Crítica: Enemigo Mio (1985)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1985: Dennis Quaid (Davidge), Louis Gossett Jr (Jeriba Shigan), Bumper Robinson (Zimmias), Brion James (Stubbs)

Director: Wolfgang Petersen, Guión: Edward Khmara, basados en la novela homónima de Barry Longyear, Musica – Maurice Jarre

Trama: En el siglo XXI los humanos se han embarcado en una campaña colonizadora de toda la galaxia. Pero se han topado con la raza de los Dracs – quienes reclaman para sí ese derecho – y han terminado en una amarga guerra. Davidge es un piloto de la federación que sale a dar batalla durante un ataque Drac a una de las estaciones orbitales terrestres; pero obsesionado con el caza enemigo – que ha abatido a uno de sus compañeros -, pierde su rumbo en el espacio y ambas naves se estrellan en un inhóspito planeta desconocido. Ahora Davidge se dispone a cazar al piloto Drac a costa de su vida; pero los temibles peligros de la superficie del planeta provocará que Davidge y el alienígena deban realizar una insólita alianza para intentar sobrevivir en semejante territorio.

Enemigo Mio Enemigo Mío está basada en la novela de Barry Longyvear de 1979, y que ganara los premios Nebula y Hugo del mismo año. Inmediatamente comenzaron los proyectos para llevarla a la pantalla grande, lo que quedaría en manos de Richard Loncraine; pero el director tendría una producción problemática, disparada de costos incluído, por lo que el rodaje quedó en el freezer durante un año y sólo se retomaría de la mano de Wolfgang Petersen – el cineasta tras Das Boot y La Historia Sin Fin -. De hecho, este es el primer film americano del director alemán (después se despacharía con otros titulos en Hollywood como Avion Presidencial, En la Linea de Fuego y La Tormenta Perfecta).

Pero a juzgar por los resultados, resulta increíble que alguien contratara a Petersen después del desastre resultante que es Enemigo Mio. Si bien Petersen tomó el rodaje parado y comenzó completamente de cero – con lo cual no hay nada de la película anterior en el corte final -, eso significaría que el director alemán es el único responsable del film resultante. Y es terrible. No hay a quien delegar las culpas, excepto al director y al guionista.

Ciertamente aquí entraría a jugar una cuestión filosofica, que tiene que ver con que la valoración de una obra depende del conocimiento adquirido. Para el neófito, Enemy Mine es un film pasable pero fallido; pero para quien conoce un poco de cine, es una flagrante copia de películas anteriores y, para peor, muy mal mezclada. La historia roba directamente la trama de Infierno en el Pacifico (1968) y la combina con Robinson Crusoe en Marte (1964). En Infierno en el Pacífico, Toshiro Mifune y Lee Marvin eran dos soldados antagonistas que quedaban náufragos en una isla en plena segunda guerra mundial, y pasaban de una guerra privada a una amistad intercultural. En Robinson Crusoe en Marte tenemos al astronauta varado en un planeta inhóspito, sobreviviendo como puede, adoptando a un alien, e incluso combatiendo a una raza de explotadores mineros (tal como el film que reseñamos). Sinceramente los premios Nebula y Hugo se los dan a cualquiera…

La combinación de ambas historias no termina de cuajar muy bien por culpa de la torpeza del guionista. Y Wolfgang Petersen también aporta su granito de arena a la burrada general. Los graves problemas de Enemigo Mio pasan porque no es original, quiere contar demasiado en poco tiempo, y lo que cuenta está muy mal dirigido. Quizás si el film durara más tiempo, si fuera una miniserie, o si el libreto hubiera podado detalles de la trama, el resultado sería mejor. Para peor el guionista Khmara agrega su cuota de desastre a la mediocridad general, incluyendo una secuencia donde Davidge es herido, rescatado milagrosamente en el último segundo (cuando había pasado años sin avistar una nave), salvado sobre la hora cuando está a punto de ser lanzado como si fuera un cadaver al espacio (¿en el futuro nadie le toma el pulso a ls cuerpos que recogen?), curado de sus heridas al toque, y termina por fugarse de la estación para rescatar al hijo de su enemigo / amigo que sigue en el mismo planeta donde estaban varados. Todo esto, en menos de 5 minutos de film.

Pero aún con todos sus problemas narrativos (que son enormes), uno siente que aquí había un potencial buen filme. Al querer abarcar tanto, no da tiempo para crear un clima dramático que resultaba imprescindible. Es imposible crear algo de suspenso yendo a 10.000 km por hora. El personaje de Davidge es irritante y está muy mal escrito mientras que el alien que interpreta Louis Gossett Jr. es levemente mejor. Pero el encuentro entre ambos es muy torpe, sin sutileza, y el resto de la historia sigue igual (a los saltos). Para colmo la trama involucra que los Dracs son hermafroditas (??), por lo cual el alien queda auto embarazado y muere en el parto (???) (¿no era más coherente poner a una extraterrestre en vez de crear semejantes atrocidades?). Y aún así, pareciera que la película hubiera encontrado sus pies desde el momento en que Davidge debe criar al pequeño extraterrestre… por lo menos hasta que reflotan el tema de los piratas espaciales, metido con calzador en el libreto para brindar algún tipo de climax.

Enemigo Mio podría haber sido un gran film si hubieran podado las escenas estúpidas – o sea, la mitad de la película -, y se hubiera dedicado a profundizar el contacto entre dos razas tan disímiles. Un momento del film – que ilustra lo que pudiera haber sido – está en la discusión entre Davidge y Jeriba acerca del gran filósofo de los Dracs, que ha escrito sobre el amor y la tolerancia al prójimo (al igual que Jesús). En esas secuencias uno olfatea que había buen material aquí, pero el olor de pescado podrido de los añadidos del guión (impuestos por Hollywood) termina por sepultar a una buena historia y lo convierten en un film muy mediocre.