Crítica: La Guerra de los Mundos 2: La Próxima Ola (2008)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2008: C. Thomas Howell (George Herbert), Christopher Reid (Pete), Kim Little (Victoria), Jonathan Levit (Gorman), Danna Brady (Sissy)

Director: C. Thomas Howell, Guión: Eric Forsberg & David Michael Latt

Trama: Pasaron dos años desde la invasión marciana. La Tierra ha quedado semidevastada, y la civilización humana aún no se ha podido recuperar. George Herbert vive en un refugio en su casa con su pequeño hijo, y rastrea los cielos todos los días en busca de señales alienígenas, ya que está convencido de que los invasores volverán. Y sus sospechas se confirman un día, razón por la cual parte a alertar al comando de resistencia civil más próximo. Pero en ese interín su hijo es abducido por los marcianos y llevado a la nave madre. Ahora Herbert deberá rescatarlo antes que las fuerzas de resistencia terrestre lancen un contraataque, pero el tiempo y las dificultades le jugarán en su contra.

La Guerra de los Mundos 2: La Proxima Ola (2008) Reconozco que tengo cierta tendencia perdonavidas, y suelo encontrar virtudes en el barro de los malos filmes, pero admito que la versión de los estudios The Asylum de La Guerra de los Mundos era bastante buena. Por si no los conocen, la gente de The Asylum fabrica mockbusters al por mayor – esos filmes de temática y título demasiado parecido al de una película major que esté por estrenarse, y que sirve como aperitivo para la gilada impaciente que va a un videoclub -. El estudio vive de eso; si sale Terminator 4: Salvation, The Asylum tiene The Exterminators; si estrenan Soy Leyenda, The Asylum saca Soy Omega; Transmorphers en el caso del lanzamiento de Los Transformers, y engendros de dicha naturaleza. Hay un caso que particularmente me fascina y es la seudo secuela Titanic 2 de The Asylum, con un transatlántico atómico que se estrella contra un iceberg en la misma ruta del Titanic original, un aborto cinematográfico imposible que sólo ellos pueden producir y que ya voy a comentar en algún momento. Y si bien The Asylum no es amante de las secuelas (a menos que se trate de imitar una secuela muy exitosa), aquí se han despachado con este segundo capítulo de su H.G. Wells´s War of the Worlds. Aquí figura la estrella en decadencia C. Thomas Howell, quien parece haber encontrado su paraíso jubilatorio en The Asylum y se ha convertido en una de sus principales potencias creativas del estudio (bueno, hay que llamar de algún modo a lo que hace Howell aquí, y que le permite comprarse el pancho y la coca de todos los días). Aquí el ex astro figura como actor y director, y pronto sumaría tareas como la redacción de guiones en las siguientes producciones del estudio.

Es imposible decir que La Guerra de los Mundos 2: La Proxima Ola sea siquiera una película decente. Uno ya sabe que los valores de producción de The Asylum son pobres, pero eso no les impide revisar errores de coherencia y continuidad siquiera a la hora de escenificar un futuro devastado – o trash – , al estilo de Mad Max 2. Howell vive en la miseria y comiendo alimentos vencidos en lata pero, cuando descubre la señal marciana, parte a avisar a la resistencia en una Dodge Dakota impecable y recién encerada (asumo que debe ser la camioneta personal de Howell). Los centros de mando se reducen a fábricas abandonadas y decorados miserables. Las secuencias CGI se repiten todo el tiempo (los aliens despegando es la misma secuencia, en reversa, de los aliens aterrizando). Y, quizás lo peor de todo, es que el filme tiene las sinceras aspiraciones de ser la versión cine Z de Dia de la Independencia. Por ello es que con los dos mangos de presupuesto montan secuencias multitudinarias… que no duran más de 3 segundos en pantalla. Mucha charla, mucho primer plano de los protagonistas, pero muy poco espectáculo (y las mismas secuencias, que se repiten una y otra vez).

Y aún todo eso podría ser perdonable si no fuera que el libreto se empeña de insertar idioteces de manera periódica. Los trípodes marcianos ahora capturan humanos y los alojan en su interior biomecánico – cuya escenografía se limita a unas gasas rojas colgadas de un par de paredes (wtf!) -, pero a su vez contienen portales espacio – temporales que permiten a las victimas saltar a Marte y/o a la nave madre. Los ingenieros del futuro han adaptado los cazas para convertirlos en naves espaciales (wtf!!!!!!!!!!!), con lo cual pueden volar a 600 km de la superficie terrestre y pueden disparar misiles en el espacio. Y cuando Howell llega a Marte, se encuentra con que los marcianos han montado una simulación mental al mejor estilo de Matrix. ¿Para qué?. Nadie sabe, nadie contesta.

La Guerra de los Mundos 2: La Proxima Ola está plagada de momentos absurdos. Aún así, de todos modos, no es un bodrio completo. Uno termina fascinado con la cantidad de idioteces que dispara el libreto, y entre los cuales se alterna alguna que otra buena escena de C. Thomas Howell – que parece Sir Laurence Olivier al lado de un cast completamente amateur e incompetente, y actúa como si estuviera en una película realmente decente -. Ciertamente es un espectáculo bizarro, pero pasable, aunque sea en el sentido más cruel de sacarle el cuero a un filme que alterna una escena más disparatada que la otra.

LA GUERRA DE LOS MUNDOS DE H.G. WELLS

Algunas versiones de la obra de H. G. Wells La Guerra de los Mundos que comentamos aquí son: la versión radial de Orson Welles La Guerra de los Mundos (1938); la versión clásica La Guerra de los Mundos (1953), la versión de Steven Spielberg La Guerra de los Mundos (2005), la opera rock Jeff Wayne´s La Guerra de los Mundos (2006), y las versiones de la editora The Asylum: H.G. Wells La Guerra de los Mundos (2005) y La Guerra de los Mundos 2: La Próxima Ola (2008). La Guerra de los Mundos: Goliath (2012) es una secuela steampunk que tiene lugar 15 años después de la primera invasión marciana. La Gran Guerra Marciana (1913 – 1917) (2013) es un falso documental que ubica la invasión alienígena en las vísperas de la Primera Guerra Mundial.
The Night That Panicked America (1975) es un telefilme que recrea la transmisión (y las repercusiones) de la legendaria transmisión radial de Orson Welles de 1938.