Crítica: Hunter Killer (Misión Submarino) (2018)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 4/5: muy buena USA / GB / China, 1990: Gerard Butler (capitán Joe Glass), Gary Oldman (CJCS Charles Donnegan), Carter MacIntyre (XO Brian Edwards), Common (RA John Fisk), Linda Cardellini (Jayne Norquist), Toby Stephens (Bill Beaman), Alexander Diachenko (presidente Zakarin)

Director: Donovan Marsh – Guión: Arne Schmidt & Jamie Moss, basados en el libro Firing Point de George Wallace & Don Keith

Trama: El submarino USS Tampa Bay desaparece en aguas rusas cerca del Artico. El almirante táctico John Fisk decide enviar al submarino USS Arkansas a investigar en la zona y pone al mando a Joe Glass, un capitán recién recibido. Mientras Glass gana de a poco la confianza de la tripulación, descubre un submarino ruso del tipo Akula escondido bajo el hielo, emboscando a todas las naves que pasan por ahí. Tras hundirlo, Glass descubre que el Tampa Bay ha sido torpedeado y, lo que es peor, otro submarino ruso también ha sido destruido, con el agravante que la zona de impacto demuestra que fue víctima de una explosión interna fruto de un sabotaje. Con el visto bueno de la NSA, Fisk manda a un grupo de Navy Seals liderado por el experto Bill Beaman -, a convertirse en los ojos y oídos en la zona. Así es como descubren una gran cantidad de movimiento en la base naval cercana, en donde el ministro de defensa Dimitri Durov parece haber montado un golpe de estado para deponer al presidente Zakarin y utilizar la excusa del hundimiento del submarino Akula para iniciar una guerra con los Estados Unidos. Y mientras la III Guerra Mundial se avecina, Glass se deberá infiltrar en la bahía fuertemente minada de la base rusa mientras el grupo comando de Beaman debe rescatar al presidente ruso a toda costa, cosa de que pueda enviar un mensaje al resto de las fuerzas armadas y detener tanto la guerra como el golpe de estado. Pero las probabilidades en contra son demasiadas y la marina rusa ha comenzado a cazar al Arkansas, con lo cual todo depende del talento de Glass para esquivar y emboscar al enemigo antes de que sea demasiado tarde.

Crítica: Hunter Killer (Misión Submarino) (2018)

Hay héroes de todo tipo. Hay héroes gerontes (con actores reviviendo su carrera mas allá de los cincuenta; sorry, Liam), héroes de serie B, héroes directo a video, malos actores que se creen héroes… y Gerard Butler. El tipo no entra en ninguna de esas clasificaciones; no es un mal actor y por momentos arañó las grandes ligas pero ahora ha creado su propio nicho y es… el de películas de Gerard Butler. Esto es, filmes malos pero espectaculares, acción sin sentido y presupuestos demasiado generosos para lo que es la historia. Y aún cuando su racha de fracasos taquilleros sea interminable, Butler se las apaña para seguir apareciendo en bodrios sobreproducidos. Ahora, con Hunter Killer, se ha topado con un material superior a la media de sus trabajos de la última década. Es una de Tom Clancy de segunda clase, con su cuota de disparates y errores de lógica, pero tiene un ritmo tremendo y acción a raudales.

Esta es una película para amantes de videojuegos y miembros de la Asociación Nacional del Rifle. Es como sintonizar el Canal Militar, sólo que con escenas de Butler intercaladas. Hay un despliegue de arsenal militar moderno que le hará caer la baba a los fanáticos del rubro, ya sean helicópteros, comandos, submarinos, destructores, flotas navales, satélites de vigilancia extrema, torpedos y cohetería de todo tipo. Y sí, eso es lo que mantiene vivo el filme a pesar de algunos horrores, ya sean técnicos (algunos CGI muy obvios y mal fusionados con el fondo) o de lógica (como la bahía rusa atestada de minas, en donde Butler tiene que maniobrar como loco frunciendo el upite para no tocar el mas mínimo artefacto explosivo… cuando cinco minutos antes una flota entera de barcos y submarinos rusos salió del mismo puerto haciendo zafarrancho y sin detonar ninguna bomba).

La historia de fondo es típica: la guerra es la excusa perfecta para un golpe de estado. Un general ruso devenido ministro de defensa secuestra a su presidente y, en su nombre, ordena la movilización de toda la flota rusa del norte. Simulando que un submarino estadounidense abatió a uno ruso, la respuesta a la supuesta agresión es el momento ideal para quedarse con el poder. No es, como dicen algunos críticos (o nuestro inflado resumen de la trama), que el tipo está loco y quiere desatar la Tercera Guerra Mundial, sino que quiere solo una refriega militar para probar que el presidente era un incompetente y de ese modo deponerlo. Lástima que los yanquis mandaron gente a la zona en misión secreta, ya sea el submarino de Butler (que descubre que el submarino ruso hundido fue saboteado) o el equipo comando liderado por Toby Stephens (gracias a Dios que el cine lo está recuperando, era un desperdicio tenerlo en Inglaterra relegado a papeles menores cuando el tipo da para mucho más) para observar in situ el lugar. Rayos, entre ellos y Gary Oldman (sobreactuando mal), tenemos demasiados ingleses haciéndose pasar por americanos.

El tema es que hay mucha acción (física, militar y verbal) ocurriendo en varios frentes a la vez, lo cual nunca te termina por aburrir. Hay errores de casting obvios – el general rebelde ruso no da la pinta del rol; Linda Cardellini es muy delicada para hacer de dura agente de la NSA; Oldman grita por todo y siempre está escandalizado; un segundo oficial que vive haciéndole rabietas a Butler frente a toda la tripulación (y que en cualquier otra situación merecería el arresto seguro por insubordinación), y la mayoría de los actores rusos, que son de madera – y bobadas mayúsculas – pistolas a prueba de agua, tipos que van a Rusia con una mochilita y que incluye hasta un super voluminoso equipo de buceo, marinos rusos que le hacen mas caso a su antiguo instructor que a su severo capitán, algunas decisiones militares salidas de la galera en el final, y unos cuantos etcétera -, pero a mí me pareció muy entretenida. Sí, no es La Caza al Octubre Rojo clásico supremo del suspense si los hay – pero te da dos horas de pasatiempo muy potable y, aunque en la IMDB la apedreen (porque linchar los filmes de Butler se ha convertido en un deporte nacional en estos tiempos), realmente vale la pena y resulta recomendable… siempre y cuando apague el interruptor de su cerebro en alguna escena que otra.