Crítica: Te Amaré por Siempre (The Time Traveler’s Wife) (2009)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2009: Eric Bana (Henry DeTamble), Rachel McAdams (Clare Abshire), Arliss Howard (Richard DeTamble), Tatum McCann (Alba, edad 4-5), Ron Livingston (Gomez)

Director: Robert Schwentke, Guión: Bruce Joel Rubin, basado en la novela de Audrey Niffeneger

Trama: Desde niño Henry DeTamble tiene un don – el de poder viajar en el tiempo -. No requiere máquina, no es cuestión de magia… pero tampoco es un poder que pueda controlar. Simplemente siente que va a sufrir un desvanecimiento y, de pronto, aparece en otra época de su vida – sea el pasado o el futuro -. De ese modo el azar lo ha llevado a conocer una niña, Clare Abshire, a la cual le ha prometido amor eterno. Con sus continuas visitas en el tiempo Clare crece y busca a Henry, tras lo cual se enamoran perdidamente. Devenidos en pareja, las cosas parecen ir en marcha… hasta que intentan tener un hijo, esfuerzo que termina en aborto repetidas veces. Es sólo en su última intentona que Clare logra tener un embarazo fuerte y estable, y las cosas parecen resolverse para DeTable… hasta que una corrida al futuro lo lleva a encontrarse con su hija de 10 años, la cual le anticipa que fallecerá cuando sea su quinto cumpleaños. Atormentado por la noticia, Henry intentará cambiar el destino, aunque eso es algo que escapa a su asombroso poder.

Rachel McAdams descubre que es difícil mantener un romance con alguien que se evapora a cada rato en Te Amaré por Siempre (2009) Rachel McAdams descubre que es difícil mantener un romance con alguien que se evapora a cada rato en Te Amaré por Siempre (2009)

Te Amaré por Siempre trata sobre viajes en el tiempo (el titulo original es La Esposa del Viajero en el Tiempo); pero, en vez de utilizar el artilugio para desarrollar una historia de ciencia ficción, prefiere usarlo como mecanismo mágico para desarrollar una historia romántica no tradicional. No hay máquinas o trajes, es simplemente un don que no controla el protagonista y que lo lleva – al pasado o al futuro – de su vida. No puede alterar nada – por ejemplo, evitar el accidente en donde murió su madre, o cambiar el curso de las cosas por venir – sino que es testigo presencial de lo que su curiosa vida le ha preparado. Vale decir, es un dispositivo argumental bastante inútil que sólo intenta darle sofisticación a un romance común y silvestre y que termina generando de rebote un par de circunstancias interesantes.

Rachel McAdams tuvo el raro privilegio de participar en otro romance con viajeros del tiempo – About Time (2013) -, la cual es ampliamente superior a ésta. El mecanismo de viaje era igual de simple, pero la diferencia es que la historia estaba plagada de personajes interesantes, carismáticos, inteligentes. Acá la cosa funciona porque Rachel McAdams y Eric Bana tienen una química tremenda, pero la historia es mas enredada que interesante. Como el tipo está predestinado a conocerla es que aparece en su vida cuando era niña, le va dando mensajes y, después, otra versión suya es la que termina por cruzarse en el camino. Al contrario de otros filmes de viajes en el tiempo aquí no hay paradojas sobre tocarse o verse de frente con otra versión de sí mismo – incluso hay una escena curiosa en donde McAdams está peleada con la versión actual de Bana (que se hizo una vasectomía) pero se cruza con una versión antigua a la que le funciona todo, razón por la cual queda embarazada -. Versiones alternativas se entrecruzan e incluso le dan consejos a McAdams sobre cómo manejar tal o cual crisis. No hay mucho pudor para trampear el giro natural de las cosas – léase, ganar la lotería anticipando los números que van a salir -, con lo cual los pesares económicos quedan de lado y se reduce el drama al cotilleo diario de la pareja – sus desapariciones por días -, amén del punto mas escabroso que es que el feto que está gestando McAdams es capaz de hacer viajes involuntarios fuera de la panza (o sea, que puede terminar en cualquier lado!) y por eso se pierden los embarazos.

Honestamente, es una película linda y simpática pero sin demasiada substancia. Sobre el final da la impresión que las soluciones ofrecidas son demasiado rebuscadas como para reafirmar la tesis de la atemporalidad del amor (alerta spoilers) de que Bana (desde el pasado) va a visitar a McAdams y su hija a lo largo de toda su vida. Desde ya que es un absurdo: si Bana se enteró que se iba a morir dentro de 5 años, lo único que tiene son 5 años de tiempo para hacer escapadas, las cuales son muy limitadas ya que también tiene que vivir el tiempo presente con McAdams sin alertarla. Algo así como ver 5 minutos al muerto revivido por unos cuantos años, lo cual es un lastre que le impediría a la muchacha poder conocer a alguien nuevo (y vivo!) y retomar su vida (fin spoilers).

The Time Traveler’s Wife es un romance que se la da de sofisticado, pero es mas intricado que apasionante. Todo es correcto, pero no tiene nada memorable. El punto es que el mecanismo de viajar en el tiempo es mas un estorbo que una ayuda para el desarrollo del romance, y las reglas aplicadas son poco claras (¿puede o no controlar el viaje, la duración y hacia dónde? ¿puede viajar al pasado y al futuro?). Es simplemente una cinta agradable, ideal para ver en pareja, una romántica con condimento extra, el cual se ve mas exótico de lo que realmente sabe.