Crítica: Jurassic Park III (2001)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2001: Sam Neill (Dr Alan Grant), William H. Macy (Paul Kirby), Tea Leoni (Amanda Kirby), Alessandro Nivola (Billy Brennan), Trevor Morgan (Eric Kirby), Michael Jeter (Udesky), Laura Dern (Dra Ellie Sattler), John Diehl (Cooper), Bruce A. Young (Nash)

Director: Joe Johnston, Guión: Peter Buchman, Alexander Payne & Jim Taylor, basados en los personajes creados por Michael Crichton

Trama: Ya han pasado varios años desde la caída en desgracia de Jurassic Park, y su posterior secuela en la ciudad de San Diego. Ahora el paleontólogo Alan Grant ha regresado a lo que más le gusta – la búsqueda de fósiles -, pero su excavación se está quedando corta de fondos. Es por ello que decide aceptar la propuesta del millonario Paul Kirby de regresar al Parque Jurásico – específicamente, a la isla conocida como sitio B – y, desde un avión en vuelo rasante, darle un tour guiado al potentado. Pero, una vez que se encuentra en la isla, Grant se da cuenta de que ha caído en una treta de Kirby, el cual no es quien dice ser sino un simple comerciante que, junto con su esposa, están buscando desesperadamente a su hijo Eric, el cual lleva perdido en Sorna ocho semanas. Pero los problemas empiezan ni bien pisan tierra y son atacados por un gigantesco Stegosaurio. Y ahora, sin medios para defenderse, regresar o siquiera comunicarse con tierra, Grant deberá comandar – como pueda – a los Kirby para que todos puedan volver a la civilización sanos y salvos.

Jurassic Park III Jurassic Park III es la segunda secuela del megahit de 1993 dirigido por Steven Spielberg. Los dinosaurios probaron rápidamente ser un negocio redondo y la moda jurásica empezó a generar clones bastardos de todo tipo y color, comenzando por la factoría Corman y su Carnosaurio (1993), amén de las copias baratas del canal SyFy y toda la bola. A la primera películas le siguió una secuela demasiado calcada del original – Jurassic Park II: El Mundo Perdido -, y que debe figurar entre los títulos mas flojitos de la filmografía de Spielberg. Las buenas nuevas es que para la tercera parte trajeron a una tanda de gente fresca los cuales, si bien no crearon nada memorable, al menos intentaron desarrollar algo propio en vez de regurgitar las rutinas de siempre. El otro punto a favor es la presencia de Joe Johnston (Jumanji), un tipo resistido por la crítica y la industria como responsable de cosas mediocres (como la apedreada Terminator 3: la Rebelión de las Máquinas). En dicho caso me corresponde quebrar una lanza a favor de Johnston, subrayando que nunca me aburrí con una película suya y que tanto T3 como Capitán América: El Primer Vengador son joyitas con algún que otro defecto de libreto.

Ciertamente la historia del chico perdido es la excusa para generar una secuencia de acción tras otra y, sobre todo, mostrar una nueva parva de bichos prehistóricos. Esta es una historia boba por donde la miren – mueren 28 personas para salvar a un pibe, como si el chico fuera poco menos que el último Dalai Lama; las escenas del matrimonio reconciliándose bordean lo lamentable; y, en el caso de Alessandro Nivola, las cosas llegan a lo absurdo con el caso del “chico que se volvió ambicioso y recibe su merecido pero sobrevive, gracias a que es un muchacho de buén corazón” -, pero al menos la acción y los efectos especiales son tan espectaculares que uno se deja llevar y termina por perdonar la tontería generalizada. Resulta obvio que es una trama mal armada y llena de artificios, que van desde el sexto sentido de Laura Dern sobre la indescifrable llamada de Sam Neill, hasta el contar con un especialista en paracaidismo dentro del equipo que va de expedición a la isla, pasando por la cavidad nasal reconstruída de los velocirraptores que – oh, casualidad – se lo llevaron por error a la isla (y que resulta imprescindible en el momento más acuciante). El libreto es una máquina de inventar mecanismos absurdos que más tarde serán usados por la historia para resolver una situación improbable – es algo parecido a lo que ocurre con James Bond y sus gadgets, que siempre son distintos y bizarros, pero que sólo resultan útiles para la acción que va a ocurrir en ese mismo capítulo -. Pero aún con todo ese bagage de inconsistencias, Jurassic Park III tiene cierto sabor que lo hace perdonable. Será que Johnston ha creado excitantes escenas nuevas, o que las viejas – como el caso de otro vehículo empotrado en un árbol y siendo atacado por un dinosaurio mientras que las personas que están adentro intentan escapar por cualquier medio – están rodadas con un cariz diferente. Como sea, el filme entretiene sin dejar el sabor plástico de reciclado en la boca.

Jurassic Park III es un espectáculo ok. Quizás a esta altura la saga debería probar otro enfoque, o darle otra profundidad intelectual – encontrándole un punto de vista alternativo -. Pero, hasta que llegue, pueden sucederse secuelas como ésta, la cuál no resulta desagradable en absoluto.

JURASSIC PARK

Jurassic Park (1993) – Jurassic Park 2: El Mundo Perdido (1997) – Jurassic Park 3 (2001) – Jurassic World (2015) – Jurassic World: El Reino Caído (2018) – Jurassic World: Dominion (2022)