Crítica: Frenesi (Frenzy) (1972)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

GB, 1972: Jon Finch (Richard Blamey), Barry Foster (Bob Rusk), Alec McGowan (Tim Oxford), Barbara Leigh-Hunt (Brenda Blamey), Anna Massey (Barbara Milligan), Jean Marsh (Monica Barling), Bernard Cribbens (Felix Forsythe), Vivien Merchant (Mrs Oxford), Clive Swift (Jimmy Potter), Billie Whitelaw (Hattie Potter)

Director: Alfred Hitchocock, Guión: Anthony Shaffer, basado en la novela Goodbye Piccadilly Circus, Farewell Leicester Square de Arthur La Bern

Trama: Richard Blamey es un bueno para nada que ha sido despedido de su trabajo. Decide acudir a su ex esposa Brenda en busca de algún auxilio económico. Pero después de irse de la agencia matrimonial que regentea su mujer, Bob Rusk – amigo de Richard – llega al lugar y estrangula a la mujer con una corbata. Las sospechas recaen rápidamente sobre Richard Blamey, acusándolo de ser el ser el asesino serial conocido como el maníaco de las corbatas. Ahora Richard deberá huir de la policía mientras intenta probar su inocencia; pero Bob Rusk ha decidido tenderle un cerco de pruebas falsas que lo incriminan sin lugar a dudas.

Frenesi Para finales de los años sesenta la estrella de Alfred Hitchcock venía en baja. Había abandonado el género policial que tantas satisfacciones le había deparado, y se había embarcado en un par de desastrosos flirteos con el cine de espionaje que estaba de moda a partir del éxito de la saga de James Bond. Los intentos de generar un cine de espías realista – con La Cortina Rasgada (1966) y Topaz (1969) – habían salido muy mal – ni el público ni la crítica los quiso -, y Hitch decidió regresar a su Inglaterra natal después de 25 años de ausencia. Frenesí es un regreso en gran forma al estilo que fuera la marca de fábrica del maestro del suspenso; si bien no es tan original – y parece un reciclado de sus trucos y temas habituales -, es sin dudas el mejor filme de la última etapa de su carrera.

Aquí aparece el viejo tema hitchcockiano del tipo inocente involucrado en la situación equivocada. El inglés prácticamente cimentó su carrera sobre ello – desde Los 39 Escalones, pasando por El Hombre que Sabia Demasiado hasta Intriga Internacional -. La diferencia aquí es que la víctima de turno es un vago e inoperante, incapaz de emprender cualquier acción heroica – en vez de investigar quién es el culpable, decide esconderse y huir -. El restablecimiento de la justicia le corresponde pues a un simpático inspector de policía encarnado por Alex McGowan. El tipo tiene unos problemas tremendos con los experimentos culinarios de la mujer, y da pie a los mejores gags del film; por el otro lado, es lo bastante inquieto como para sondear las dudas que le quedan sobre el veredicto sobre Richard Blamey hasta dar por fin con la verdad.

El dato más curioso de Frenesí es el exceso de desnudez que tiene la cinta. Es como si Hitchcock hubiese querido ponerse a la moda con el destape que estaba comenzando en el cine norteamericano, rompiendo los tabúes del código Hays – un proceso que había comenzado con Bonnie & Clyde de Arthur Penn en 1967 -. Aún con ello – que califica a Frenesí de espectáculo adulto -, las secuencias son dispares. El ataque a Brenda Blamey tiene su tensión – en especial, en los desesperados discursos de la mujer para razonar con el asesino -, pero el fotograma final con Barbara Leigh-Hunt desnuda y la lengua afuera es muy bizarro. En cambio, muchísima más lograda es la escena en donde Barry Foster esconde el cadáver desnudo de una mujer en una bolsa de papas y después descubre que la víctima ha quedado con el alfiler corbatero con sus iniciales incrustado en una de sus manos. Ese es un típico momento Hitchcock y por lejos es lo mejor del filme.

Hay montajes interesantes. Pareciera que Hitchcock pudo darse el lujo de montar un largo travelling que en su momento había planeado para el inicio de Psicosis pero que en su época técnicamente resultaba imposible – el mismo travelling logró rodarlo Gus Van Saint en su polémica remake de 1998 -. Aquí, cuando Barry Foster lleva a una de sus víctimas, la cámara se aparta y empieza a descender las escaleras (caminando hacia atrás) hasta alejarse de la casa, atravesando calles y tráfico. Es bastante desolador el efecto, ya que el espectador se aleja del lugar en donde sabe que se va a cometer un homicidio.

Respecto del cast, es realmente muy bueno. Barry Foster es muy solvente como un caballero de refinados modales que saca intempestivamente a su bestia interna. Jon Finch está ok como la víctima de turno, y las performances femeninas son muy buenas, aunque ninguna de ellas (ni siquiera todas juntas) podrían ganar un premio a la belleza. Y el que se roba las escenas es el petimetre del inspector de Alec McGowan (que hiciera de clon de Q en Nunca Digas Nunca Jamás). Aporta la cuota de humor al caso.

Frenesí no es lo más original ni impactante de Alfred Hitchcock, pero es un filme más que solido. Comparado con sus películas anteriores y su última entrega – la bizarra Family Plot -, es un más que digno tiro del final. Tiene sus buenos momentos y es solvente en todos los rubros. Y Hitch le agrega la cuota de sarcasmo y suspenso que es tan característico de su estilo.

ALFRED HITCHCOCK

Filmes de Alfred Hitchcock que hemos comentado en este portal: La Soga (1948) – La Ventana Indiscreta (1954) –  Intriga Internacional (1959) – Psicosis (1960) – Los Pajaros (1963) – Topaz (1969) – Frenesí (1972). A su vez de Los Pájaros se hizo una horrenda secuela para cable, Los Pajaros II: El Fin del Mundo (1994). Psicosis (1998) es una remake realizada por Gus Van Sant. Bates Motel (2013 -) es una miniserie que narra los años de juventud de Norman Bates y su madre. Hitchcock (2012) y La Chica (2012) son dos filmes biográficos que documentan respectivamente los rodajes de Psicosis, Los Pájaros y Marnie.