Crítica: Escape Imposible (2013)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2013: Sylvester Stallone (Ray Breslin), Arnold Schwarzenegger (Emil Rottmayer), Jim Caviezel (Hobbes), Faran Tahir (Javed), Amy Ryan (Abigail), Sam Neill (Dr. Kyrie), Vincent D’Onofrio (Lester Clark), Vinnie Jones (Drake)

Director: Mikael Håfström, Guión: Miles Chapman & Jason Keller

Trama: Ray Breslin es un especialista en seguridad carcelaria. Se infiltra en las prisiones de máxima seguridad – como un prisionero más – y prepara meticulosamente su escape, para después darle un promenorizado informe a las autoridades y, de ese modo, corregir las fallas de seguridad. Ahora ha recibido un oferta extremadamente jugosa por parte de la CIA, quienes desean que testee una prisión conocida como La Tumba, en donde encierran a terroristas y otro tipo de enemigos del estado, y cuya existencia se mantiene en el mas estricto de los secretos. El problema es que la gente de la CIA ha previsto todas las movidas de Breslin y le han despojado de todos los medios posibles para solicitar ayuda al exterior. Y, para colmo, todos las pruebas indican que todo el operativo no es mas que una trampa para hacer desaparecer a Breslin de la faz de la Tierra. Ahora el especialista deberá unir fuerzas con un peligroso recluso llamado Emil Rottmayer, al cual le ha ofrecido la libertad a cambio de su ayuda. El problema es que, si el escape falla, ambos terminarán pagando con su vida su fallida tentativa.

Escape Imposible Siempre odié las películas de Stallone y, por contra, era un gran fan de las de Schwarzenegger. Curiosamente estos dos tipos – carentes de talento actoral, frutos de una moda pasajera – se dieron maña para sobrevivir su propia fecha de vencimiento y se transformaron en dos figuras de permanencia debido, en gran parte, a que son astutos hombres de negocios. Mientras que la carrera cinematográfica de Arnold siguió un derrotero bastante predecible – empezó a actuar en películas cada vez mas flojas; luego siguieron las secuelas de sus éxitos mas conocidos y, por último decidió retirarse -, lo de Stallone fue un renacimiento espectacular: escribió dos buenas secuelas de sus títulos mas memorables – Rambo y Rocky -, y se dió el gusto de armar el combinado de los sueños con las mayores estrellas de acción de los años 80, creando la franquicia de The Expendables. Nada mal para un tipo que pasó los 60 y que deberían estar haciendo papeles menores o protagonizando telefilmes de segunda categoría.

En esa astuta jugada de reinventarse, Stallone arrastró a Schwarzenegger a su propio juego y terminó por revivir la carrera del austríaco – la cual funciona como una especie de pasatiempo luego de haber terminado una prolija carrera política como gobernador del estado de California, trabajo para el cual fue electo durante dos mandatos consecutivos -. Acá han empardado a ambos veteranos en roles estelares – nada de esos cameos de cinco minutos -, y les han puesto un director de lujo como es Mikael Hafstrom – el mismo de 1408 -. El resultado final es un filme mucho mas cerebral e inteligente de lo que uno podría suponer de algo protagonizado por dos tipos musculosos; lástima que el guión termina por dispararse en sus propios pies en los 10 minutos finales, cuando intenta atar los cabos sueltos dando unas explicaciones que resultan tan rebuscadas como altamente improbables.

En sí, Escape Imposible no es mas que un episodio de MacGyver ambientado en una prisión de máxima seguridad. Sylvester Stallone es un super especialista en seguridad carcelaria, razón por la cual ha vivido como recluso la mayor parte de su vida, y ama medir, controlar e inventar medios para escaparse de las prisiones en donde se la pasa metido la mayor parte de su tiempo. Ciertamente la secuencia de inicio – en donde Stallone pone en práctica sus talentos y logra fugarse de una penitenciaría en un puñado de días – es bastante impresionante e inteligente aunque algo artificiosa. Como sea, el papel de Stallone es mas cerebral que físico – lo suyo no es romper brazos y patear traseros (aunque lo hace si las circunstancias se ponen feas), sino medir debilidades y generar planes de escape improvisando con lo que tenga a mano, sean cajitas de yogur o bolitas de papel higiénico mojado -, y el tipo se ve bastante creíble en el papel. Las cosas se ponen picantes cuando el quía acepta probar la seguridad de una prisión secreta – onda esos aguantaderos que tienen los yanquis en Guantánamo o Afganistán -, en donde los tipos que están guardados son lo peor de lo peor. Como todo es recontrahipersecreto, Stallone va solo contra el mundo… hasta que se da cuenta de que nada es lo que parece, y que alguien quiso meterlo ahí para deshacerse de él de una vez para siempre. Como lo único que le queda es el cerebro, decide aliarse con un terrorista internacional – Schwarzenegger, aquí con barba y totalmente canoso, lo cual (curiosamente) lo hace ver mucho mas joven y natural que esos espantosos teñidos marrones que usaba en las entregas de The Expendables o en The Last Stand -, el cual es un personaje lleno de recursos. Entre ambos deben lidiar con un guardia sádico (Vinnie Jones), con un alcalde sádico (Jim Caveziel) y con un traicionero (y sádico) ex socio de negocios (Vincent D’Onofrio, intentando demostrar que hay vida después de quichicientas temporadas de La Ley y el Orden), amén de toparse con sorpresas de todo tipo y color, ya que la prisión está construída con tecnología de punta – que la hace parecer a la que albergaba a Magneto en Los Hombres X – y está plagada de gadgets desconocidos incluso para un tipo fogueado como Stallone.

El filme tiene algunas sorpresas y ocurrencias interesantes y, en general, los intérpretes actúan bien. Quizás el lado de los villanos sea mas estereotipado – lo de Caveziel y Jones es muy predecible, y D’Onofrio es demasiado maniático como para resultar convincente o siquiera interesante -, pero las ocurrencias de Stallone son entretenidas. Es una macana que, cuando están en dupla con Arnie, ninguno de los dos puede generar algún latiguillo o secuencia fuera de lo común; se llevan bien en la pantalla, se pegan un par de trompadas (para complacer a los fans), y se tratan con respeto e inteligencia.

Mientras que como pasatiempo pochoclero disfrazado de entretenimiento cuasi inteligente zafa, donde implosiona Escape Imposible es a la hora de ensayar las explicaciones de turno. (alerta spoilers). Nadie es capaz de explicarme cual es la utilidad de encerrar a un tipo de por vida en una prisión secreta, en vez de pegarle un tiro en la cabeza y esconder el cuerpo (amén de que hay que pagar una disparatada mensualidad por mantener al tipo encarcelado); tampoco nadie me puede explicar por qué todos los guardias parecen malas copias de los policias de THX 1138 (usando máscaras y portándose como si fueran robots). Pero lo peor es cuando intentan justificar que todo ha sido un plan de Arnie para que Sly lo ayudara a escapar. ¿En qué momento coincidió esto con la conspiración de D’Onofrio?. ¿Cómo un tipo puede tener acciones de una corporacion que no existe, la cual maneja prisiones secretas que nadie conoce?. (fin spoilers).

Como sea, Escape Imposible zafa muy bien. Es mucho mejor que lo esperado, pero se desmenuza sobre la recta final. Quizás no sea lo más popular o conocido de estos dos monstruos del cine de acción, pero es una entrada bastante digna en sus respectivas filmografías. Y me atrevería a decir que es recomendable, aún cuando el público en general la dejó pasar por creer que se trataba de una bobería recargada de tiros y protagonizada por dos tipos que usan caderas ortopédicas.