Crítica: Flash (1990)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1990, episodio piloto: John Wesley Shipp (Barry Allen / The Flash), Amanda Pays (Christina ‘Tina’ McGee), Michael Nader (Nicholas Pike), Tim Thomerson (Jay Allen)

Director: Robert Iscove, Guión: Paul de Meo & Danny Bilson, basado en el personaje de DC Comics creado por Gardner Fox y Harry Lampert

Trama: Pandillas de motociclistas acosan a Central City y han sumido a la ciudad en un caos. Jay Allen es asignado a un cuerpo policial motorizado destinado a detenerlos, pero caen en una trampa y terminan siendo masacrados. Su hermano Barry es un policía forense que intenta identificar a los culpables de su muerte. Pero un rayo cae en el laboratorio de Barry mientras se encuentra realizando unas pruebas,y resulta seriamente herido. Sin embargo, en escaso tiempo se recupera plenamente y comienza a darse cuenta que su metabolismo se ha acelerado. Ahora Barry Allen puede correr a velocidades increíbles, y tiene todos sus sentidos agudizados. Con la ayuda de la científica Tina Mc Gee, utiliza un traje especial que le protege del desgaste causado por su enorme velocidad. Y decidido a vengar la muerte de su hermano, Allen se transforma en Flash, un superhéroe escarlata que recorre las calles de Central City sembrando justicia.

Flash Flash es otro de esos superhéroes al por mayor que la DC Comics creó a lo largo de su extensa vida editorial. Vale decir: pensemos en algo que pueda ser considerado un super poder, e inmediatamente dibujemos un héroe y démosle una tira cómica. Flash era el más rápido, el Hombre Elástico se estiraba, Flecha Verde lanzaba flechas como ninguno, Aquaman vivía en el agua, etc. Mas allá de lo que se intente disfrazar la historia, no dejaba de ser lo mismo pero contado en escenarios diferentes y con disfraces de colores variados.

Flash nació en 1940 de la mano de Gardner Fox y Harry Lampert (Fox también sería el creador de el Hombre Halcón y Sandman, amén de participar regularmente en otras tiras de la DC como Batman). Como es usual, el personaje creció, murió, tuvo cuatro diferentes encarnaciones, se perdió en el mundo de infinitos universos de la DC, lo revivieron y toda esa cantinela. Quizás el mayor peso histórico de Flash sea que, en su segunda época – cuando se introduce el personaje de Barry Allen – sirvió para que la DC Comics testeara una nueva horneada de héroes clásicos aggiornados en 1958, y con ello se iniciara la Era Plateada de los Comics. Flash marcaría la cabecera de playa de relanzamientos de Superman, Batman, la Mujer Maravilla, Linterna Verde y un largo etcétera – quienes habían entrado en decadencia después de la Segunda Guerra Mundial -.

Tras el suceso del Batman de Tim Burton en 1989, tanto el cine como la TV se prendieron a la euforia de la moda de los superhéroes generada por el relanzamiento del encapotado. Éste es el piloto de una serie que duraría sólo una temporada durante 1990 al 91 – torpedeado por las transmisiones de la primera Guerra del Golfo, lo que motivó su cancelación – , y que está obviamente delineado bajo el mismo perfil de Batman 1989. Está Danny Elfman haciendo la banda sonora – aunque orquestada por Shirley Walker, que ya venía de musicalizar Batman: The Animated Series -, muchos escenarios nocturnos, un traje rediseñado más heroico y menos ridículo, y una intención de generar un comic atrayente para un público adulto. Tras el piloto vendría la serie que incluso rescataría a varios villanos de la tira como el Bromista (The Trickster), encarnado por Mark Hamill (que estaba reciclando su carrera post Star Wars y encontraría un rentable nicho en la animación, especialmente con su memorable interpretación de The Joker en Batman: The Animated Series).

La historia en sí es pura rutina – hombre común que gana poderes después de un accidente; una muerte injusta y un deseo de venganza; un paladín justiciero que tiene un talón de Aquiles -. Ni siquiera el villano es muy interesante, aunque está correctamente interpretado por Michael Nader. Lo que sí está muy bien hecho es la historia del génesis del superheroe, con el descubrimiento gradual de poderes, que le da un toque de calidad. Los experimentos y accidentes que tiene Barry Allen al probar su super velocidad son, por lejos, lo mejor de la película. Las performances de John Wesley Shipp y Amanda Pays (Max Headroom) son muy buenas.

Pero lo que desmerece esta versión de Flash es la falta de cuidado en el resto de los aspectos. Las performances de los secundarios son mediocres o terribles – en especial la horda de vándalos que acompañan a Michael Nader -. La dirección de Robert Iscove es bastante chata y no crea un clima de peligro real, sino que todo se ve como pura rutina de comic. Los escenarios están demasiado iluminados y le quita clima a la película. Y, salvando al trío central del héroe, la científica y el villano, el resto de los personajes son clichés desgastados – compañero de trabajo nerd, novia egoísta, padre desilusionado con su hijo científico, patrulleros con dos dedos de frente -. No deja de ser un producto televisivo prolijo y que se deja ver, pero podría haber resultado más inspirado y mejor dirigido.

FLASH

Flash (1990, piloto de TV) – The Flash (2014, piloto de TV) – The Flash (2023)