Crítica: Kronos (1957)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1957: Jeff Morrow (Dr Les Gaskell), Barbara Lawrence (Vera), John Emery (Dr Elliot Hubbell), George O’Hanlon (Profesor Arnie Culver), Morris Ankrum (Dr Albert Stern)

Director: Kurt Neumann, Guión: Lawrence Louis Goldman sobre una historia de Irving Block, Musica – Paul Sawtell & Bert Shefter

Recomendación del Editor

Trama: El Dr. Les Gaskell está siguiendo la trayectoria de un asteroide y concluye que se encuentra en vía de colisión directa con la Tierra. Alertando a las fuerzas militares, estas lanzan 3 misiles con cabezas nucleares al espacio, pero el asteroide apenas se desvía de su curso y cae en las aguas de la costa de Mexico. Gaskell y un equipo de científicos se dirigen a la zona para investigar, pero descubren que una enorme mole de aspecto cúbico ha emergido del oceano y se dirige hacia las ciudades. La entidad extraterrestre – a la que la prensa llama Kronos – se dedica a absorber todas las fuentes de energía que encuentra en su camino. Incluso un ataque atómico resulta inutil contra el ente y, por el contrario, éste aumenta de tamaño. Todos los esfuerzos resultan inutiles para detener a Kronos en su afan de arrasar el planeta.

Kronos (1957) Kronos (1957) es considerado un clásico menor debido a la novedad de su historia central. No es una película atroz, como otras muestras de la sci fi serie B de la época, pero tampoco es excesivamente brillante. Bien podría decirse que posee una premisa fascinante, arruinada por una ejecución pobre en talento y presupuesto.

Detrás y delante de cámaras hay varios talentos y habitues de la sci fi de la época. La historia original es de Irving Block, el mismo que diera a luz Planeta Prohibido el año anterior. Dirige Kurt Neumann, que más tarde pergueñaría el clásico La Mosca; y en el rol estelar está Jeff Morrow, el mismo de This Island Earth. Pero el trío se reune aquí en una historia que tiene su inventiva, pero carece de los medios necesarios para hacerla prolija y realmente memorable.

Sin dudas la premisa es muy buena: una raza alienígena ha logrado convertir la energía en materia. Pero en su planeta natal han agotado sus recursos, así que envía a un robot gigante para que devore y acumule las reservas energéticas terrestres como paso previo a una invasión. En el medio hay una pequeña avanzada alienígena, a cargo de una entidad luminosa que termina por poseer al Dr. Hubbell – un científico a cargo del avanzado Laboratorio Central, un centro de investigación militar -. Hubbell le brindará los datos – telepáticamente – a los aliens para el control de la trayectoria de Kronos. Cada vez que el ente es atacado, Hubbell sufre shocks y se desmaya, pero por segundos logra retomar el control de su mente y termina por proveer algunos datos claves de lo que pasa.

El problema principal de Kronos es Kronos mismo, que es un mamotreto gigante. Parece un bloque de cubos salido de algún Lego y, para peor, el director Neumann lo filma desde unos angulos terribles, que terminan por verse como un esperpento de utilería y ni siquiera da la sensación de enormidad que precisaba. Es simplemente un cachivache metido entre maquetas en miniatura. Si Neumann hubiera visto Godzilla, quizás hubiera aprendido cómo hacer encuadres que den la impresión de que las cosas son gigantes en la pantalla. Para peor el aparato tiene unas antenitas bastante cómicas y, cuando se mueve, sus patas están animadas de un modo más que obvio. Los FX son realmente burdos y no consiguen dar – siquiera de un modo aceptable – el efecto que desean lograr.

El presupuesto del film debía de ser una lágrima, y se nota. Las secuencias donde aparecen Kronos son realmente muy breves; y en el medio hay enormes cantidades de stock footage, que a veces estiran las cosas hasta el borde del aburrimiento. Hay mucha charla y mucha teoría que hace de relleno. Pero, por otro lado, el film se empeña en mostrar tecnología avanzada que es creíble. El Dr. Gaskell tiene una mesa – visor donde observa la trayectoria del meteorito; hay varias puertas que se abren con tarjetas computarizadas; el laboratorio tiene una computadora central bastante bien montada. A su vez el libreto termina por armar un artilugio algo artificial pero efectivo, haciendo que los aliens posean a uno de los científicos – y poder usar este recurso para dar alguna explicación coherente de lo que realmente pasa -. Lamentablemente sobre el final las cosas se resuelven de uan manera absurda – Gaskell asume que Kronos es una batería de auto gigante y termina por invertirle la polaridad -. Todo resuelto en escasos minutos y con tensión cero.

Kronos es un film chato y algo desprolijo, pero con buena premisa. Es una película que merecería una remake mejor producida, ya que la historia de fondo es interesante. El problema aquí es la falta de billetes, que impide mostrar más ataques del ente y más cantidad de secuencias de destrucción masiva. Así como está es modesta, bastante inteligente y pobremente realizada.