Crítica: The Good, The Bad, The Weird (2008)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Corea del Sur, 2008: Kang-ho Song (Yoon Tae-goo / “el loco”), Byung-Hun Lee (Park Chang-yi / “el malo”), Woo-sung Jung (Park Do-won / “el bueno), Je-mun Yun (Byung-choon), Seung-su Ryu (Man-gil)

Director: Jee-woon Kim – Guión: Jee-woon Kim & Min-suk Kim 

Trama: Manchuria en los años 40. La mayoría de Asia Oriental se encuentra en manos del Imperio Japonés, y ello incluye a China y Corea del Sur. En medio de todo ese caos se encuentra perdido un antiguo mapa escrito en ruso, el cual indica el lugar donde se encuentra escondido un tesoro. Y hay tras coreanos desesperados por hallarlo: el villano, Park Chang-Yi, un sicario capaz de destazar a cualquier que se interponga en su camino; Park Do-Won, un cazarrecompensas que sigue el paradero del mapa para dar con los criminales involucrados; y Yoon Tae-Goo, un chiflado que es capaz de cualquier disparate con tal de obtener fama y fortuna. Y mientras Yoo Tae-Goo ha conseguido el mapa, el bueno, el malo, los mafiosos de la Ciudad Fantasma y el ejército imperial japonés van tras sus pasos para arrebatárselo, en una enloquecida carrera plagada de balazos y explosiones.

Crítica: The Good, The Bad, The Weird (2008)

Una del Lejano… Este. Hay jinetes, duelos, trenes para robar… pero son todos asiáticos. Ambientada en los años 40 (pero llena de anacronismos; pero, qué mas da si el espectáculo es bueno!) El Bueno, El Malo, El Loco es un obvio homenaje a ese clasicazo de Sergio Leone El Bueno, El Malo y El Feo (1966) por parte de Jee-Woon Kim. De la trama del filme de Leone toma dos o tres ideas – tres amorales en busca de un tesoro en medio de una guerra -, y el resto es desarrollo libre. Los equilibrios están cambiados y esto es como si Tuco fuera el protagonista: el delicioso demente que compone Kang-Ho Song (al que lo vimos en una tonelada de películas surcoreanas de porte, sea The Host, Snowpiercer y Parasite ya que el tipo es amigote de Bong Joon Ho) es el que lleva la batuta y el resto tiene que salir tras su rastro: sea el bueno (Woo-Sung Jung, el que aparece en La Brigada del Lobo, otra de Jee-Woon Kim), un caza recompensas con una puntería bestial con el Winchester; o el malo, un oscurísimo Byung-Hun Lee (que después saltaría a la fama internacional con roles en Red 2, G.I. Joe, la remake de Los Siete Magníficos y un vasto etcétera) que se relame haciendo maldades con su puntería perfecta y anda rodeado de una pandilla de neanderthales capaces de las peores tropelías.

El comienzo es simplemente perfecto, con un asalto a un tren en pleno desierto de Manchuria exquisitamente coreografiado y que haría que Leone se pusiera rojo de envidia. Es ciertamente un escenario exótico el que elige la trama – plena Segunda Guerra Mundial, con Japón habiendo ocupado la mayoría de Asia, incluyendo China y Corea, y con un trío de coreanos calándose a balazos en el medio de la nada en Manchuria en busca de un tesoro perdido de un antiguo emperador chino -, con lo cual hay caballos, jeeps, motos con sidecars, pistolas Walther P-38 codeándose con antiguos rifles Winchester propios del lejano oeste y, en medio de toda esa incoherencia, balaceras por doquier. La trama es extremadamente sencilla y la mecánica de a poco se vuelve repetitiva. Kang-Ho Song hace locuras de todo tipo – salta de un techo a otro, se pone un casco de bronce de buceo para que las balas le reboten en la cabeza en medio de un tiroteo – y los otros no se quedan atrás; el bueno, en un momento, se convierte en una versión del Hombre Araña armado hasta los dientes y baleando a medio mundo en la aldea mientras cambia de una soga a la otra y el malo liquida todo a su paso, con especial talento con los cuchillos pese a que se traten de balaceras (a éste si que le gusta traer un cuchillo a un tiroteo!).

El problema con El Bueno, El Malo, El Loco es que va perdiendo empuje a medida que avanza la trama. Siempre es lo mismo, cambian las coreografías. No hay mucho interés en desarrollar los personajes mas allá de sus mañas y particularidades. Hay un enorme climax a lo Mad Max donde medio mundo persigue a Kang-Ho Song por el desierto – el ejército japonés, el bueno, la pandilla del malo, unos criminales colados -, y al final hay un duelo que intenta imitar al climax del clásico de Leone en el cementerio de Sad Hill, pero que no le llega a los talones. Incluso el final es algo confuso ya que está tirado a las apuradas y no queda claro la suerte de estos personajes.

Aún con todo, El Bueno, El Malo, El Loco es entretenimiento pochoclero altamente recomendable. Es una lástima que el filme no mantenga la excelente energía de la escena inicial, pero aún así le pasa por arriba al 90 % de los filmes de acción de los últimos años que pretenden darse de originales. Acá Jee-Won Kim consiguió algo único y se dió el gusto y, aunque la platea la disfruta como loco, a mi gusto le hubiera puesto algo mas de condimento.