Crítica: La Isla de Nim (2008)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2008: Abigail Breslin (Nim Rusoe), Jodie Foster (Alexandra Rover), Gerard Butler (Jack Rusoe / Alex Rover)

Director: Jennifer Flackett & Mark Levin, Guión: Joseph Kwong, Paula Mazur, Mark Levin & Jennifer Flackett sobre la novela homónima de Wendy Orr

Trama: Jack Rusoe es un biólogo marino que vive en una ignota isla ubicada en el océano Pacífico. Junto a él está Nim, su inquieta hija pre-adolescente, la cual lo acompaña en todas sus investigaciones. Una vez al mes un barco les trae viveres y enseres y, entre ellos, figura la novela mensual de Alex Rover, un prestigioso aventurero al cual Nim admira. Pero ahora Jack ha debido ir a investigar al arrecife – dejando a Nim sola en la isla por un par de días – y ha sido pillado por un tifón, razón por la cual se encuentra perdido en medio del mar. Mientras tanto la tormenta ha asolado la isla y le ha provocado una seria herida a la niña, la cual intenta atenderse sola. Mientras la infección avanza, Nim es contactada por mail por Alex Rover – su héroe literario -, quien le pide ayuda para redactar su próximo libro; pero al enterarse del estado de la chica, Rover cae en estado de desesperación y monta un improvisado viaje para reunirse con la niña. Lo que Nim no sabe que el verdadero nombre de Alex es Alexandra Rover, la escritora responsable de las aventuras de su héroe, y la cual pasa por un período de severa depresión y fobia. Y mientras Rover combate su pánico para atravesar medio mundo y socorrer a la chica, deberá elaborar algún plan de emergencia para combatir la inminente llegada de piratas a la isla, los cuales han estudiado el lugar y planean hacerse con él. ¿Podrá la fóbica Alexandra llegar a tiempo para salvar a Nim, detener a los piratas, e ir al rescate de su padre?.

La Isla de Nim Esta es otra producción de Walden Media, los responsables de la saga de Las Crónicas de Narnia, The Seeker: The Dark is Rising, Viaje al Centro de la Tierra y otras insipidas franquicias infantiles. Como ocurre con los productos de Walden, las historias son neutras y están plagadas de buenas intenciones, detalles que terminan por torpedear todo el aspecto dramático de La Isla de Nim. Lo que queda son un puñado de buenas actuaciones y una película familiar tan olvidable como inofensiva.

Desde ya, la premisa de La Isla de Nim es absurda. Un biólogo marino vive en una isla perdida en el Pacífico, y lleva consigo a su hija pequeña. Los tipos tienen una infraestructura de millones de dólares (con conexión satelital, radares, sensores submarinos, etc) y se han hecho un palacio en la isla, convirtiéndola en su reino personal. Cómo el tipo hace pasar por todo eso a una piba de 12 años es ridículo: no hay un médico en miles de km a la redonda, la zona es objeto frecuente de tifones, y el flaco tiene el tupé de irse a la mar por dos días (!) dejando sola a la chica para que le pase de todo. Mientras tanto, llegan piratas a la isla (o, al menos, lo que la chica cree), en una vuelta de tuerca que hace acordar a Robinson Crusoe. La niña monta una improvisada defensa a lo Mi Pobre Angelito con tal de echar a los indeseables visitantes y, mientras tanto, se lastima feo y debe pedir ayuda. La que aparece en escena es la sicótica / maníaca / fóbica escritora, creadora del personaje a la que la niña tanto admira, la cual se sacaría chispas con Jack Nicholson en Mejor… Imposible, y se ve obligada a enfrentar todo sus miedos con tal de poder ayudar a la chica.

Lo mejor del filme es, por lejos, Jodie Foster. Para mi la Foster es una actriz enorme – su expresividad es formidable – y acá va de cómica, rubro para el cual demuestra tener un gran timing. Sus errores (y horrores) de viaje es lo mejor de la historia, en vez de las absurdas aventuras de Abigail Breslin o las desgracias que padece el ultra colagenado Gerard Butler. Incluso las expectativas se diluyen al instante ya que, cuando llega Foster a la isla no hay drama, ni piratas ni infección que ponga en peligro la vida de la pequeña.

La Isla de Nim es una peliculita floja y pasable. Tiene demasiado Star Power para lo que debería ser una aventura olvidable típica de cable. Las performances y los escenarios no camuflan las limitaciones de la trama, y lo mejor que se puede decir es que resulta tolerable dentro de su estado de insipidez general, algo que dudo mucho que pueda entenderse como un halago hacia los responsables de esta obra.