Crítica: Noche de Miedo 2: Nueva Sangre (2013)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2013: Will Payne (Charley Brewster), Jaime Murray (Gerri Dandridge), Sean Power (Peter Vincent), Sacha Parkinson (Amy Peterson), Chris Waller (‘Evil’ Ed Bates)

Director: Eduardo Rodriguez, Guión: Matt Venne, basado en los personajes creados por Tom Holland

Trama: Charley Bewster está de viaje en Europa con su clase de secundario. Están profundizando sus conocimientos de historia y, en este momento, han desembarcado en Rumania. Pero en una de sus noches Charley descubre que la sensual profesora de arte, Gerri Dandridge, se aloja en el hotel de enfrente, y se dedica a darle un formidable espectáculo voyeur al mantener relaciones sexuales con una chica frente a la ventana abierta. El tema es que, al día siguiente, la amante de Dandridge aparece muerta y Charley comienza a sospechar de la mujer. Pero las cosas se salen de control cuando Charley ve cómo, en una madrugada, Gerri baja reptando los cinco pisos que la separan de la calle, y lo hace portando una bolsa enorme… la cual podría contener un cuerpo sin vida. Decidido a investigar, Charley incursiona furtivamente en el departamento de Gerri y descubre numerosos objetos para practicar magia negra, amén del antiquísimo retrato de una mujer muy parecida a Dandridge. Investigando en Internet, Charley ha llegado a la conclusión que Gerri no es otra que la condesa Elizabeth Bathory, una cortesana que vivió en la edad Media y de la cual se sospecha que fue la primera vampira de la historia. Desesperado porque Gerri lo ha descubierto husmeando, Charley ha llegado a la conclusión que es inevitable el enfrentamiento y, para ello, decide pedirle ayuda a Peter Vincent, el conductor de un reality show dedicado a lo paranormal y que ahora se encuentra en Rumania filmando un documental sobre Drácula. Pero Vincent es un charlatán al que sólo le interesan las mujeres y el dinero, y es por ello que Brewster decide reclutarlo pagándole de su bolsillo varios miles de dólares. Pero grande será su sorpresa al descubrir que las habladurías del muchacho son verdaderas y que ahora una criatura demoníaca de más de medio milenio de edad se encuentra tras los pasos de ambos, dispuesta a desgarrarles sus gargantas para quitarlos de su camino.

Noche de Miedo 2: Nueva Sangre A veces las secuelas son mejores que los filmes que pretenden suceder. Por ejemplo, El Castigador 2 me gustó más que la original con Thomas Jane; o el último capítulo de la saga Misión Imposible, que me parece que le puso la tapa a todas las entregas anteriores. Aún más raro es el hecho de que una secuela directa a video – con escaso presupuesto y actores desconocidos – resulte mejor que una producción major de Hollywood hecha a todo trapo y dotada de costos talentos reconocidos. Noche de Miedo 2: Nueva Sangre entra dentro de esa micro categoría: no es ni por asomo una película maravillosa, pero al menos es una heredera mucho más fiel y digna del clásico de culto creado por Tom Holland en 1985, y que fuera bastardeado impunemente en la degradada remake del 2011. Y casi me animaría a decir que se trata de un filme recomendable.

Si uno se atiene a la continuidad de la franquicia – y a la referencia con los filmes originales de Tom Holland -, Noche de Miedo 2: Nueva Sangre es una especie de ensalada que mezcla temas e influencias de todos lados. No es una secuela del filme con Colin Farrell y Anton Yeltchin – aunque así debería ser! -; por ejemplo, este Charley Brewster nunca mató a un vampiro, está vivo el personaje de Evil Ed, e incluso aparece Peter Vincent con una nueva profesión – es un chanta que presenta un reality de lo paranormal en un canal de cable (al estilo de los shows del canal SyFy), lo cual me resulta una actualización mucho mas real e inteligente que ponerlo como mago de Las Vegas como hicieron en la versión 2011 -. Por otra parte toma la idea de Fright Night 2 (1989) de poner a una vampira de protagonista, aunque aquí no es la hermana de nadie, sino que se trata de la misma condesa Elizabeth Bathory – ésa que la literatura clásica se encargó de inmortalizar como una tirana que asesinaba vírgenes y se bañaba en su sangre para mantenerse eternamente joven -, amén de tomar prestadas algunas de sus escenas. Y la frutilla del postre la termina poniendo el desarrollo de la trama en sí, en donde Noche de Miedo 2: Nueva Sangre termina demostrando que se trata de un reboot de la franquicia y que se olvida de las lamentables aventuras de Colin Farrell con colmillitos.

Ciertamente el escenario es algo forzado aunque no deja de ser apasionante: grupo estudiantil de gira por Europa, y parando en Rumania – tierra sagrada de la leyenda vampírica -. Tal como en las versiones anteriores de Fright Night, Charley Brewster es un adolescente calentorro al que le gusta mirar por la ventana a la noche, especialmente cuando ve que tiene a una MILF de vecina a la cual le gusta dar espectáculos sexuales todas las madrugadas. A la veterana le gustan las chicas, así que las hormonas del pibe está por las nubes; el problema es que la madura estrena una chica nueva todas las noches… y las anteriores nunca salen por la puerta de calle. Al chico se les salen los ojos cuando ve que la mujer se desliza cinco pisos por un poste de luz – al mejor estilo Spiderman -, cargando un bulto que tiene la forma sospechosa de un cuerpo humano. Como buen desubicado guiado por las hormonas y no por la razón, el chico decide incursionar en el depto de la veterana, y descubre todo un ambiente preparado para ritos satánicos, incluyendo una bañera rellena con algo que no es jugo de frutilla. El chico le cuenta la historia a su amigote – una versión mucho más pavota del Evil Ed que componía deliciosamente Steven Geoffreys en el original -, y el flaco le convence que tienen que ir a ver a un especialista… un conductor de realitys sobre fenómenos paranormales que, justo justo, (y casi como un milagro… cocinado por el libretista) está parando en Rumania para hacer un documental sobre Vlad Tepes, el empalador que sirvió de inspiración para el Drácula de Bram Stoker. Al quía le gustan los bares de strippers y el whisky de baja calidad, así que los manda a pasear a los chicos… hasta que el destino termina por cruzarlo con la MILF, la cual le muestra los colmillos y los ojitos salvajes y oscuros como pozos sin fondo.

Los primeros 50 minutos son algo plomizos, en especial cuando uno conoce la historia original y anticipa todo lo que va a pasar. La bella Jaime Murray destila sensualidad y maldad, y el resto del cast son unos desconocidos muertos de frío, tipos que no inspiran nada. Sin embargo, de a poquito, la historia comienza a dar algunos coletazos de originalidad: primero, cuando emparenta a la vampira con la leyenda de la condesa Bathory (y la muestra en un inspirado flashback hecho con forma de comic animado), y después cuando decide salirse de la norma de la franquicia: en vez del histeriqueo habitual de ver si la madura se delata o no como chupasangre, la misma decide pasar a los hechos y comienza a aniquilar adolescentes y vagabundos, amén de salir a la caza de nuestros héroes. A los cincuenta minutos de proyección el filme da un vuelco – a partir de una hiperkinética secuencia en el subterráneo rumano – y decide salir de su mediocridad para ganar sus propios pies.

Yo no diría que la segunda mitad de Noche de Miedo 2: Nueva Sangre es genial, pero sin dudas es mucho mejor que la primera. Es como si el director hubiera podido desatarse las manos – de la obligación de contar toda la trama de base que hace a la franquicia – y se hubiera dedicado con total tranquilidad a desarrollar de manera inspirada la matanza. Todo el cast sale del coma y, lo que es mejor, Jaime Murray pronto se revela como una criatura despiadada y sangrienta. Desde la persecución en el metro hasta la cacería del taxi en donde escapan los protagonistas – y que termina en una secuencia que me hace acordar a la saga Nightwatch de Timur Bekmambetov -, eso sin contar con una original pelea en el baño de un bar de strippers, pronto revelan que el director Eduardo Rodriguez es mucho mejor para la acción que para manejar la narración. Y si bien el final es algo traído de los pelos, al menos termina siendo satisfactorio.

Noche de Miedo 2: Nueva Sangre es ligeramente superior a la remake 2011 de la franquicia. Es algo más fiel y tiene momentos mas entretenidos; aún así, el humor escasea bastante – y estamos hablando de filmes que se basan en una saga de comedias de terror!! -, y el personaje de Peter Vincent está bastante castrado (es más un cameo extendido que un rol co protagónico, como tenía Roddy McDowall en el original); pero aún con todos sus defectos logra alcanzar cierto nivel mínimo de energía, originalidad y entretenimiento que resulta potable, razón por la cual es una elección aceptable a la hora de visitar el videoclub. Y a mí eso me basta para pasar un buen rato.

FRIGHT NIGHT

La Hora del Espanto (1985) – La Hora del Espanto 2 (1989). Noche de Miedo (2011) es la remake del primer filme, y Noche de Miedo 2: Nueva Sangre (2013) es una secuela directa a video