Crítica: El Exorcismo de Emily Rose (2005)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2005: Laura Linney (Erin Bruner), Tom Wilkinson (padre Richard Moore), Campbell Scott (Ethan Thomas), Jennifer Carpenter (Emily Rose), Colm Feore (Karl Gunderson), Kenneth Welsh (Dr Mueller)

Director: Scott Derrickson, Guión: Scott Derrickson & Paul Harris Boardman

Trama: La adolescente Emily Rose ha fallecido en extrañas circunstancias, y el padre Richard Moore parece ser el culpable. Es que Emily presentaba signos visibles de lo que podía interpretarse como una posesión diabólica, y el padre Moore decidió llevar a cabo un exorcismo, aún cuando ello significara omitir el consejo de médicos y especialistas. Ahora el padre Moore está siendo enjuiciado por homicidio negligente, y la abogada Erin Bruner es contratada para defenderlo. Y aunque la abogada es agnóstica, los estremecedores detalles del exorcismo terminarán por asaltarla, como si una fuerza siniestra supiera que ella ha recibido la misión de probar la inocencia del sacerdote y comenzara a acosarla todas las noches.

El Exorcismo de Emily Rose El Exorcismo de Emily Rose está basada (muy liberalmente) en hechos reales que tuvieron lugar en Alemania en 1976. En aquel entonces dos curas mantuvieron en aislamiento a una joven durante un año, tiempo durante el cual le practicaron día y noche exorcismos para liberar su alma… algo que terminó con la muerte de la chica a causa de la extenuación física y síquica del tratamiento, amén de la falta total de atención médica durante el proceso. Los sacerdotes fueron juzgados, hallados culpables y terminaron en la cárcel. Mientras que la historia real es una mezcla entre creencia y ceguera religiosa, El Exorcismo de Emily Rose es un pastiche hollywoodense que toma circunstancias de los acontecimientos reales para elaborar su propio camino. Esa es una de las principales causas por las cuales la crítica salió a destrozarla de una, aún cuando los criticos saben que todo lo que toca Hollywood – desde las biografías de personajes famosos hasta la reconstrucción de hechos históricos – no llega a contener ni un 2% de fidelidad a los hechos reales. En tal sentido hay que considerar a El Exorcismo de Emily Rose como lo que realmente es: una ficción, inspirada muy muy lejanamente en algo que ocurrió allá y hace tiempo.

Acá el formato elegido para narrar la historia es el de drama de corte, lo que genera cierto clima – la historia es contada en flashbacks – pero también arruina las expectativas sobre la resolución del caso; ni bien comienza el filme, sabemos que la chica ha muerto. Entonces, todo queda reducido a demostrar si el cura es o no inocente. Como suele ocurrir tanto en los filmes de fantasmas como en los de posesiones diabólicas (hablo de los bien hechos), todo lo que ocurre en pantalla se puede explicar en términos sicológicos y paranormales, como que el cambio de vida producido por el ir a estudiar a una universidad lejos de casa ha despertado algún tipo de sicosis. Esa sería la razón “científica” que explicaría el desquiciamiento de la chica, las contorsiones, la autoflagelación y las visiones, amén de que podrían haber poderes telekinéticos desatados por la experiencia, lo que justificaría la apertura de puertas, la rotura de cristales, etc. Por ese lado va el fiscal; por su lado la abogada de turno – que es agnóstica – decide encarar un enfoque radicalmente contrario, esforzándose en explicar la veracidad de la posesión demoníaca dentro de los parámetros de la racionalidad. Entonces tenemos una drama típico de la serie La Ley y el Orden, mechado con flashbacks inspirados en El Exorcista. Por suerte esos flashbacks son bastante estremecedores como para mantener el interés y la tensión, pero el regreso forzado a la realidad del juicio termina por menguar el impacto del filme como historia de terror.

El Exorcismo de Emily Rose es un filme muy bien hecho, al menos durante el 90% de su duración. Hay grandes performances, un buen manejo narrativo, una historia interesante, y un buen clima sobrenatural, aunque esto último sólo se sienta de a ratos. En donde el filme empieza a pifiarla es al momento de meterse a ensayar explicaciones sobre el fenómeno. Mientras los protagonistas recuerdan lo ocurrido antes, durante y después del exorcismo, la película anda de maravillas. Cuando los testigos y los especialistas que presenta la abogada intentan dar un significado alternativo – no científico – a todo el asunto, El Exorcismo de Emily Rose queda pisando en falso. El testimonio de la arqueóloga sobre la veracidad de la existencia y la creencia en demonios parece un parlamento a medio cocinar, en donde el personaje se debate entre ser racional o disparar una explicación propia de un fanático. El otro punto en donde la película patina es con la inclusión de momentos de lucidez de Emily Rose, en donde la chica se pone a analizar de modo racional lo que le ocurre (me parece demasiado despierta y tranquila para alguien que sufre una tortura sicológica constante). Cuando Tom Wilkinson lee la carta dejada por la chica, el filme derrapa mal y se sale de pista; el problema pasa por intentar explicar lo inexplicable y darle un giro a la historia. ¿Todo esto ocurrió porque la Virgen María le dió a Emily Rose la misión de inmolarse y demostrar la existencia de los demonios? ¿O acaso dicha explicación no se corresponde mejor con la visión mesiánica de una chica religiosa que se encuentra en un estado sicótico?.

El ultimo acto de El Exorcismo de Emily Rose es flojo, y no estoy seguro de cómo podría haberse mejorado. Es posible que el climax sea la consecuencia natural de haber adoptado esta estructura narrativa – comenzar por el final -, con lo cual nada de lo que pase en el medio puede generar una expectativa de peso que se compare al shock inicial. Si uno le perdona esos patinazos, El Exorcismo de Emily Rose resulta ser un filme sólido. La dirección de Scott Derrickson (Ultimatum a la Tierra) es muy buena, las performances son excelentes (en especial, la atormentada Jennifer Carpenter, quien más tarde sería la periodista de Quarantine y la esposa / hermana de Dexter en la vida real), y la historia es interesante. El problema pasa por el libreto que quiere cerrar todo con golpes de efecto y explicaciones, ninguna de las cuales resulta convincente.