Crítica: La Reliquia del Futuro (Das Jesus Video) (2002)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorAlemania, 2002, miniserie: Matthias Koeberlin (Steffen), Naike Rivelli (Sharon), Manou Lubowski (Yehoshua), Hans Diehl (Scafaro), Dietrich Hollinderbäumer (John Kaun), Heinrich Giskes (profesor Willfort)

Director: Sebastian Niemann, Guión: Sebastian Niemann & Martin Ritzenhoff, basados en la novela homónima de Andreas Eschbach

Trama: Steffen Vogt es un estudiante de arqueología que se encuentra colaborando en una excavación en las afueras de Jerusalén. Por accidente descubre los restos de un hombre, y las pruebas de carbono indican que su antigüedad se remonta a 2.000 años atrás. Pero los restos poseen características inusuales: en uno de sus brazos hay una prótesis de titanio y la dentadura posee implantes, elementos que sólo existen en la medicina moderna de 50 años a esta parte. Lo más desconcertante es el descubrimiento, junto al esqueleto, del manual de una videograbadora que aún no se ha inventado, junto con un mensaje de que el aparato contiene un video sobre Jesús. Los científicos no salen de su asombro y piensan de que se trata de un elaborado engaño, mientras que Steffen deduce que lo que han hallado es un viajero del tiempo: un individuo de la época actual que ha logrado viajar hasta la época de Cristo y ha registrado las andanzas del hijo de Dios en video. Pero la cámara de video no aparece y el Vaticano – junto con otras fuerzas conspirativas – han comenzado a moverse tras los pasos de Steffen, para apropiarse del dispositivo y eliminar a los testigos del descubrimiento. Y mientras los asesinos le pisan los talones, Steffen y sus amigos deberán descifrar cuál ha sido el destino final de la videograbadora, para ubicarla y dar a conocer su contenido a todo el mundo.

Das Jesus Video Das Jesus Video (El Video de Jesus, traducción literal del título que ha sido rebautizado en otros países como La Reliquia del Futuro o El Enigma de Jerusalen) es una miniserie alemana del año 2002, de obvia inspiración danbrownesca. He aquí otro enigma ancestral con resonancias religiosas; el Vaticano como una corporación despiadada y plagada de intereses creados; un investigador científico convertido en el héroe de turno; enigmas arqueológicos por doquier, y un toque de ciencia ficción para terminar de matizar el cóctel. Mientras que las obras de Dan Brown (léase: El Codigo Da Vinci) me parecen ridiculeces con esteroides, La Reliquia del Futuro – que sigue una onda similar – termina por funcionar mucho mejor. Quizás sea porque sus intenciones son mucho más modestas: a la trama lo único que le importa es crear persecuciones y cliffhangers, y toda la parte disparatada queda relegada a ser el McGuffin de turno que impulsa a nuestro héroe a seguir investigando.

Gran parte de la efectividad de Das Jesus Video se debe a la dirección de Sebastian Niemann, un tipo al que le interesa el ritmo y le quita solemnidad a las elucubraciones fantásticas de la historia. Todo esto culmina en que la miniserie gana credibilidad, simplemente porque los protagonistas – como nosotros – no podemos dar crédito a la premisa, hasta que la historia avanza y las piezas empiezan a encajar en el lugar. Nuestro héroe consigue una pieza del rompecabezas, siguen 15 minutos de alguna persecución excitante, y volvemos a repetir el ciclo. Por suerte las escenas de acción están rodadas con buen nervio, así que el entretenimiento es completo.

Por supuesto si uno empieza a analizar la historia, la misma es un disparate total (y eso que el libreto introduce una enorme cantidad de cambios a la trama original de la novela). ¿Cuál es la utilidad de viajar en el tiempo hasta la época de Jesus y filmarlo en video?. ¿Cómo un aparato de 2.000 años de antigüedad sigue funcionando de manera impecable? (lo que no quita que todo esto funcione como un formidable aviso publicitario para la Sony). Y sobre todo, ¿cómo se sentiría usted si tuviera que viajar hacia una época y una civilización que desconoce, sabiendo que sólo se trata de un viaje de ida?.

Desde ya que todo el tema del viajero en el tiempo está a medio cocinar, ya que una cosa así debería traer una tonelada de cambios en toda la historia de la humanidad. Por ejemplo, el bagage cultural del viajero, que podría haber transmitido conocimientos de cosas siglos antes que se hayan descubierto. Incluso está la paradoja de que la versión moderna del individuo estaría en contacto con su propio esqueleto en el actual tiempo y espacio – algo mencionado por FAQ Acerca de los Viajes en el Tiempo (como para que vean que nuestras fuentes son serias!) -. Acá el único tema de consistencia científica es la demostración de un mini viaje en el tiempo, de tan sólo 4 segundos de duración, el que sirve para mostrar que también se debe calcular el desplazamiento de la Tierra sobre su eje. No sea cosa que manden a alguien 2.000 años para atrás y aparezca en medio del Océano Pacífico.

Pero a la historia no le interesa el por qué ni el cómo. Solo le interesa meter enigmas y cliffhangers, y eso lo hace con total eficiencia. También es cierto que, en su tercer acto, la trama comienza a resentirse. Hay gente que aparece de la nada, muertos que no mueren y revelaciones salidas de la galera. De todos modos, uno llega muy satisfecho a ese punto, de manera que se le puede perdonar la proliferación súbita de Deus Ex Machina.

La Reliquia del Futuro es entretenimiento más que sólido. Hay secuencias excitantes, hay escenarios exóticos, y hay intrigas en abundancia. El héroe de turno es inteligente, y los malos son muy malos. ¿Qué más se le puede pedir a un producto televisivo?