Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
GB, 2012: Toby Jones (Alfred Hitchcock), Sienna Miller (Tippi Hedren), Penelope Wilton (Peggy Robertson), Imelda Staunton (Alma Reville)
Director: Julian Jarrold, Guión: Gwyneth Hughes, basado en Hechizado por la Belleza de Donald Spoto
Trama: Principios de los años 60. El megaéxito de Psicosis ha convertido a Hitchcock en el director más poderoso de Hollywood. Ahora se apresta a rodar Los Pájaros – la que devendrá en otra obra maestra – y para ello se encuentra a la búsqueda de una actriz desconocida para protagonizarla. Pero Hitchcock ha quedado impactado por una modelo rubia y, desoyendo todos los consejos de sus asesores, decide ofrecerle un jugosísimo contrato. El problema es que el director se ha obsesionado con la novata – llamada Tippi Hedren – y ha comenzado perder todo tipo de diplomacia en sus avances, los cuales han terminado por convertirse en un acoso feroz y descarado. Y si bien Hedren ha logrado rehuir con cierto éxito las proposiciones de Hitch, pronto descubrirá que el director es mucho más vengativo de lo que ella piensa, sometiéndola a larguísimas y extenuantes sesiones de rodaje… situación que se volverá más peligrosa cuando Hitchcock la obligue por contrato a encabezar el elenco de Marnie, su siguiente película, generando una situación límite en donde el director revelará sin pudores sus intenciones más oscuras y retorcidas hacia la estrella.
En Hollywood se suelen dar las producciones oportunistas. El caso más obvio es el de las películas de The Asylum, en donde los estudios major estrenan algo enorme y The Asylum tiene al día siguiente algo parecido (y con un nombre similar) en las bateas de los videoclubes. Pero las producciones oportunistas han existido desde mucho antes de que existiera The Asylum, con años enteros en donde coincidían numerosas versiones de Drácula, Robin Hood, Frankenstein, el Rey Arturo y un largo etcétera. Mientras que uno de dichos filmes era una superproducción gloriosa, el resto eran peliculas de tres al cuarto, hechas de apuro y con dos mangos, las cuales intentaban aprovechar la costosa campaña publicitaria de la primera – amén de utilizar el mismo personaje, el cual generalmente se encontraba en dominio público y por el cual no hay disputa de derechos -. Algo parecido ha ocurrido este año con los filmes basados en el cineasta Alfred Hitchcock, el cual no es ni por asomo una figura de acción o alguien que pueda atraer masivamente gente a los cines. Mientras que todo el mundo espera Hitchcock de Sacha Gervasi con Anthony Hopkins a la cabeza, la cadena de televisión HBO decidió despacharse con un largometraje directo a cable, una producción de pura cepa británica que narra los entretelones del casting de la actriz Tippi Hedren para los filmes clásicos Los Pájaros y Marnie.
Mientras que uno tiene la oportunidad de atisbar algunos entretelones de los rodajes de semejantes monumentos del cine, por otra parte la historia de fondo tiene bastante de decepcionante. El problema es que la trama no hace pie como corresponde, como si al libreto le faltara un guionista con mayor vuelo creativo… o con menos pudor para tratar a un puñado de monstruos sagrados. La veracidad de la historia de fondo es discutible – si bien Hitchcock era un severo manipulador en el set, el resto de las historias parecen provenir de versiones personales de las estrellas con las cuales trabajó, en donde unos hablan maravillas y otros lo desnudan como un hombre de intenciones retorcidas y perversas – pero debe haber algo de verdadero en todo ello, ya que los rumores no se forman por sí solos. Debo admitir que la figura de Hitchcock siempre me resultó enigmática y en más de una ocasión lo he considerado como un gay enclosetado, pero la realidad parece ir a la punta diametralmente opuesta de dichas teorías, en donde rumores y testimonios terminan pintándolo como un acosador serial de mujeres. No de cualquier víctima sino de las estrellas rubias con las cuales trabajaba y, peor aún en el caso de Tippi Hedren, la cual recién comenzaba a ser conocida gracias a Hitchcock – y lo cual le daba un poder enorme sobre la chica -. Acá Hitch se tira encima de la rubia, la martiriza con reiteraciones interminables de la misma escena – como el caso de la secuencia clásica de Los Pájaros en donde Tippi Hedren debe entrar a un ático infestado de cientos de pájaros reales… toma que demandó más de 50 ensayos durante cinco días enteros (!!) -, le confiesa varias veces su enfermizo amor, la acosa para que lo toquetee un poco (ups!), e incluso la amenaza de diversas maneras, algunas mas diplomáticas y otras directamente brutales. En el medio hay una borrachera, algunas confesiones bastante crudas – sobre su impotencia, su desprecio por su aspecto físico, su falta de experiencia con las mujeres -, y bastante sicología barata y zapatos de goma, lo cual no termina de satisfacer a nadie.
Mas allá de si esto fue verdad o se trata de una fantasía / mentira elaborada, lo cierto es que precisaba mayor vuelo creativo. Era necesario transformar a Hitchcock en una amenaza, una pesadilla ambulante e interminable para Tippi Hedren, en vez de un gordito retorcido con imaginación sucia. Aún las perversiones y desviaciones mas profundas del ser humano pueden ser tratadas con cierta sofisticación, e incluso ser codificadas en diferentes niveles como si fueran subtextos; pero acá todo es muy frontal y crudo, y hay demasiada sicología rápida de baja calidad. Uno puede pensar en filmes sobre acosadores – Atracción Fatal, Hard Candy – que hacen hincapié en el clima de la historia, o bien en fantasías basadas en violentas situaciones sexuales – desde Heavenly Creatures hasta The Lovely Bones -, en donde las protagonistas reelaboran y reinterpretan sus vivencias en la forma de utopías; pero acá todo parece tener el formato de un artículo del diario Crónica, vomitando las situaciones de la manera más bruta posible. El filme dispara un montón de preguntas que jamás intenta resolver, lo cual es frustrante. ¿Por qué Hitch acosaba a sus estrellas rubias y no a otras mujeres con el pelo del mismo color, como – por ejemplo – las empleadas del estudio?. ¿De dónde nace la obsesión de Hitchcock por Hedren?. ¿Y por qué debía acometer las cosas de esta manera en vez de probar una lenta y larga seducción con cenas y flores en el camerino?.
Las performances son muy buenas. Toby Jones es muy creible como Hitchcock, y posiblemente su performance sea mas natural que la del afectado Anthony Hopkins; en cambio, Sienna Miller no logra camuflarse como Tippi Hedren. El problema es que la Miller es mucho mas bonita y mucho mejor actriz, lo cual le da mucho más humanidad que la Hedren original, quien siempre dió la impresión de ser un fría y estirada socialité. La Miller es muy efectiva en sus propios términos, exudando temor y desesperación a través de la expresividad de sus ojos; es increíble lo que ha crecido como intérprete después de su papelito en Layer Cake.
La Chica es medianamente interesante, pero deja una fuerte impresión de que hay mucho desperdicio de talento detrás de todo esto. El libreto podría haber sido mejor – más fantasioso o más venenoso -, pero sólo se limita a relatar una anécdota turbia y deja sin explorar las causas de la misma. Como sea, no creo que sea una película que atraiga al público en general y, para la camada de cinéfilos como nosotros, tiene sabor a poco, con lo cual termina dejando insatisfecho a cualquiera que la vea.