Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
USA / Canada, 2015: Henry Rollins (Jack), Booboo Stewart (Jeremy), Steven Ogg (Alex), Jordan Todosey (Andrea), Kate Greenhouse (Cara)
Director: Jason Krawczyk, Guión: Jason Krawczyk
Trama: Jack lleva una vida muy aburrida y deprimente. Se la pasa durmiendo, jugando al bingo de la iglesia de la esquina y pidiendo siempre los mismos platos vegetarianos en la cantina de la otra cuadra. Pero Jack tiene un secreto, y son las cosas de contrabando que le compra a un estudiante de medicina. El tema es que el estudiante está enredado con la mafia local a causa de un dinero prestado, y su secuestro pone en riesgo el suministro clandestino que Jack recibía todas las semanas. Es por eso que va a liberarlo, enredándose con personas con las cuales – allá lejos y hace tiempo – había trabajado como matón. El problema con los mafiosos es que no entienden que Jack es inmortal y que todos los intentos de matarlo terminan siendo frustrados, amén de recibir una golpiza de campeonato. Y cuando los matones deciden secuestrar a la hija de Jack, terminan por meter la pata de manera mayúscula… ganándose el odio de un ser ancestral dotado de poderes sobrenaturales.
– ¡Por favor, deja de mirarme!. ¡Tienes la cara llena de sangre y orificios de bala!
Chancey Gardener devenido vampiro; un chupasangre autista que le importa poco cómo funciona el mundo, vive a dieta vegetariana para no tentarse, contesta con monosílabas, tiene un sentido de humor literal, hace su clásica ronda de bingo de jubilados todos los dias – para calmar las voces de su cabeza y, de paso, no tentarse con los viejos que juegan en el lugar ya que la carne decrépita le da asco -, y vive en un estado de depresión permanente debido a que no puede morir. No es un vampiro común ya que el tipo tiene marcas en la espalda, como si le hubieran extirpado un par de alas. ¿Un ángel caído vagando por la Tierra?. Hay mas revelaciones sobre ello al final de este boletín.
He Never Died es otra de esas sorpresas que nos tiene reservado el cine independiente. Parece la típica historia de un paria social hasta que al tipo empiezan a sonarlo a golpes y a acribillarlo a balazos, y el flaco se saca los perdigones como si fueran astillas (“tengo que sacarme la bala de la cabeza; si la dejo, la herida cicatriza encima y me da migrañas”). Todo enmarcado por una performance magistral de Henry Rollins, el cual permanece imperturbable sin importar lo atroz que sea la situación. El tipo está lleno de secretos, la camarera que lo atiende todos los días está enamorada de él, le aparece una hija de la nada y él la trata para el demonio… simplemente porque le gusta demasiado la carne humana. La crisis despierta vicios ocultos y el tipo abandona una larga abstinencia a causa de todos los problemas en que se ve involucrado por su dealer de sangre humana.
Si bien He Never Died es una comedia de terror, el humor es zumbón la mayor parte del tiempo. Sólo explota en el acto III – o sea que el director estuvo creando momentum – y es tremendamente satisfactorio, aunque el final termina siendo algo abrupto. La gracia del filme es Rollins – un rockero y estrella de los medios que ha tenido participaciones previas en otros filmes, pero éste debe ser el mejor papel de su carrera -, que tiene unas expresiones impagables. El momento en que empieza a reseñar todos los trabajos que tuvo a lo largo de su larga vida es genial, ni que hablar al momento de despacharle revelaciones a la espantada camarera que se ha vuelto su inesperada compañera de aventuras.
He Never Died es una película recomendadísima. Ahora están preparando una secuela en versión femenina que se estrena en el 2019 pero, mientras tanto, puede disfrutarla via Netflix o chequear su operador de cable.