Crítica: La Guerra de las Gargantúas (1966)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Japon, 1966: Russ Tamblyn (Dr. Paul Stewart), Kumi Mizuno (Akemi), Kenji Sahara (Dr. Yuzo Majida), Nobuo Nakamura (Dr. Kita), Jun Tazaki (General)

Director: Inoshiro Honda, Guión: Ishirô Honda sobre una historia de Reuben Bercovitch

Trama: Una enorme criatura humanoide azul ataca un carguero y devora a gran parte de su tripulación. Por relatos de los supervivientes se cree que es una mutación del Frankenstein gigante que se creía desaparecido en un temblor de tierra un año antes. Las fuerzas de defensa son puestas en estado de alerta, e intentan destruir a la criatura. Pero un nuevo Frankenstein – esta vez de pelaje marrón – aparece y lo rescata. El Dr. Paul Stewart está a cargo del operativo y la investigación. Pero Stewart cree que destruir a los Frankensteins será peor remedio que la enfermedad, ya que sus células pueden reproducirse rápidamente y generar clones en escaso tiempo.

La Guerra de las Gargantuas (1966) Como recién decíamos, la Toho se puso en campaña a mediados de los años sesenta para internacionalizar el kaiju eiga, que era el género que le daba gran parte de su torta financiera de ingresos. Pero los monstruos gigantes habían pasado de moda en los 50, y Japón era el único país en donde el género aún subsistía. Como parte de esa campaña internacional la Toho importó actores americanos y obtuvo licencias para utilizar marcas y personajes reconocidos – King Kong, Frankenstein -. La Guerra de las Gargantúas es la secuela de Frankenstein Conquista el Mundo, y es un esfuerzo nada despreciable, aún con el detalle del desgraciado diseño de las criaturas.

Aquí la Toho se ha gastado sus buenos pesos, y la producción es impecable – se ve mucho más lujosa que incluso los filmes de Godzilla de aquél entonces -. Incluso el perfil de la película es un poco más adulto – hay varias muertes, algunas de ellas terribles – y la historia esta mucho más cuidada. La contra es que las Gargantúas del título no son más que dos tipos en trajes de plush y con horrendas máscaras. El otro detalle es que, al contrario que el resto de los filmes del kaiju eiga – en donde los monstruos son filmados en cámara ralentizada para dar sensación de pesadez y enormidad -, los fotogramas van aquí a velocidad normal. Las criaturas nunca dejan de ser dos tipos disfrazados correteando por maquetas. Pero a su favor figura el hecho de que, al momento de los combates, éstos son mucho más feroces que los habituales del cine japonés de monstruos.

Ishiro Honda estaba realmente inspirado al rodar La Guerra de las Gargantúas. Hay algunas tomas excelentes – una de las criaturas emerge de las aguas cerca del aeropuerto de Tokio, destruye un edificio y se devora a una mujer de la limpieza; el asedio de la criatura en las montañas, envuelto en una densa neblina; e incluso el combate final, donde los bichos se dan con todo y se lanzan contra los edificios – que son memorables. La historia es pasable, y tiene sus toques, en especial la relación de la doctora con la Gargantúa buena – la marrón -; y los FX son impecables para lo que es el standard de la Toho.

Pero el que desafina en semejante esfuerzo es el americano importado de turno. Russ Tamblyn está todo el tiempo desubicado, como riéndose de que le está diciendo parlamentos inentendibles en inglés a un montón de japoneses que lo miran como si estuviera pintado. Tamblyn está visiblemente incómodo con el rol, y eso se nota a la legua. Sinceramente no sé por qué no volvieron a llamar a Nick Adams – de Frankenstein Conquista el Mundo -, que era un tipo mucho más natural para este tipo de situaciones. El otro detalle horrible es la intervención de una cantante occidental en el filme; el problema fundamental es el tema que interpreta debió haber rimado muy bien en su japonés original pero con la traducción inglesa la letra suena para el demonio y para colmo la mujer desafina. Por suerte una de las gargantúas termina con esta tortura y rápidamente se hace un aperitivo con ella.

La Guerra de las Gargantúas es muy buena por lo que hace Ishiro Honda para montar en escena las secuencias de acción. Es él el que la da vida a una historia standard del kaiju eiga, por encima de los defectos habituales del género. Es vistosa y tiene sus momentos fascinantes, aún cuando en trazos generales no deje de ser un delirio.

EL CINE FANTASTICO JAPONES DE INOSHIRO HONDA

Godzilla, King of the Monsters! (1954) – Half Human (1955) – Rodan (1956) – The Mysterians (1957) – The H-Man (1958) – Varan the Unbelievable (1958) – Battle in Outer Space (1959) – The Human Vapor (1960) – Mothra (1961) – Gorath (1962) – King Kong vs. Godzilla (1962) – Matango (1963) – Atragon (1963) – Mothra vs. Godzilla (1964) – Dogora (1964) – Ghidorah, the Three-Headed Monster (1964) – Frankenstein Conquers the World (1965) – Invasion of Astro-Monster (1965) – War of the Gargantuas (1966) – King Kong Escapes (1967) – Destroy All Monsters (1968) – Latitude Zero (1969) – Godzilla´s Revenge (1969) – Yog, The Space Amoeba (1970) – Terror of Mechagodzilla (1975)