Crítica: El Ente (1982)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1982: Barbara Hershey (Carla Moran), Ron Silver (Phil Sneiderman), David Labiosa (Billy Moran), Jacqueline Brooks (Dra Cooley), Raymond Singer (Joe Mehan), Richard Brestoff (Gene Kraft), Alex Rocco (Jerry Anderson)

Director: Sidney J. Furie, Guión: Frank De Felitta, basado en su propia novela

Trama: Carla Moran es una madre soltera a cargo de sus tres hijos. Pero una noche comienza a ser acosada por una entidad invisible, quien la viola en repetidas ocasiones. Los sucesos se reiteran incluso fuera de la casa, y Carla acude al sicólogo Phil Sneiderman, quien cree que son alucinaciones provocadas por una fuerte represión sexual de la mujer. Pero en uno de los incidentes, su hijo es atacado por la fuerza al intentar defender a su madre, y termina con la muñeca rota. A partir de allí, Carla se pone en contacto con el grupo de parapsicólogos de una universidad, quienes montan numerosos aparatos de medición para registrar el fenómeno; pero los ataques son cada vez más violentos y la vida de Carla comienza a correr peligro, a menos que descubran como detener al ente.

El Ente En los 70 Frank De Felitta era el equivalente de la época de Stephen King. Exploraba áreas desconocidas del terror, y desarrollaba intrincadas teorías científicas que intentaban explicar los fenómenos. Lo suyo era prácticamente un enfoque empírico de lo sobrenatural – comprender lo incomprendible desde el punto de vista de la ciencia tradicional -, aunque lo que terminaba por demostrar es que las teorías no alcanzaban a cubrir la razón real de semejantes sucesos. Sin dudas la obra más conocida de De Felitta es Audrey Rose (1977) – la que puso en boca de todo el mundo el término reencarnación -; y el otro filme destacable de su pecunio es El Ente. En realidad ésta es la película que debería haber sido Poltergeist si hubiera elegido un camino menos efectista.

De Felitta se basó en el caso real de Doris Bither, un ama de casa californiana que comenzó a sufrir ataques de una entidad sobrenatural en agosto de 1974. Algunas de las manifestaciones de la fuerza han quedad registradas en imágenes y video – tal como figura en una escena del filme -, pero los investigadores paranormales no lograron resolver el caso y fueron perdiendo el interés con el correr del tiempo. Lo cierto es que Bither siguió padeciendo los ataques del ente durante el resto de su vida – en un momento llegó a sufrir un “embarazo sicológico” -, aunque con menor intensidad con el paso de los años.

En sí El Ente no es más que la disección científica de un fenómeno sobrenatural. Aquí hay un escéptico sicólogo (Ron Silver, más parecido que nunca a un Adrián Suar joven) que arrima las explicaciones coherentes del caso – en las cuales coincido en la mayoría -, pero que no termina de dar crédito a la veracidad de los ataques. Lo que hace es razonar la naturaleza de los ataques de un fantasma cachondo en términos freudianos, pero posiblemente sea un diagnóstico más acertado de lo que parece – Carla comienza a sufrir las violaciones en una etapa sexual estable de su vida; antes sólo tenía relaciones para tener hijos y ahora que ha encontrado un compañero (Alex Rocco, en uno de esos rarísimos papeles en que no hace de mafioso) que le ha enseñado a gozar, su inconsciente se ha rebelado -. Lo que para el sicólogo son alucinaciones y un estado de histeria (que explicaría las marcas en el cuerpo), yo lo entiendo como una fuerza sobrenatural creada por la mente de Carla para expresar sus deseos reprimidos. Desde ese punto de vista, El Ente viene a ser una trasmutación de Carrie, en donde la joven sexualmente reprimida de turno en vez de mover objetos, termina creando telekinéticamente un atacante invisible que la viola.

El otro extremo es la postura de los parasicólogos, quienes tratan al ente como un ser inteligente. Pero lo cierto es que no se trata de un fantasma restringido a la casa sino que acosa a Carla en todo momento y lugar – lo que es más coherente con mi teoría de que ella es quien provoca el fenómeno -. En todo caso el final no tiene la intención de resolver las cosas sino de convertir en creyentes a los científicos excépticos.

El director Sidney J. Furie – auteur de cosas habitualmente mediocres como Superman IV: En Busca de la Paz – demuestra tener muy buena mano para el suspenso. Por su parte, el filme es en realidad un tour de force de Barbara Hershey – que para ese entonces se había especializado en el rol de milf calientabragueta de adolescentes -, quien resulta creíble. Dentro de la fascinación que produce el relato, hay un par de momentos shockeantes, como la recordada escena en la que Alex Rocco entra a la pieza y ve a Barbara Hershey desnuda, con dedos invisibles manoseando sus senos; y por supuesto el final, que tiene su cuota de suspenso.

El Ente es inquietante y sorpresivamente inteligente. Es una película notablemente escrita, dirigida y actuada, que cumple con creces cada uno de los objetivos propuestos. Hay agendada una remake para el 2010, así que habrá que esperar para ver cómo arruinan una vez más otra película de terror.