Crítica: El Fantasma (The Phantom) (1996)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA / Australia, 1996: Billy Zane (Kit Walker / el Fantasma), Kristy Swanson (Diana Palmer), Treat Williams (Xander Drax), James Remar (Quill), Catherine Zeta Jones (Sala), Bill Smitrovitch (David Palmer), Patrick McGoohan (padre de Kit), Cary-Hiroyuki Tagawa (Kabai Sengh)

Director: Simon Wincer, Guión: Jeffrey Boam, basado en el comic de Lee Falk

Trama: El millonario Xander Drax desea adueñarse del mundo y para ello debe obtener las tres calaveras de Togando, las que le darán un poder sobrenatural incomparable. Pero a él se le opone el último de una larga raza de vigilantes dedicados en cuerpo y alma a combatir el mal – conocido como el Fantasma que Camina -, el cual habita en la jungla en donde residen las reliquias. Tras salvar a la bella heredera millonaria Diana Palmer – cuyo padre se opone al imperio de Drax -, el Fantasma se entera de los planes del potentado y decide viajar a Nueva York para recuperar las calaveras. Pero la aventura lo llevará a enfrentarse a una milenaria banda de piratas conocida como la hermandad Sheng, la cual resulta ser responsable de la muerte de su padre.

El Fantasma Lee Falk ya era un autor de comics reconocido en 1936, cuando no llegaba a los 25 años de edad. Dos años antes había dado a luz a Mandrake el Mago para la editora de comics King Features Syndicatela que se dedicaba a sindicar la publicación de historietas en diarios de todo el mundo -, y había obtenido un éxito resonante. Y luego sus jefes comenzaron a presionarlo para desarrollar otro éxito similar. Así que vino con esta historia acerca de un héroe dedicado a combatir el crimen en la jungla, un tipo rodeado de un aura mística impresionante y que resultaba algo así como Sandokan + Jim de la Jungla en calzas. El Fantasma nació en 1936 y se transformó en otro hit de Falk.

A excepción de sus ridículas calzas violeta, El Fantasma no deja de ser un aventurero de pura cepa en el sentido tradicional de la palabra. No hay gadgets maravillosos – a excepción de un par de Colt 45 – y, a lo sumo, hay cierto misticismo sobre su figura (como que desaparece en la oscuridad, es inmortal o habla con los animales). Los villanos que combate son criminales de este mundo, y la gracia de la tira reside en la intriga. Eso no quita que Bob Kane (uno que ha tomado ideas prestadas a medio mundo) le haya tirado el ojo y lo tomara como influencia para su futuro Batman, el que nacería en 1939. Pero a excepción del spandex, no hay otros elementos en común con el encapotado.

Curiosamente esta versión de El Fantasma nació a la sombra de la euforia cinematográfica por los superhéroes, surgida a partir del Batman 1989 de Tim Burton. Pero para esa época el género estaba perdiendo fuerza y no sería hasta la llegada de los X-Men de Bryan Singer en el año 2000, en donde los creativos de Hollywood se dieron cuenta que una historia de superhéroes podía ser adulta, tener múltiples lecturas conceptuales y, a su vez, ser un vehículo pochoclero a pura acción y efectos especiales. Hasta la irrupción de Singer la mayoría se dedicaba a imitar (mal) a Tim Burton o a Richard Donner (autor de Superman 1978), y terminaban fracasando por sus propios medios. Era necesario que se aproximaran directores de alto calibre para elaborar un nuevo lenguaje en un tema tan fantástico como la narración de la epopeya de un superhéroe.

Pero hay algo completamente desabrido en esta versión de El Fantasma que no termina por conformar a nadie. El enfoque es serio y correcto, pero completamente desangelado. Considerando que el Fantasma es un aventurero con ribetes misticos, debería haberselo mostrado en penumbras y con una presencia amenazante – bien a lo Batman -; aquí por el contrario, todo es impoluto, colorido y brillante, muy parecido al Dick Tracy (1990) de Warren Beatty. El taxi que Billy Zane contrata en Nueva York parece salido de una exhibición de coleccionistas de autos en vez de verse como un vehículo real.

Pero ese no es el problema principal. Billy Zane larga remates como si fuera una versión clase Z de Indiana Jones, además de que las secuencias de acción se ven superfluas y poco excitantes. En un momento el protagonista decide saltar de un avión sin combustible hacia su caballo… en vez de hacer un aterrizaje de emergencia, ya que tiene una llanura entera para hacerlo, pero el tipo prefiere el método complicado. O cuando nuestro héroe decide salir disfrazado en Nueva York… como si el verse en calzas le aportara mayor efectividad que estando de civil (al menos el traje de Batman era antibalas y servía para algo). Hay otro viaje en el ala de un avión que hace acordar (demasiado) al viaje de Harrison Ford atado al periscopio de un submarino alemán en Los Cazadores del Arca Perdida. Y todo parece soso y de segunda mano.

Eso no quita que, por el lado de los villanos, el filme repunte notablemente y obtenga sus mejores bazas. Treat Williams y Catherine Zeta Jones (en uno de sus primeros papeles!) se relamen con los roles y destilan carisma por los cuatro costados, y eso compensa bastante a los héroes desabridos, la acción sosa y la trama demasiado vaga (a que le llaman “superpoder para dominar al mundo”?. A un rayo laser?). Todo esto culmina en que El Fantasma es una pelicula de matinee prolijita y ok, que podría haber resultado mucho mejor si hubieran tomado algunas decisiones artisticas algo más jugadas.

EL FANTASMA DE LEE FALK

Las versiones comentadas en este portal sobre el personaje de Lee Falk son: The Phantom (piloto de TV de 1961), El Fantasma (1996), y la miniserie de la cadena SyFy El Fantasma (2009)