único que redime un poco (pero sólo un poco) es el giro de tuerca en los últimos cinco minutos finales pero a) llega demasiado tarde y b) visto en perspectiva, también suena estúpido. Por cada una de sus partes y por su conjunto, The Last Broadcast es simplemente un filme incompetente. La unica causa válida para verla es la curiosidad – por considerarla un antecedente de The Blair Witch Project -, aunque el filme de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez es muy superior en todos los sentidos.